La última buena canción de U2 fue

Artículos Mercadeo Pop Radio

Partamos de la base del coronavirus y el confinamiento en casa que, por supuesto, en esta familia practicamos. Partamos de que les estoy jodiendo dicho confinamiento repasando discografías aquí ya conocidas por todos, incluso los más pequeños. Partamos de que esto es un juego que con suerte nos salvará el culo mañana.


Partamos de que ‘The little things that give you away’ es una obra maestra y está en ‘Songs of Experience’ (2017), el último disco de U2. Y que antes estuvieron las que queráis: ‘Moment of surrender’ (2009), ‘Original of the Species’ (2004), por supuesto ‘Kite’ (2000). Es una ruta tan claramente marcada que lo que diga os va a importar tantísimo como a los que este sábado se han ido a pasar el día a La Pedriza en plena movida del virus cabrón. Pero yo, aún así y por eso, voy a hablar.


No sin antes reiterar mi amor eterno por ‘The little things’, una canción que por sí misma quita toda opción de seguir escribiendo esto y que, por ende, reafirma a U2 como lo que es. Que no lo voy ni a decir, mamarrach@s confinad@s un sábado en la noche. Venga va: U2 es, en la noche de este sábado extraño, una certeza.


Los discos de la experiencia y la inocencia me los salto pero, ay ladrones, ya los quisiérias cualesquiera de vosotros a los casi sesenta. Será que no hay mandanga de la buena ahí. Hay ahí, aún cuarenta años después, mucha más mejor mierda de la que siguen haciendo Coldplay, The Killers y Muse, por citar a los tres aspirantes que resultaron trémulos. Seguramente haya que ser irlandés para escalar tan alto, queridos.


Voy desde el presente hasta el pasado porque lo que pasó ya lo sabemos y es incontestable e induscutible hasta 1993. Desde que empezaron hasta ‘Stay’ todo es, en mayor o menor medida, la polla (estaba buscando una hipérbola metafóricamente guapa pero no hay nada mejor que pensar en una gran polla en este caso, cada cual la que quiera). Para nosotros ‘You’re the best thing about me’ es ‘Surimi Wasabi’. La Polla Records.


De la experiencia, a ver, pues ‘Love is all we have left’ que es una maravilla minimalista, ‘The little things’ que es mi bandera, ‘Love is bigger’ que podría ser un hit si viviéramos en otro mundo. De la inocencia, puff, qué difícil, son tantos viajes en coche por la M30 con mis pequeños cada vez más mayores: ‘Every breaking wave’, ‘Song for someone’, ‘Iris’, ‘Volcano’ o ‘Raised by wolves’. Este fue el último disco que realmente escuché con frución y será asi para siempre, seguro. Y tiene significado por mis niños, que si no, nada. Todo lo que venga será ya como un eco. Y bastante me duró, qué suerte tuve.


Del ‘No line’ (2009) me gusta mazo ‘No line’ y ‘Breathe’ me alucina. Creo que esta última era una canción que estaba ahí y que podía haber sido como otra inacabada pero mejor, no sé, por ejemplo, ‘Please’ (1997). Ambas dos canciones inacabas que ya de por sí tienen la movida dentro. Quizás más terminadas serían peores, como ‘Mercy’, que no me apetece ahora recordar de dónde coño salió pero es, claro, la mejor: tal y como estaba, así en plan maquetero. Una canción de la que no somos dignos.


Pero que llegamos a la bomba. Al ‘How to dismantle an atomic bomb’ (2004). Un disco bueno, un disco para sentarse a cenar con él. El del 1, 2, 3, 14, claro que sí. Fueron años locos para mí y así lo recuerdo todo. ‘Miracle drug’ muy guay, ‘Sometimes’ un casi a tope. Si hay en este disco una canción con mayúsculas es ‘Original of the species’, todo Beatle ahí, todo bonita. ‘All because of you’ son los Who. Cosas así.


Fíjate que estoy con ‘Crumbs’ y siempre me gustó mucho. Me llegaba. Le veía, más allá de la letra que también, ese rollo rockerazo adulto, no sé, buenos riff y una melodía convincente. El estribillo aún hoy me está jodiendo la vida. A mí está me gusta. Pero no es. ‘Original of the Species’ podría perfectamente ser porque es una pequeña gran maravilla: «Baby, slow down. The end is not as fun as the start. Please stay a child somewhere in your heart».


Sí que tengo mil dudas más, retrocediendo, de si en ‘All that you can’t leave behind’ están las últimas dos mejores canciones de U2: la ternura de la resaca que se apaga mientras regresas a casa de ‘In a little while’ o la oda al cantante de Inhaler (jaja) que ha resultado ser ‘Kite’ (bueno, quizas ambas, ¿no?)


Ambas dos especialmente acertadas, ambas dos muy caritativas con nuestras almas pendulantes que tienden hacia el lado oscuro. Negar ambas dos sería de ser un capullo mierdero, de manera que, por el contrario, me las pido. Pero también sería de una de esas caridades que pide Boniato dejarlo aquí. Vamos más atrás.


Porque pasa, por otro lado, que si tuviera que levantar una catedral con pajaritas de papel, lo haría con ‘Please’. Una catedral en sí misma. Yo creo en las catedrales donde entra cualquiera, sin carnet y cuando le sale. Eso debe ser una catedral, igual que una canción. Y yo soy el que está en la puerta cortando los tickets para entrar a ‘Please’ solo que, sabéis, os dejo que os coléis.


Soy ese tipo de puertas. Haced lo que os de la puta gana. Entrad a ‘Please’, que no por nada estaba unida a la canción que más espacio ocupa en mi corazón: ‘Where the streets have no name’. El devenir de la vida las unió en 1997 cuando parecía que no cuadraba nada pero veis, en 2020 es cuando no cuadramos de verdad en nada ni en nadie. Y seguimos hablando lo cual es definitivamente maravilloso.


Esto iba a acabar aquí pero ya tenemos un bis en plan con las camisas sin botones. Hostia ‘Gone’. Hostia ‘Last night on Earth’. Hostia puta el maldito ‘Pop’. Me lo compré una mañana de febrero en el ‘sunny’ Madrid Rock y hasta hoy. ¿Sabes cuando la heroína cuesta 15 pavos? Pasa que no hace falta ni recordar todo lo que antes ocurrió. No hace falta que lo recordéis, porque ya os lo estoy contando yo.



Comparte
Tagged

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *