¿Serán Los Rodríguez la próxima gran banda en reunirse?

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FOTO: Ricardo Rubio

Desde su separación allá por 1996, la reunión de Los Rodríguez es de esas que están siempre latentes en el ambiente. Pero más allá de aquellos shows de 2006 con Andrés Calamaro y Ariel Rot, no más.

Sin embargo, en ‘Sol y sombra’, la biografía oral de Los Rodríguez escrita por Kike Babas y Kike Turrón (BAO Bilbao Ediciones), Ariel habla muy claramente sobre su postura en este asunto.

«Por mi parte, por supuesto, siempre queda la puerta abierta a Los Rodríguez: el encuentro musical con Andrés ya sea en el salón de mi casa o para tocar rancheras en un bar. Toqué con Andrés durante diez años, ambos estamos activos y en forma, es absurdo que no…«, confiesa el guitarrista en, literalmente, el último párrafo del libro.

Esos puntos suspensivos, después de 319 páginas de recuerdos, bien podrían señalar el camino hacia un futuro que es, por pura definición, inconcluso. E indescifrable también en sus caminos inescrutables.

La senda hacia esa reunión parece marcada en esta ocasión, pues en 2019 Ariel y Andrés se juntaron con el batería Germán Vilella -los tres miembros vivos del grupo- para grabar una versión de ‘Princesa’ para el disco de homenaje a Joaquín Sabina.

El trío había retomado el contacto hace unos cuatro años cuando Germán creó un grupo de Whatsapp. «En seguida empezó la ebullición. Nos empezamos a enviar todo tipo de cosas. Pero nunca se habló de reuniones musicales», relata en el libro.

Sí admite David Bonilla, de Warner Music, que en la discográfica «siempre» andaba con la «idea de que se juntasen para girar«, pues consideran algo aparentemente obvio: «Que sería un éxito».

Fue el propio David quien propuso que los tres grabaran como Los Rodríguez esa versión de ‘Princesa‘, por ser una de las primeras canciones que tocaban juntos en sus primeros ensayos, en los tiempos pretéritos.

Calamaro rememora la grabación: «Grabamos con Ricky Falkner y José Nortes. Ricky tocando el bajo y José en la ingeniería y la curaduría de guitarras. Pancho Varona estuvo de testigo bendiciendo este servicio a la música. Grabamos un lunes y nos fuimos a casa a comer empanadas argentinas y recordar anécdotas insólitas. Terminamos al día siguiente, con la guitarra de Ariel».

La relación está ahí, eso queda de manifiesto en ‘Sol y sombra’ y quedó bien claro en su presentación días atrás. Ahora mismo es imposible, claro, estamos todos pandémicos y vivimos en un sindiós continuo.

Pero estos tiempos revueltos pueden ser, por contra, la inspiración para que, cuando se pueda, ocurra. Tras estos meses de oscuridad, necesariamente tienen que regresar los tiempos brillantes. ¿2022? Repitiendo las palabras de Ariel: «Es absurdo que no…».

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