Lugar: Sala La Riviera. Madrid
Fecha: 31 marzo 2000
Asistencia: 1.700 personas
Artistas Invitados: –
Precio: 1.800 pesetas
Músicos: Carlos Tarque (voz), Santiago Campillo (guitarras), J. Antonio Otero ‘Oti’ (baterista), Ricardo Ruipérez (guitarras), Pascual Saura (bajista), Luis Prado (teclados)
Setlist: Chilaba y cachimba, Eres funky, ¿Dónde está la revolución?, Quédate a dormir, No quiero verte jamás, Perdido en la ciudad, Miro atrás, 39 grados, Donde el río hierve, Mujer norteña, Usar y tirar (con snippets de Start Me Up e It’s Only Rock n Roll, de los Rolling Stones), Setenta y nueve, Llamando a la Tierra, Un buen momento, Vuelve
El descubrimiento del 2000, sin duda alguna. A ver, ya conocía a M-Clan desde mucho tiempo antes y sabía que me gustaban, pero nunca les presté la atención necesaria, hasta que se cruzó en mi camino la posibilidad de verles en directo, por fin. Fue justo antes de pegar el pelotazo de Llamando a la tierra (versión de Serenade, de la Steve Miller Band), y en un momento en el que estaban abandonando poco a poco su aspereza rockera de los primeros años para dirigirse hacia derroteros más cercanos al pop-rock, por obra y (des)gracia de Alejo Stivel, ex-miembro de Tequila y productor de su exitoso disco Usar y tirar (2000).
Este cambio les permitió abrirse a un público más amplio y, seguramente, lograr el objetivo de vivir de la música. Creo que este era el momento justo para disfrutar de M-Clan, puesto que Usar y tirar es un trabajo envidiable, con grandes temas como Chilaba y cachimba, Quédate a dormir (que me impresionó la primera vez que la escuché, en este concierto, y ya no salió de mi cabeza), el trallazo de Mujer norteña, la calurosa Despierta y las refrescantes 39 grados y Eres funky. Los nuevos temas quedaban en esta gira perfectamente entrelazados con otros enormes como ¿Dónde está la revolución?, Perdido en la ciudad, Donde el río hierve o Un buen momento, tema con el que finalizó esta actuación.
La cuestión es que a la mañana siguiente de este concierto me levanté y me dirigí como un zombie hasta la tienda de discos Madrid Rock para comprar el cd, sin más, sencillamente porque estaba convencido de que lo que había descubierto tenía un gran valor. Fue una de esas revelaciones que se tienen de vez en cuando, en ese punto en el que ves claro el camino a seguir y te dejas llevar. Disfrute al máximo.
Se trataba de una banda que todavía mantenía intacta su pegada rockera, a pesar de parecerse cada vez más a Los Rodríguez en los medios tiempos. Pero es que claro, ahí estaban Carlos Tarque como vocalista, como showman-torbellino dotado de la mejor voz del país para el rocanrol (siguiendo la estela de Rod Stewart o Chris Robinson de los Black Crowes), y con Santiago Campillo a las guitarras. Puro Rock como no es fácil encontrar en su mejor momento.
Tocar en La Riviera fue la confirmación definitiva de que el grupo murciano había encontrado su propio hueco. A pesar de que no se vendieron todas las entradas ni de lejos, estaba claro que habían llegado para quedarse, pues mostraron una solvencia enorme y lograron una buena conjunción entre los viejos rockeros fans y los nuevos radioformulables seguidores (algo que se iría difuminando poco a poco con el paso del tiempo…). Este fue, sin duda, un buen momento. Su buen momento.
La revista Los+Mejores Rock Magazine lo vió así:
En el perídico EL MUNDO, Esteban Pérez, contaba:
El haber conseguido un disco de platino (100.000 copias vendidas en España) con Usar y tirar (1999), su último álbum, no parece haber afectado mucho a M-Clan a la hora de plantearse sus conciertos en directo.
El único cambio reseñable dentro de este apartado podría ser la parte de repertorio que ocupan las nuevas canciones. El resto sigue la línea ya marcada desde sus inicios por la banda murciana: mejorar cada año. Hoy en día, M-Clan ofrece un sonido homogéneo y compacto, un grado de calidez que cuaja enseguida entre la audiencia y una dinámica instrumental que exhíbe el progreso personal de cada uno de los miembros de la banda.
