Músicos borrachos. Memorables (y lamentables) borracheras imposibles de disimular en los conciertos. Sexo, drogas, rock n’ roll y alcohol. Mucho, muchísimo alcohol. Demasiado de todo en realidad. Cuanto más rápido se consume la vida más probabilidades hay de convertirse en la incógnita a despejar en esta suculenta a la par que peligrosa ecuación. Y claro, a veces no hay manera de disimularlo al ponerse ante los focos. Un drama de autodestrucción, que es lo que es en realidad el alcohol y cualquier otra severa adicción, por mucho que nos empeñemos en verle la parte divertida al desfase. Pero las cosas ocurren y quedan grabadas para la posteridad, así que sin más consideración vamos allá.
Oasis
Liam Gallagher se marca un indescifrable discurso. Se mosquea. Tira el pie de micro. Se encarama a la batería, baila torpemente, hace el mico por todo el escenario, canta sentado en el suelo, incordia y soba a su hermano Noel mientras toca, y termina flipándolo el solito. Porque total, ¿quién necesita a nadie cuando va tan tan tan así?
Guns n’ Roses
Arranca ‘Welcome to the jungle’ y es exactamente ahí cuando Slash se gira con los ojos como platos al tomar conciencia de lo horriblemente mal que lo están haciendo. Duff y Matt le miran con el lógico acojone. Ay, esas cañitas vespertinas que terminan yéndose de las manos durante la noche, tú.
Prince
La historia es la siguiente. James Brown invita a subir al escenario a Michael Jackson y a Prince durante un concierto. Jacko lo borda y el público aúlla. Prince hace el cafre todo lo que puede, sin duda pasado de vueltas. Aún así, ojito al talento rezumando. En su descargo decir que tal vez la colaboración no estuviera preparada. Pero hombre, aún con esas tampoco está bien que casi se cargue el escenario… (04:55 del video, por favor).
Nirvana
Incapaces de comenzar a tocar ‘In bloom’, la audiencia silva y ruge. Finalmente lo logran y siguen con un concierto que, por otro lado, acabó con conatos de peleas entre Kurt y algunos asistentes. Lo de Nirvana fue algo absolutamente anómalo en todos los malditos sentidos y por eso siguen estando vivos.
Amy Winehouse
Lamentablemente, no son pocos los videos que muestran a la británica no precisamente en plenitud de facultades cognitivas. Aquí termina en el suelo después de intentar una pequeña pirueta no tan complicada. Bueno, y lo que puede verse antes tampoco es que sea una asombrosa demostración de talento.
Avril Lavigne
La rubita proyecto de malota se sube a escena junto a Steel Panther para versionar el clásico I love rock n’ roll de Joan Jett. Seguro que cualquiera de vosotros lo hace mejor en un karaoke ‘after hour’ a las siete de la mañana. Mejorarlo difícil no es (aunque tampoco es para tanto, solo es un rato de escapismo).
Yosi
El líder de Los Suaves, convenientemente retirado desde hace ya unos años después de una caída del escenario en Santander, ganó a pulso la fama de descontrolado inmortal que le precedía allá por donde pasaba. Tanto que seguramente en muchas ocasiones no sea del todo cierto. Leyenda viva del descontrol, mejor que se cuide y que dure. Se lo merece.
Keith Richards
Al igual que Yosi, la fama de calavera de Keef está más que asentada en la cultura popular de nuestro tiempo. La gente discute en los comentarios de este video acerca de su estado, pero estamos de acuerdo en que lo que se ve en el minuto 01:12 parece aclararlo todo.
Ace Frehley
La descripción de este video no puede ser más concisa. “Ace borracho en el escenario, contando chistes malos y cantando Louie Louie”. Eso es lo que pasa, efectivamente. Como casi todos, tuvo tiempos mejores el guitarrista original de los KISS.
Jim Morrison
Vale, esto no sucede en un escenario, pero el vocalista de The Doors tiene público (sus propios compañeros de banda) mientras desvaría sentado ante un piano. Obviamente se desconoce lo que había estado haciendo o consumiendo antes, pero algo intoxicado vamos todos a aceptar que sí parece.
Billie Joe Armstrong
Lo más plausible de esta actuación es que el cantante y guitarrista de Green Day fuera capaz de terminar la canción en cuestión. ‘Good riddance (time of your life)’. Porque no empieza del todo bien, aunque parece que la cosa se endereza paulatinamente… mas no. Al final todo acaba en un despropósito emitido en directo para la posteridad.
Keith Moon
Forma parte de la leyenda autodestructiva del rock aquella velada de 1973 en San Francisco en la que el baterista de los Who se desplomó sobre sus tambores debido a una generosa ingesta previa de alcohol (brandy, concretamente, con lo que pesa eso) mezclado con tranquilizantes para caballos. Un fan tuvo que salir a ocupar su puesto en la que, sin duda, fue la oportunidad de su vida.
David Lee Roth
En 1983, Van Halen eran la banda del momento. Y recibieron una oferta millonaria del cofundador de Apple, Steve Wozniak, para actuar en el US Festival californiano. «David Lee Roth fue majo y cordial cuando le conocí, pero prácticamente se caía del escenario, olvidando las letras y balbuceando», dejaría escrito el empresario en sus memorias.
Reik
Jesús, vocalista de la banda de pop mexicana, directamente admite que estuvieron tomando algo en los camerinos. A partir de ahí se crea cierta complicidad, pero claro, es que luego se puso a desafinar con una sonrojante falta de decoro. Un poquito duele, eh, aunque entre el público hay quien opta mejor por reírse.
Ozzy Osbourne
No, aparentemente no es él el que va borracho. La cuestión es que mientras la banda interpreta el clásico War pigs, un individuo llega hasta el micrófono cargando sobre sus hombros una intensa melopea. La cosa acaba con un curioso dúo que, sorprendentemente, no sale tan mal como podría.
Robert Wilkinson
Que se sepa, no es un músico. Sí parece claro que no está en un escenario, pues su único público son los policías que le llevan arrestado a comisaría en el coche patrulla. Pero su intensa interpretación a capela del Bohemian Rhapsody de Queen pone los pelos de punta. Y quien diga lo contrario, o miente o corazón no tiene. Si bebes, por cierto, como te decía Stevie Wonder en los ochenta, no conduzcas: no seas un hijo de puta peligroso.