Aquí tienes los riffs de guitarra más famosos e indudablemente fáciles del rock. No busques más. Aunque te digan que no, te mienten: sigue molando tocar la guitarra. No hay nada más molón. Para ti y para los que te atiendan. Con los vúmetros en rojo, bordeando lo insano para el cerebro. Eso es rocanrol.
Nunca fue algo especialmente complicado. Saber enchufarse bien al ampli suele ser el requerimiento no ya único, sino en definitiva principal. Os recuerdo que si subís el volumen de la guitarra al máximo (no espero otra cosa) y os acercáis con la debida actitud al amplificador igualmente a tope encontraréis todas las respuestas necesarias sin saber colocar ni un dedo en el mástil.
Son riffs fáciles de guitarra porque ese acople gozoso del averno os dejará sordos y os convertirá en héroes. Dicho lo cual, para molar hay que tocar. Todo lo que no encaja en este lema no pinta nada entre nosotros pero, más allá de chorradas, esta es una cosa divertida que, al mismo tiempo, nos hace sentir un poquito viejos, si bien aún guerreros. Vamos allá con los riffs más famosos y fáciles del rock, pues sabemos que por mucho que pasen los años no estamos jamás solos.
‘SMOKE ON THE WATER’ (1972)
Seguramente sin proponérselo, Ritchie Blackmore ideó para el álbum ‘Machine Head’ de Deep Purple uno de los fraseos de guitarra más interpretados de la historia. Tan simple como efectivo, su influencia entre las siguientes generaciones de aspirantes a músicos es mastodóntica. La iniciación para cualquier guitarrista pasa necesariamente por esta sucesión sí o sí. Luego ya si eso ‘Highway star’ o ‘Perfect strangers’ que, como todo lo demás, ha hecho con extremo talento Steve Morse a lo largo de los lustros. De cómo canta Ian Gillan, Jesucristo del rock, ya hablamos otro día.
‘HIGHWAY TO HELL’ (1979)
Aparte de la constatación de que lamer enchufes siendo crío puede resultar beneficioso a la larga, Angus Young nos recuerda que el rock empieza por LA, RE, FA, SOL. Solo hay que darle intención. A pesar de estar en el pelotón de las leyendas vivas, o justamente por eso, lo cierto es que algunos de sus riffs más populares no son especialmente complicados. Gloria bendita siempre que no tengas los santos cojones de tocarla en acústico, momento en el cual fallecerás ipso facto por motivos obvios. ¡Todos hacemos trompos en llamas haciendo el infierno!
‘YOU REALLY GOT ME’ (1964)
Ray Davies escribió este clásico instantáneo de los Kinks, que se basa en riff ejecutado con ruidosos acordes de quinta, lo que de alguna manera lo convierte en precursor no ya del hard rock, sino incluso del entonces lejano punk. La (esplendorosa, emblemática y legendaria) posterior versión de Van Halen en 1978 no hizo sino engrandecer su legado, ya de por sí dinosáurico.
‘SATISFACTION’ (1965)
La inspiración asaltó a Keith Richards en sueños. Le cogió por sorpresa, pero en un momento en el que otros buscan a ciegas una palangana, el guitarrista de los Stones pudo levantarse, encender una grabadora de casette y tocar el riff antes de volver a dormirse. De un golpe de creatividad tan pintoresco no puede salir algo especialmente complejo, pero sí absolutamente atemporal. Esta es la historia de ‘Satisfaction’ ya más de medio siglo después.
‘LA GRANGE’ (1973)
Esta canción de ZZ Top siempre está presente en todas las listas sobre estándares de guitarra. Seguramente se deba a que cincuenta años después de su alumbramiento todavía sigue sonando como un inapelable rodillo eléctrico capaz de tumbar al más impertérrito. Y otra cosa te voy a decir: si después de un par de intentos no eres capaz de sonar por lo menos algo parecido, estás jodido.
‘COMMUNICATION BREAKDOWN’ (1969)
Por supuesto que Jimmy Page compuso para Led Zeppelin algunos otros pasajes de guitarra mucho más legendarios que ni vamos a mencionar por obvios e imitados. Pero la urgencia simplona, de nuevo casi punk en esencia, de este ‘Communication Breakdown’ aún sigue influyendo a nuevas generaciones de guitarristas con demasiada prisa por aprender a tocar alguna cosa resultona. Eso sí, los aspirantes a bajistas que no traten de imitar a las primeras de cambio la labor de John Paul Jones, bastante más compleja.
‘IRON MAN’ (1971)
Nadie a estas alturas puede discutir que Tony Iommi es un auténtico dios de la guitarra. Capaz de crear ambientes ciertamente terroríficos, pesados, densos y angustiosos. Su talento nos regaló el heavy metal más groove y portentoso. Eso precisamente es lo que hizo con ‘Iron Man’, uno de los temas más famosos de Black Sabbath, perteneciente a su álbum ‘Paranoid’ de 1970. Pura iconografía sónica del rock. La cara de Ozzy esculpida en piedra en la cadera del David de Miguel Ángel quiero. O en lugar de la Gioconda, en su defecto.
‘SMELLS LIKE TEEN SPIRIT’ (1991)
El mundo nunca volvió a ser igual después de que la MTV estrenara el videoclip de este clásico de Nirvana, que se abre con la cortante y atemorizante guitarra de Kurt Cobain. No inventó nada, pero supo transmitir su agonía personal al instrumento que por algún motivo por descubrir sostenía. Ahora es fácil saber que iba a canalizar los sentimientos de toda una generación, pero vivirlo en el momento presente fue algo que nos pone muchas medallas. Sencillote como todo lo que hacía la banda de Seattle, aunque con una poderosa carga destructiva que conectaba de manera fulminante con el público.
‘ENTER SANDMAN’ (1991)
Metallica entraron en los noventa enfadando a sus más fieles seguidores por cierto ablandamiento en su sonido. Blanqueando, que se dice ahora. Pero facturando, a su vez, su disco más vendido hasta la fecha, conocido popularmente como ‘Black Album’ por el color de su portada. ‘Enter Sandman’ abre este trabajo con un fraseo de guitarra magistral de Kirk Hammett, que hasta hoy han debido interpretar unos mil trillones de guitarristas en todo el mundo conocido. De hecho, como ya sabéis, hay tiendas donde está prohibido y me parece normal, porque está chupao y sois unos mataos.
‘ENTRE DOS TIERRAS’ (1990)
Aunque la voz de Bunbury se lleve todo el reconocimiento, lo cierto es que las guitarras de Juan Valdivia eran las que realmente aportaban peculiaridad sonora a Héroes del Silencio Siempre complejo y difícilmente imitable para los novatos, es verdad también que su gran éxito ‘Entre dos Tierras’ se abre con un riff de guitarra que casi cualquiera podría tocar después de unos cuantos minutos de intenso aprendizaje colocando la cejilla. Casi cualquiera y hablamos del riff inicial, con su eco y su todo, pues luego ya es inimitable todo lo que ocurre después, digno de un virtuosismo que seguimos aclamando.
‘BLITZKRIEG BOP’ (1975)
En un reportaje sobre canciones facilonas para tocar con la guitarra no podría faltar el punk y no podrían faltar los Ramones, alegato macarra de la simpleza musical hecha leyenda. Porque nunca se complicaron en exceso a la hora de componer. Pero ahí estaba Johnny Ramone para rasgar las cuerdas de su instrumento como si le fuera la vida en ello como hecho diferencial. La vida contra la muerte en tres acordes y un grito de guerra. En realidad, de eso (nunca de amor) van todas las canciones de rock.