La plataforma de venta de entradas Wegow ha difundido este miércoles un comunicado en el que anuncia que entra en preconcurso de acreedores. «Un paso que, si bien es difícil, consideramos necesario para buscar soluciones que aseguren la viabilidad futura de nuestro proyecto», apunta la empresa ticketera.
«Como tantas otras empresas culturales, hemos sufrido el impacto de una combinación de factores que han debilitado nuestra estabilidad financiera. Las consecuencias aún palpables de la pandemia, la inflación de costes estructurales o la incertidumbre del consumo cultural», plantean.
Comunicado de Wegow sobre el preconcurso de acreedores
La compañia tiene tres líneas de negocio: Wegow Tickets, Wegow for Brands y Bracelit: «La más afectada por la situación es Wegow Tickets, desde la cual estamos trabajando activamente en la propuesta de soluciones par los promotores en el contexto del preconcurso».
Esta medida, según la ticketera, no implica la paralización de sus operaciones, sino que busca «reordenar» su actividad para «recuperar la normalidad». «Somos plenamente conscientes de los inconvenientes que esta situación puede generar y, por ello, mantendremos una comunicación abierta y constante», termina el texto.
Promotores y artistas, los afectados
Ante esta situación, son los promotores de conciertos y festivales, así como los propios artistas, los que se quedan vendidos con toda la incertidumbre, a la espera de saber si podrán recibir las liquidaciones por las entradas vendidas a través de Wegow que tengan pendientes.
Valga el mensaje de la banda Veintiuno al respecto para resumir (sin nombrar), el sentir general de todos los afectados: «Cierta empresa nos debe una fortuna. Nosotros vamos a dar nuestros conciertos religiosamente, a pagar a nuestra crew religiosamente y ya nos apañaremos. A nuestro público no le va a afectar en nada. Me piden que no diga más, cuando podamos lo haré. Y no somos los únicos, ni a los que más».
Fue hace casi un año cuando Wegow se vio envuelta en una lamentable polémica después de que su director de ventas, Enrique ‘Bubby’ Sanchís, protagonizara un ataque fascista en la Feria del Libro de Madrid. A partir de este suceso, algunos artistas anunciaron públicamente que no volverían a vender sus entradas con la compañía, que a su vez despidió al trabajador, supuestamente también fundador.