Sidonie pasan de cantar eso de ‘No salgo más‘ a hacernos salir un lunes a los demás. Una contradicción (por supuesto pop) en sí misma que tiene su excusa y que aceptamos porque nos convoca a una velada de regreso a la Sala El Sol 23 años después de hacer allí su primera actuación en la capital. La nostalgia consigue lo inimaginable de pasar la primera noche de la semana lejos del sofá y recorriendo en su lugar las fresquitas calles del centro de la ciudad.
Un guiño al pasado lo de aquella primera vez que en realidad está cargado de presente, pues el motivo real es la presentación del nuevo disco del grupo barcelonés, que llega a las tiendas este viernes. Un nuevo tratado de perfecto pop guitarrero que responde al elocuente título de ‘Marc, Axel y Jes’, sintetizando así el concepto de esta nueva entrega: ir a la esencia, al núcleo de la banda.
Guitarra, bajo y batería. Sota, caballo y rey. Marc, Axel y Jes. La fórmula es tan sencilla como efectiva. No hay sintetizadores, no hay grandes arreglos ni apenas alardes. Hay en el nuevo disco de la banda una decena de canciones que rondan los tres minutos (algunos un poquito más, otras un poquito menos), todas ellas guitarreras, empopderadas, aceleradas, refrescantes.
Como ‘Me gustas todo el rato’, que es la primera que suena en esta noche de lunes en un concierto montado por Sony Music con Radio 3 y en el que hay seguidores y prensa. ‘Cedé’ y ‘Pesado y estúpido’ refrendan la senda de un álbum absolutamente de trío y que no necesita nada más que a los tres, a Marc, Axel y Jes, tocando juntos para que surja la magia en forma de melodía pop.
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De hecho, tocan una de las nuevas que se titula simplemente ‘Es muy pop’ en la que responden a los que les dicen que son, eso, muy pop, diciéndoles que tienen toda la razón ¿y qué? Pues eso. ‘Mil colores’, es pura jovialidad que poco tiene que ver con un lunes por la mañana pero ya más con un lunes por la noche con Sidonie. Estamos todos tan cerca unos de los otros que se escucha perfectamente a Jes, bajo en ristre, decir «para mí es sábado ya». Ese es el ambiente.
Después de ‘Fascinado’, el trío se da el gusto de presentar desde el escenario este nuevo disco, vinilo (y chupito) en alto, que terminan regalando a un niño colocado en la primera fila. Ese niño se llama Bruno Gallar, tiene seis años, ha cantado canciones de Sidonie centenares de veces delante de la tele con sus guitarras (no tan de juguete) y es mi hijo. También les ha visto ya varias veces antes en directo (sin ir más lejos en Parla hace mes y medio), de forma que este es un regalo inesperado que ahora, mirando el vinilo en un lugar privilegiado del salón mientras escribo esto, me hace pensar que hay que salir mucho más los lunes y mucho menos los sábados. Porque siempre pasan cosas más inesperadas y mucho más interesantes. La historia se escribe saliendo los lunes, eso está claro, al menos en esta casa.
El pop es serio pero divertido
Porque, con Sidonie mediante, además, se abre una puerta espacio-temporal y ya da igual donde y cuando estás. La parroquia pop no puede resistirse, ni ganas que tiene de ello, a entonar ‘Un día de mierda’, ‘El incendio’ o ese último gran himno que es ‘No salgo más’, con el que Sidonie han perpetrado (una vez más, qué inspiradora es esa facilidad) el estribillo del año. Toda una declaración de intenciones que incumplir con algarabía porque así es el pop: serio pero divertido.
La cosa iban a ser ocho canciones y unos cuarenta minutos, nos dijeron. Pero, ya sudados y entrados en materia, no tienen muchas ganas de abandonar el escenario, de manera que se alarga el plan inicial con ‘Carreteras infinitas’ y ‘Estáis aquí’ para finiquitar. Nos vamos ya, que la semana acaba de empezar y mañana hay cole, pero nos vamos con una dosis extra de alegría y energía positiva. Es la leche ver a Bruno subir las escaleras de El Sol, esas que tantas noches hemos transitado en todo tipo de estados en tantos conciertos y lo que surgiera, agarrando su vinilo como el tesoro que sin duda es.
Pero eso, que nos vamos. Cuesta un poco, pues hay muchas caras conocidas y sonrientes de esto de la música en la Sala El Sol sin una prisa especial por recogerse (nunca la tienen, pero pareciera que menos aún esta vez). Y esto es también culpa de Sidonie: el grupo que te dice que no sale más, que luego te hace salir un lunes y encima te lía para que no te quieras marchar a casa. Benditos sean por sacarnos siempre por ahí.