Dentro de esa trayectoria las cosas cada vez parecen más fáciles para un grupo que muestra la bandera de las formas clásicas y el gusto por las canciones antes que por las actitudes. Apoyados por músicos complementarios en los teclados y percusiones, el grupo defiende su material con mucha más riqueza y solvencia que en giras anteriores, arreglando las piezas Un buen momento (1995) y Coliseum (1997) cediendo el primer plano a la sencillez en contra del virtuosismo en el que antes se movían.
Ello ha traído consigo una mayor conexión con el público mayoritario y un gran reconocimiento a su obra más reciente. En muchas ocasiones el hacer las cosas más sencillas genera mejores resultados y evidencia un mayor talento.
No quedó exento el concierto de los habituales guiños que los componentes del grupo realizan siempre a fin de involucrar a su audiencia: un par de versiones de los Stones (Start me up y It’s only rock’n’roll, interpretadas junto a Alejo Stivel), una buena recreación de su éxito Llamando a la tierra (una adaptación de Serenade from the stars de Steve Miller Band) o el recuerdo de su fantástico Vuelve.
La revista Todas las Novedades también contaba unas cositas:
A estas alturas de trayectoria igual podemos decir que M Clan ha comenzado a ocupar el puesto que, por derecho, le corresponde dentro del rock nacional. Siempre se ha dicho de ellos que son una de las mejores bandas en directo de este país, pero, sin embargo, a la hora de vender discos, y en relación con las de sus compañeros de género, sus cifras no dejaban de ser bajas. Ahora, con «Usar y tirar» las tornas han cambiado, el grupo se ha ido hasta las cien mil copias vendidas y el público mayoritario conoce básicamente su oferta. Eso no puede ser sino positivo dado que, con que te guste la música (sea la que sea), es sumamente fácil que te gusta la de M Clan.
Los murcianos tiran de lo clásico, tocan muy bien y, encima de un escenario, defienden su nuevo material con una solidez aplastante. Si bien antes se les podía tachar de demasiado virtuosistas o de excesivamente clásicos, su giro hacia la sencillez les ha puesto en una mejor situación y les ha facilitado lo que más les gusta: un mayor contacto con el público. Con ésas, M Clan no tiene más que exponerse como realmente son para llevarse a casa un exitazo detrás de otro. Cuentan con repertorio, lo exponen con una madurez y solvencia exquisitas, comunican la calidez que les caracteriza fuera de la escena y, para colmo, muestran su agradecimiento dejando esas miguitas que van diciendo siempre que eres un buen tipo. En el caso de su concierto en La Riviera las gracias fueron para Alejo Stivel, el productor de «Usar y tirar». Carlos Tarque y los suyos no tuvieron reparo a la hora de sacarle a las tablas para, entre recuerdos stonianos, marcarse con él el tema que da título a su exitoso álbum.
Pero no era sólo con Alejo con quien los murcianos querían cantar esa noche. En más de una ocasión la banda ha tocado en La Riviera con numerosos huecos entre el público y en esta ocasión no podían desperdiciar que más de dos mil personas se hubieran congregado para verlos. Continuamente su vocalista se arrimaba a la gente, la pedía participación con gestos evidentes e, incluso, se animaba a reivindicar la concesión del 0,7% en medio de «Llamando a la tierra», la versión del tema «Serenade from the stars» de Steve Miller y Chris Mc Carty que ha puesto a los murcianos en todas las radios de este país.
El final de la noche llegó con «Vuelve», una de las canciones bandera del grupo que, de haber salido como single de presentación de su primer álbum, podía haber significado un debut más exitoso. La banda decidió entonces dejarlo apartado para recuperarlo en «Coliseum», su segundo disco. Escuchándolo en La Riviera se demostraba que es una de esas canciones que tolera perfectamente el tiempo y que, además, es un plato exquisito para cerrar una gran noche.
La web del grupo: www.m-clan.ws
Este es un buen foro sobre el grupo.