VARRY BRAVA. FOTO: JOSÉ DAVID SÁNCHEZ ‘CHARLY’ |
Varry Brava pasaron casi todo 2017 presentando su anterior disco, Safari emocional, editado en noviembre de 2016. Y tanto desenfreno creativo desarrollaron durante esos meses que, de manera espontánea, repentinamente se vieron con toda una nueva colección de canciones quemándoles entre las manos.
Básicamente eso es Furor (Hook Ediciones Musicales, 2018), su cuarto álbum, ya en la calle como fruto de unas sesiones frenéticas de grabación, frescas y divertidas de la mano de su productor Raúl de Lara y el ingeniero Antonio Illán.
Y esa actitud despreocupada es uno de los principales valores del variopinto resultado final, que además ya están presentando de nuevo en la carretera en su propia gira interminable, que lleva toda la primavera de aquí para allá. Y lo que le queda.
«En Furor tenemos una canción máquina, dos canciones pop, otras latinas, otras ochenteras, alguna guitarrera…», resume a Mercadeo Pop el vocalista Óscar Ferrer, quien destaca que «incluso dentro de una misma canción» en ocasiones plantean «desarrollos musicales diferentes». Así las cosas, Furor es, en definitiva, Varry Brava en estado puro.
Dejándose llevar por sus impulsos, pusieron en pie canciones como Satánica, con un sonido ochentero que es puro Tino Casal, en contraposición con otras como Nada personal (más indie rock guitarrero), La ruta del amor (máquina valenciana de los noventa) o El sitio perfecto (más tropical y latina bailable).
«En este disco hay canciones que te pueden gustar mucho y otras que nada», concede Ferrer, antes de que el guitarrista y teclista Aarón Sáez apunte que a su productor le llegan otras bandas diciendo que quieren sonar como Varry Brava. «Pero una cosa es que quieran y otra que se atrevan, porque las horteradas que nos marcamos produciendo, grabando y componiendo hay que llevarlas para adelante. ¿Tú eres así de hortera? Si no te sale no lo vas a soportar», lanza entre risas.
Toma la palabra entonces el guitarrista Vicente Illescas para subrayar que «este disco es el más heterogéneo de todos» los que han hecho, a pesar de lo cual para él «tiene sentido que sean esas canciones y en ese orden». Y es en este punto cuando retoma la palabra Ferrer para preguntar a sus compañeros: «¿Pero hay alguien más ecléctico que nosotros en la historia de la música?
Responden Sáez e Illescas con carcajadas que se le contagian al vocalista, quien insiste en su planteamiento a pesar de todo: «Pero si lo nuestro son recopilatorios todo el rato. No hacemos discos, haces un recopilatorio al año. «¿Qué tienen que ver nuestras canciones entre sí? Si son como de bandas diferentes».
Esta idea lleva al propio Ferrer a plantearse si les iría mejor «acotando un poquito más los géneros», a lo que Sáez responde que si a estas alturas pensaran que su manera de componer «tiene algo de negativo», sería «gracioso» porque se lo han «pasado por el forro desde el principio».
«El eclecticismo es lo que más nos distingue de todas las demás bandas, no escribir peor ni mejor, ni tocar peor ni mejor», concluye el cantante, al tiempo que reitera que no encuentra ningún grupo en el que «cada canción sea un mundo». «Se podría desarrollar la personalidad de una banda o de un disco a partir de cada canción que hacemos», destaca, antes de que Sáez remate entre risas: «Somos unos creadores de universos. Prácticamente hemos creado la humanidad y venimos a destruir el indie».
Pone algo de cordura Illescas relatando cómo hay gente que sí que se les acerca diciéndoles «que tal cosa es muy Varry», a lo que él les responde «y eso qué es». Por eso resume: «Al final, por mucho que hayamos picado de aquí y de allá, algo se nos reconoce aunque no sé a qué se refieren. Debe haber un punto en común y es que es muy Varry».
Con semejante vendaval de influencias, explica Óscar Ferrer que al final solo te puedes guiar si algo «te hace gracia y te flipa», porque eso significa que «la idea vale». «Y si luego no gusta pues es que estabas flipando de verdad», bromea, a pesar de lo cual Sáez coincide y afirma que «si haces las cosas gozándolo de verdad no te arrepientes».
Y aún prosigue el teclista: «Nosotros hacemos lo que nos apetece, mientras que otras bandas han tomado la decisión de copiar hasta el infinito a Supersubmarina, a IZAL o a Vetusta Morla porque se lo pide el corazón. Si haces una buena canción va a entrar y da igual la manera en que la hagas».
CAMINO INDEPENDIENTE
Con la premisa de hacer siempre lo que les guste, Varry Brava prosiguen su camino de manera independiente, ya que, según destaca Ferrer, «muchas bandas están generando mucho dinero y público sin estar dentro de la industria». «Hay gente que hace cosas estupendas, luego hace un pequeño contrato con una multi y eso les termina bloqueando creativamente porque no sabes lo que firmaste», señala.
Y es que, a su juicio, «no siempre es bueno estar con una multi». Por eso, recuerda que aunque ellos estuvieron a punto de firmar por una, ahora se alegra de no haberlo hecho porque les va «bien» y pueden marcar sus propios tiempos. De la misma idea es Sáez, quien sentencia: «Tengo la sensación a veces de que las multis y las discográficas son un poco como el señor Burns de Los Simpson cuando se viste de jovenzuelo».
Sin que nadie decida por ellos, por tanto, el grupo alicantino se dirige hacia su décimo aniversario con un único plan, que pasa por tocar y «que la gente disfrute del disco», tal y como coinciden los tres. «Llevamos un show potente y divertido y vamos a hacer una gira por salas», resalta Vicente Illescas.
«Es un esfuerzo grande y por muy bien que vaya económicamente no es gran cosa, pero siempre es genial hacer tu propio concierto de dos horas. Además, si no haces salas y te descuidas, puede pasar que nadie quiera pagar una entrada por ti porque la gente piensa que ya te verán gratis», reflexiona Sáez quien, en cualquier caso, anticipa que harán también tantos festivales como puedan. Todas las fechas del grupo las puedes consultar en www.varrybrava.com.