Tomavistas Extra arranca este 21 de mayo con una segunda edición que mantiene vivo el espíritu del festival mientras no puede celebrarse en su formato habitual. Con una diversa programación de conciertos en el Parque Enrique Tierno Galván hasta el 30 de mayo, y una segunda parte en julio en IFEMA. Comentamos la jugada con José Gallardo, uno de los tres directores del festival madrileño [Foto de Adrián Yuste].
Hola José, muy buenas. Vamos directos al grano. ¿Qué tal está el Tomavistas?
Pues estamos, estamos, jeje. 2020 fue un año no sé si para olvidar, pero sí que nos hizo pensar y cambiar muchas cosas. También darnos cuenta de determinadas cosas que al final sí han podido hacerse. El festival tal y como estaba planteado para 8.000 personas era inviable en 2020, aunque lo intentamos con los plazos que más o menos creíamos. Lo pasamos primero de mayo a septiembre, y de ahí a 2021. El run run estaba ya, y a principios de año fuimos conscientes de que no iba a poder ser. No pintaba fácil con el estado de alarma hasta el 9 de mayo.
Todos deseábamos que en 2021 las cosas fueran como antes, pero ha habido que tirar de plan-b
Había que reinventarse, eso es. Por eso el año pasado tuvimos el Tomavistas Extra. Al final, si más o menos vas navegando las olas… Nosotros hicimos unos bolos en IFEMA en septiembre que funcionaron muy bien para 1.000 personas. Y repetimos en 2021 en verano en IFEMA y volviendo al Parque Enrique Tierno Galván.
¿Cómo lo tenéis montado en el parque? Es un espacio muy grande
En lo que es el parque caben como 15.000 personas con el auditorio y otras zonas. Pero en su momento nos pusimos de máximo 8.000, que ya las cubrimos en 2019. Ahora hemos hecho un plan adaptándonos a la normativa actual, con una reducción de aforo del 75 por ciento, dejándolo en 2.000 personas.
Con todas las medidas de seguridad a las que ya estamos casi acostumbrados
Claro. Ahora a todo el mundo 2.000 personas le suena a locura. Porque realmente es mucha gente. Pero para adaptarnos aún más, hemos dividido al público en dos partes cortando el auditorio por la mitad. Así cada 1.000 personas tienen acceso, baños y barras propios. Para las barras piden por una aplicación desde su mesa. O sea que se puede hacer tránsito pero al baño y ya. Y los de un lado no se van a ver con los otros.
¿En IFEMA cuál es el aforo este año?
Por el momento, el mismo que en el Tierno Galván.
¿Cómo de rentable es trabajar con estos aforos?
Va ajustadísimo. Estamos haciendo una producción de un escenario bastante grande, con pantallas, de festival al uso. La producción es cara y el parque también, porque es complicado. Y hay que meter mucho mobiliario. Las entradas no son muy caras, yo creo que está bastante bien pesando en las circunstancias de la gente. Hemos llegado a acuerdos con los artistas para adaptar los cachés y los gastos, y tenemos ayudas de algunos patrocinadores. Todo muy adaptado para que no sea una ruina y tenga sentido, que no estamos tan locos (risas). No es cuestión de meterse en problemas.
Por eso también meter dos bandas
Nos gusta pensar en la experiencia Tomavistas, que es más que un único concierto. Por eso hay dos por noche y también djs después. Esa es un poco nuestra filosofía, que la gente esté un buen rato porque ya que hemos estado tanto sin salir, pues así tienes varias cosas que ver.
¿Por qué volver al IFEMA?
Había algunas bandas con las que queríamos contar y que no nos cabían en la programación en el Tierno Galván por cuestiones de calendario. Además, queríamos ampliar un poco el ciclo a verano. Tenemos muy buenos recuerdos del Extra en IFEMA del año pasado y queríamos terminar de cerrar el círculo.
¿Qué dirías que aporta esta ampliación al Tomavistas Extra de este año?
Pues propuestas que teníamos en el festival que ya no pueden ser trasladadas más veces como León Benavente, Maika Makovski o Chaqueta de Chandal. Por fin tendrán sus conciertos en Madrid tan deseados y que se han resistido durante demasiado tiempo, cosa que es buena para nosotros y para las bandas. También una presentación oficial de los nuevos temas de Rufus. T Firefly, el nuevo EP de Manel y un concierto que siempre hemos querido hacer como es el de McEnroe repasando toda su carrera. Todo muy interesante, completando un ciclo que ha sido un verdadero ‘tour de force’ para toda la familia Tomavistas en esta primera parte de 2021.
¿Dirías que la gente tiene ganas de conciertos?
Las pocas experiencias que se hicieron en 2020 no fueron mal. Y luego la oferta se concentró en los teatros. Nosotros en el Extra tenemos una seguridad increíble, con todas las normativas de higiene y de distancia. Otra cosa es que te apetezca un concierto sentado y así, eso es verdad que es complicado. Pero mejor eso que no poder disfrutar de nada como público. Poder moverse es importante, a ver si en un tiempo es posible.
¿Sentís más ilusión o resignación llegados a este punto?
Si te digo la verdad, la palabra resignación no está en nuestro vocabulario. Cuando empezó toda esta historia era en plan ‘yo no me puedo resignar a que no pueda hacer conciertos’. No se puede hacer el festival, vale, pero no me puedo resignar a que no haya conciertos. Al final, entre todos los promotores, se han hecho cosas.
Y cada vez más, ciertamente
Afrontábamos el 2021 con ganas, pero sabiendo que igual tampoco se podía hacer. ¿Y qué hacemos? Pues plan-b, conciertos en paralelo. Vamos a hacer esto hasta que nos digan otra cosa. Y hablas con la gente y se viene arriba. En la oficina somos así, somos de resignarnos poco. Pero siempre midiendo mucho los pasos. Y estamos muy cerca de sonreír en este 2021.
El sector se ha adaptado muy bien. La oferta es ya consirable en todas partes. Y en Madrid, hay varios ciclos importantes
Se hacen los ciclos porque hay ganas y movimiento en el sector. Con Tomavistas Extra estamos sorprendidos con la acogida del público, porque se han vendido muchas entradas. Estamos agradecidos con las bandas, con las que llevamos mucho tiempo trabajando. Y por supuesto muy agradecidos a la gente que ha comprado entradas.
Habéis conseguido algo importante: el cartel mantiene la línea de siempre del festival. No es un híbrido raro como otros que se en por ahí
Tenemos muy claro cual es el espíritu de Tomavistas y hemos podido hacer un cartel que lo mantenga. Ha cuadrado bien y está funcionando, que es también un reconocimiento. Cuando anuncias no sabes qué va a pasar, aunque puedas intuir qué va a funcionar mejor.
Oye, ¿y por qué ir al Tomavistas Extra? Anima al personal, va
Jeje, pues porque es una oportunidad para poder vivir la música casi como la vivíamos antes. Está muy cerca. Y además son grupos increíbles todos. Los mejores del underground nacional ahora mismo. Y puedes ir a tu bola con tus colegas, te tomas una cervecita fresquita y disfrutas de los grupos que llevas tiempo sin ver. Con la puesta de sol del parque, que es bien bonita.
¿Apostamos por el regreso del Tomavistas de año en 2022?
Vamos a por ello. El festival en 2022, 20 y 21 de mayo, que ya tenemos las fechas. Ya tenemos nombres y queremos retomar la contratación internacional. Nos gustaría anunciar pronto para contarle a nuestro púbico lo que estamos preparando. Ese es nuestro objetivo.