calamaro botánico

Andrés Calamaro (2023) Noches del Botánico. Madrid

Crónicas
El obelisco de Calamaro se pone palote en el Botánico

Una vez volé de Madrid a Buenos Aires solo para ponerme delante del obelisco y escuchar a Andrés Calamaro y sonreír. Y sentir. El puro gozo de estar vivo. Casi me atropella un colectivo, pero esa es otra historia. Es que esa avenida tiene más carriles que el Paseo de la Castellana. Fue el finde aquel River y Boca en el Bernabéu, lo cual fue divertido por estar fuera de lugar y comprobar de primera mano lo colgaos que están los colegas argentinos. En esos pienso mientras cantamos ‘Estadio Azteca’ en las Noches del Botánico y alguien alza una banderola de Maradona y Messi. Estamos aquí. Es ahora. Sonrío. Y siento. Y sigo vivo. Como te lo estoy contando.


Calamaro es el obelisco de la Avenida 9 de julio de Buenos Aires un 10 de junio en Madrid. Se erige y se erecta ante nosotros en esta noche de sábado en un Madrid efervescente en la Complutense. Se pone palote. Resplandece mientras nos sobrevuelan los aviones y se preguntan qué demonios pasa ahí abajo. Pues pasa, os lo voy a revelar como si yo lo supiera, que estamos congregados. Ya está. Eso es todo y es nada al mismo tiempo. Nos enchufamos al unísono y cantamos «mejor hijo de puta conocido que boludo por conocer«. Estamos ‘Output input’. «Gracias por venir y por haber venido» resulta ser el recibimiento definitivo. Todos nos reímos.

Es un karaoke comunal todo el rato. ‘Cuando no estás’. ‘Verdades afiladas’. ‘Me arde’. ‘Rehenes’. Dios santo. Pensaba, cerveza fresquita en mano, con cierta brisa de la playa que tenemos en Madrid aunque no os lo creáis, en la suerte de tener a Calamaro en general y aquí y ahora delante en particular. «Un hombre es un campo de batalla, si no se calla es una revolución de claveles«. Anda ya. Conciertos que son casa, con un cartel en la puerta que pone «deja tus putas mierdas fuera, aquí no están permitidas». Las que sean, aquí no existen. Es un momento de cierta pureza a ese respecto, vengas de un hospital o te preocupe tu momento laboral. El tiempo es, efectivamente, comandante de la parte de adelante, un poco. Date cuenta, loco, tú que pediste perdón ‘Tantas veces’. Es tarde, se hizo de día. Menos mal que está nublado.

Las fotos son del gran VÍCTOR MORENO.

El ambiente es bombonero porque somos de la Bombonera y bombones y bombonas en la puta cabeza. Una mezcla de todo eso. Que la vida no nos quite otra vez los poguitos y los momentos lololo, por favor. La banda suena como un tiro y como tenemos más años que las calles por las que andamos bailamos como si fuera sábado ‘Para no olvidar’, de un tiempo perdido. Uuuh uuuh. Tendríamos que hablar largo y muy tendidos al sol de la discografÍa de Los Rodríguez. Y de qué nos pasa dentro cuando suenan ciertas cosas que nos hacen viajar en el tiempo más rápido que Flash quien, igual, no es tan veloz. Yo creo que nosotros corremos más esta noche, vamos y volvemos, nos mareamos, brindamos y nos hincamos.

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Yo siempre lo he sabido, quizás tú no, pero ‘All you need is pop‘ en realidad significa todo lo que necesitas es mercadeo pop y comer buen salmón a contracorriente. Todo es un poco así esta noche en la que en realidad todo está tan en su sitio que pareciera que no estamos realmente en un concierto de Calamaro. ¿No? Siempre mola esa incertidumbre y esa energía. Pero pienso, como cantaba Bob Dylan, que los tiempos están cambiando. Ayer Axl Rose salió puntual y no se enfadó con nadie, esta noche Andrés está de buen humor y pulgares arriba. Esto no solía ser así y tenía su gracia sentir ese tipo de energía beligerante.

Supongo que, a nuestra manera desafiante, somos las cenizas que se hacen las muertas en el cenicero donde todo ardió esperando que alguien nos silbe levemente cerca. Parece una ‘Dulce condena’, pero en realidad mola. ‘Sin documentos’ es nuestra verbena privada, en la que suenan ‘Flaca’, ‘Alta suciedad’ e invocamos a ‘Paloma’ con pasaje final de ‘Layla’ de Eric Clapton al piano a lo Axl Rose. No me parece casualidad haber visto este finde semana a estos dos y que se establezcan semejantes conexiones. Ya quisiera Calatrava, el rey de las construcciones de plastilina, tirar los puentes tan potentes que construyen las canciones y que, de hecho, nadie, ni siquiera él, puede tirar.

Y también os digo que de mis favoritas de Guns n’ Roses es ‘Perfect crime’ y Andrés canta a los ‘Crímenes perfectos’. Aullamos. ‘Los chicos’ contemplamos el obelisco de nuestro planeta de los simios. Cantamos lololo. Ya no somos los mismos que llegamos. No eres el mismo que sale de casa por la mañana y llega por la tarde de laborar, imagina salir igual de un concierto guapo de Calamaro. Serías, no sé, cemento armado. No os lo he dicho, creo, pero llamé a Bruno mientras cantábamos a Maradona y, es algo que a sus cinco años siempre va a recordar. De hecho, me consta, porque hemos cocinado unos filetes de lomo moviendo el cucu a su ritmo. Es un guerrero. Es de los nuestros.

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