De entre todas las cosas inesperadas que están ocurriendo en 2020 la más reciente es que vuelven Amistades Peligrosas. Porque implica la reconciliación de sus dos miembros fundadores y de más éxito: Cristina del Valle y Alberto Comesaña.
Su andadura musical comenzó en 1991 y se desarrolló durante toda aquella década con algunos pelotazos de esos inmortales del pop español. Aunque los problemas de venían de antes, se mantuvieron en activo hasta 2005. Y ahí empezaron los cambios y las batallas.
Peleas por un nombre artístico que Alberto registró en algunos países latinoamericanos donde actuaba con otra cantante. Mientras tanto, a su vez Cristina hacía lo mismo en otros lugares y también le reemplazaba con otras parejas a lo largo de los años.
Y así un montón de movidas que ambos contaron por separado a Vanity Fair hace un par de temporadas (lectura recomendada porque es todo un culebrón de los de antaño).
Según cuentan ahora a El Español, el reencuentro ocurrió este verano en un concierto de Mastodonte en IFEMA (Madrid). Allí pasaron horas charlando y se pusieron los mimbres para una reconciliación que llega a tiempo para el treinta aniversario en 2021.
«Soy Alberto Comesaña. Soy Cristina del Valle. Somos Amistades Peligrosas y por fin ha llegado el treinta aniversario y lo vamos a celebrar con todos vosotros», dicen en un vídeo publicado este jueves, en el que sonríen como si nada hubiera pasado.
Y remata Cristina: «Queremos daros las gracias desde el corazón infinitas por estos treinta años de amor y apoyo incondicional y por haber hecho posible este sueño».
Regresan anunciando ya un nuevo single titulado muy propiciamente ‘Alto el fuego’, que podremos escuchar más pronto que tarde y servirá como adelanto a todo un nuevo álbum para celebrar esos treinta años del grupo.
Una reconciliación que, como casi todas después de años de trifulcas, resulta inesperada pero al mismo tiempo y precisamente por eso, inspiradora.