zigarros

Los Zigarros en Changó: ¡No disparen al pianista!

Crónicas

La última vez que vi a Los Zigarros la cosa terminó con dos o tres miles de personas supurando rock, danzando bajo una lluvia de cervezas con las luces encendidas del WiZink Center preguntando a gritos al unísono ¿qué demonios hago yo aquí? Nadie sabe muy bien qué pasó, no tiene explicación, no se puede enseñar paso a paso en la universidad. Sencillamente es lo que pasa cuando esta banda se pone a tocar: no vuelve a crecer la hierba.

Como la vida es lo que pasa entre concierto y concierto, la siguiente vez que veo a un grupo, en este caso Los Zigarros presentando nuevo disco en la sala Changó, retomo desde donde les dejé la última vez. Y pienso que si aquella ya penúltima hubieran sacado un piano para un bis habría habido unas cuantas mandíbulas estrelladas contra el suelo. Por la excitación de la distorsión y el mono de la inconclusión, se entiende.

Pero aquí estamos, ni un año después, en otra dimensión y un piano con su teclado en el mismísimo centro del escenario. Que dirás, pues vale, si el piano es un instrumento de toda la vida del rocanrol de cuando el rocanrol era peligroso para los jóvenes. Su esencia, vaya. Y sí, es verdad. Pero que Ovidi se siente a tocar las teclas no es una sorpresa menor o, dicho de otro modo, es una sorpresa mayor (ja).

RELACIONADO

La cosa es que estamos en una probatura para prensa, invitados y algunos muy fans. En una sala pequeña, que ya no es territorio zigarro al menos en la capital. Y todo el mundo, os lo aseguro, mira directamente al piano con las pupilas como platos soperos. ¿Qué hace ese piano ahí? Bueno, es que tengo entendido que han cambiado mazo. Ese tipo de conversaciones. A mí, resumiendo muy a lo tonto, me parece que los Beatles han entrado en la casa para echar a los Stones. Un poco solo.

La cosa empieza con ‘Rock rápido’ y parece que seguimos en el WiZink Center. Es el empalme de cable a tierra perfecto entre aquella noche y esta. ‘No pain no gain’ también nos da esa impresión, aunque ya tiene un rollazo glam que tira para atrás. ‘Aullando en el desierto’ es Tom Petty sonando por la ruta Big Sur de California. ‘Acantilados’ tiene un rollo de urgencia tribal que les queda de puta madre. ¿Pero entonces el piano ese para qué? Tranquilidad, todo llega, siempre hay un motivo inesperado para regresar a Barcelona.

Porque es en esa, en la que se llama ‘Barcelona’, en la que Ovidi se sienta al piano y cambia el ambiente de la sala. Mira, que me viene Robbie Williams a la cabeza, aunque en realidad es totalmente Beatles (la copia suele llegar a la cabeza antes que el original si ocupó ese espacio después). Mirad, es lo que es, hay una mirada a las armonías vocales de los Beatles, a la forma de hacer de los Beatles y hasta un melotrón por ahí (y en alguna otra del disco).

MÁS RELACIONADOS

Una letra en primerísima persona, además, como casi todas las nuevas, que son declaraciones de amor una detrás de otra. De repente cambia el tempo, entra Álvaro en plan Brian May y definitivamente tenemos a Queen muy dentro. Es un tipo de épica rock que no existía en los callejones en los que gastábamos las noches de entonces.

‘Por fin’ tiene ese rollo booggie saltarín que es absolutamente zigarro, aunque ahora el piano está en tu cara. ‘Como quisiera’ es un medio tiempo juguetón todo honky tonk. ‘Bolas de cristal’ es un poco el ‘I was made for loving you’ de los Kiss incluso. Que es un rollo tirar de comparaciones, pero opino que es un lenguaje compartido sobre el que sustentar una conversación mejor y una conclusión inesperada. Ovidi sigue al piano, macho.

‘Mis ojos’ es un pop-rock con una cadencia en las estrofas que me vuelve loco y ‘Casarme contigo’ resulta ser un despendole a lo Led Zeppelin en llamas estrellándose contra una iglesia repleta de novias y novios emperifollados en llamas debajo de (oh, sí, otra vez) una lluvia de cervezas. El grupo ha venido a tocar el nuevo disco entero, por primera y quizás última vez, y ahí está Ovidi profundamente intimista cerrando esta parte confesional al piano con ‘El monstruo’.

Es un giro de guión ya otras veces visto y en el que nunca sabremos del todo la influencia de Leiva como productor, pero parece claro que desde lo visto en la Changó, Los Zigarros se abren y esperan más. Mola más que la vida, pero no hay nadie como AC/DC, no hay más Motörhead, los Rolling Stones son los que son. Yo creo que, queriendo o no, hay una apuesta por llegar a más gente, que se llegó a un punto ya conocido por otros en el que hablar de cajeras de supermercados, chicas que se suben a coches de otros y fiestas interminables sigue molando pero mola un poquito menos.

A todo que sí

Que se puede seguir con eso y se sigue, porque hay que decir siempre ‘A todo que sí’. Pero de verdad, no como Felipe a la OTAN, «de entrada no». No seas trilero, no seas Felipista de mierda, dilo de verdad: ‘A todo que sí’. Es una velada esta diferente y mola justo por eso. Ahora queda la traca final, la que, como en las fiestas de tu pueblo, todos esperan después de haber atendido antes y haber gritado «ooooh», haber comentado y haber aplaudido a los colorines de los cohetes (que a veces se caen y todo lo prenden, que no se os olvide vuestra mortalidad bajo la pólvora, es un truco, gente).

Hoy aquí hay vida a tumba abierta. Que se levanten los muertos que no se reconocen en el espejo sin afeitar. ‘No sé lo que me pasa’. La lucha de tigretones que por la noche son tigres y por la mañana ratones que es ‘Resaca’. Contagio inapelable por proximidad. ‘Voy a bailar encima de ti’. No te lo tomes a broma cuando tu chica tiene una porra de goma, principalmente porque estás ‘Dentro de la ley’.

Vuelve a llover cerveza. No es una metáfora, es algo que sucede cada vez que acaba un concierto de Los Zigarros donde sea. Y mientras ponía un paraguas del revés para coger unas gotas como quien intenta atrapar caramelos para los críos en la cabalgata de los Reyes Magos pensaba «proteged a Ovidi, que a nadie se le vaya la pinza que hay gente muy loca cuando le cambian las cosas que le importan». ¡No disparen al pianista, es el que tiene el súper poder de que llueva birra!

SIGUE A MERCADEO POP EN

Comparte
Tagged

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *