Second + Ellos (2011) Joy Eslava. Madrid

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Lugar: Sala Joy Eslava
Fecha: 1 julio 2011
Asistentes: 500 personas
Artistas Invitados: Second, Ellos, The Monomes, Jabón Blue
Precio: Gratis

A ver, que ya no sé cómo decirlo pero lo voy a repetir por penúltima vez hoy. Tenéis que ver a Second en directo. Es una obligación porque no hay tantas bandas que merezcan tanto la pena. Como si de un comercial de ONG a la puerta de la Fnac de Callao se tratara yo me paso las horas dando la brasa a quien tiene la mala fortuna de escucharme y sabéis qué, anoche teníamos ambientazo. No diré que llenamos solitos la Joy, pero sí que éramos un grupo musculoso, de esos que cuesta mantener unidos. De entrada, pidiendo copas de más. Es que joder, la barra es muy larga y con diferentes flancos, así que cuando no hay comunicación terminas viéndote con dos pelotis, uno en cada mano, algo que no es un problema, oh claro que no, de hecho es divertido, pero tampoco es del todo lógico. Claro que, bien pensado, los viernes de veranito en la ciudad nada es lógico. No es lógico buscar la paz del sueño en una bañera, pero eso lo han visto mis ojos.

Horas más tarde algún integrante de la expedición lamentaría que estos excesos improvisados le impidieran llegar en plenitud para ver a Camela en Callao (¿queréis las códigos de los baños del Rodilla? El de chicos 2222 y el de chicas 2323, da nada), pero eso lo contamos luego. Ahora toca reafirmar la potencialida de los Second, cada vez más Joy Division en directo, siempre épicos, siempre sudorosos, siempre elegantes, siempre lamentablemente underrated. Discutimos sobre esto y es un rollo porque llegamos a un acuerdo en tres segundos: merecen más, mucho más. No son famosos a nivel general, aunque en Murcia sean casi dioses, y esto es intolerable.

Les hemos visto cuatro veces en directo en dos meses y todavía quedan ganas para más. Eso sí, ya estamos hartos de verles sólo 45 minutos, siempre en festivales. No pudimos acudir a su cita en la Joy del pasado abril, cuando la llenaron ellos solos, y ahora nos quejamos. Esperamos con desesperada ansia. Porque nos convencen siempre y siempre nos dejan con ganas de más. Cómo va a ser de otra manera si tocan ‘Mañana es Domingo’, ‘Demasiado Soñadores’, ‘N.A.D.A.’, ‘Rincón Exquisito’ (repetiremos, la mejor canción de lo que va de siglo, hala, ahí es nada), ‘Rodamos’ o ‘Autodestructivos’. ¡Cómo va a ser de otra maldita manera! Un temazo detrás de otro, un gancho detrás de otro, sonando a muerte. ‘Muérdeme’ es… es… es… dios, es. Hay momentos en que Sean, pedazo de vocalista, es flanqueado por una Telecaster y una Rickenbacker, ¡cómo de otra manera va a ser!

Buscamos en Google el por qué de Sean y nos encanta, es que nos abrazamos, al descubrir que es un acrónimo de José Ángel. En cuarenta minutos nos han pasado muchas cosas, hemos sentido de todo, nos hemos enfadado, nos hemos reconciliado, hemos gastado dinero a expuertas, hemos hecho amigos en los baños, hemos tocado el cielo y hemos querido morir. Incluso los camareros y los seguratas nos sonríen. Precisamente por eso se nos hace corto, porque estamos viviendo tanto que no lo asimilamos. La bola de discoteca del techo es incapaz de girar a nuestro ritmo. Fran Guirao, batería, nos recuerda a Lars Ulrich levantándose y animando al personal. Suena ‘Autodestructivos’ y Sean muta en Chiquito de la Calzada. Automáticamente media sala hace lo mismo. Crescendo épicobestial, hemos nacido para bailar aquí y ahora, bailones del demonio.

Igual que vinieron se fueron, acabando con ese canto a las noches sin fin que es ‘Rodamos’ y que es algo así como nuestro necesario leitmotiv. Y sudamos mientras nos queda un soplo de aliento. El problema es que siempre tenemos aliento. En el interludio, de nuevo debate. Second tenían que haber tocado los últimos. ¿Quienes mierdas son Ellos? ¿Esos de qué van? Alguien lanza la frase: pop ultraligero de ínfulas sinfónicas. Se hace el silencio. La gente abre el círculo, bebe de sus cubatas desviando la mirada. El sentido del humor se vende caro en estos días indignados. Pero salen y, ay, es que eso son. Y aunque más Second queríamos, bailamos porque estamos en ese bonito punto, siempre codiciado, en el que nos queremos tanto y nos echamos tanto de menos a pesar de estar juntos, que sólo queda apretar los puños y sabernos imperecederos.

Sale Guille, rollito diva, vestido en plan White Stripes, camiseta blanca y pantalones rojos que nos encantan. Ya no tenemos dudas, padecemos de cardiopatía severa (chiste dolorosamente fácil). Tocan ‘Lo Nuestro’, ‘Hasta el Final’ (quédate conmigo hasta el final, hasta que ya no pueda más, ay), ‘Cerca’ o ‘Cumpleaños Feliz’ y resulta que nos gustan aún más de lo que ya sabíamos que nos gustaban. No es el ron, no, ¿sabes por qué? Porque recordamos todas y cada una de las canciones. Se trata de las canciones. Cartman, ¿quien te ha hecho esto? Ellos. ¿Ya pero quienes son ellos? Pues ellos, los HIJOSDEPUTA. Grrrr!! Cierran con ‘Lo Dejas o Lo Tomas’ y también se nos hacen cortos, muy cortos. Las big city nights (oh, los Scorpions, menudo riff tiene esa) de verano son cortas, muy cortas. Tan cortas que desorientan, pero alguien lanza el desafío: ¿no había en Callao algo?

Me zumban los oídos, bum bum bum, me palpita la patata, coño, Camilo Sesto, premio Mr. Gay 2011, flashazo, eso era hoy o es el sábado. Dios bendiga a los smartphones que nos guían en la noche con la diligencia fascista que ya Kubrick intuyó en los setenta. En cero coma nos plantamos en Callao y aunque Queen Latifah (clavadita, lo juramos) nos asegura que Camilo no va a venir, que todo era una broma, se equivoca. Camilo está aquí, impoluto en su traje blanco, más divo que nunca. ‘Vivir Así es Morir de Amor’ canta. La plaza canta, la plaza se estremece, él no hace falta que haga nada. Sólo ponte ahí delante unos minutos, ofrécete a la plebe, pero ojo, no demasiado, te devoraríamos. Esto sí que ha sido efímero. Pero excitante como pocas cosas. El mito se hizo carne inesperadamente. Seguimos viviendo demasiadas emociones, hay que ir con cuidado, Madrid ya nos ha fagocitado de una manera absolutamente sexual. Para cuando pretendemos buscar al ídolo en el backstage resulta que ya se ha ido en su Jaguar, aparcado en el maldito centro de la plaza, porque si él no puede, ¿quién?. Desolación. Bueno, en realidad no, pero una foto así valdría millones de libras.

La noche anterior vimos a Martirio cantando en Chueca y hoy hemos casi tocado a Camilo. Suenan Zenttric, que sólo quieren bailar. Anda mira, como nosotros, que hoy no queríamos mucho lerele después de un viernes agotador en la puerta de la SGAE buscando a Teddy (que hizo de Judas con Camilo en Jesucristo Superstar, décadas atrás ojito). Pero es que entonces salen Camela y es el delirio. Sin más. He tenido a mi lado a gente que no movía un músculo frente a Mick Jagger pero que ahora rompería cualquier pulsómetro. ¡Es que son Mariángeles, Dioni y Miguel Ángel! Tinoninoniiii y Callao tiembla. Ay ay y bailan como en la tele. ¿Son reales o son pokemon? Son genuinamente adorables y la gente los quiere con el toque justo de mitomanía y leyenda. También se nos escapa la foto esta vez. O estamos lentos nosotros, que vemos la vida pasar en slow motion, o el resto es excesivamente veloz.

Hay llamadas de móvil para cantar por Camilo y por Camela. Al otro lado sólo carcajadas de estupefacción. Tal vez alguno incluso estuviera durmiendo mientras todo esto sucedía a pocos kilómetros de su lecho. Hace falta valor, no hemos venido aquí para eso. Reproche encabronado. Mientras nos adentramos aún más temerariamente en la noche que no acaba alguien recuerda que todo empezó con The Monomes, un grupo de power rock que nos recibió con los brazos abiertos en la Joy antes de Second y Ellos y respecto al cual también hubo quorum: suenan muy bien aunque no hemos venido a verles específicamente. A pesar de eso llamaron nuestra dispersa atención y, fíjate, les recordamos. Aunque lo más fascinante es que Pati, que tenía carrera de bicis de empresa esta mañana, horas después ha ganado la medalla de plata. Eso es talento y no lo de Second. Ni lo de Ellos, ni lo de Camilo, ni lo de Martirio, ni lo de Camela. No somos dignos.

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6 thoughts on “Second + Ellos (2011) Joy Eslava. Madrid

  1. Espectacular noche. Second me gustaron mucho como siempre, ya son como de la familia, a Ellos los vi poco, es lo que tiene la ley antitabaco que al final te sales a fumar y te pierdes cosas buenas. Y luego Camilo y Camela, que más se puede pedir, pues nada, bueno si, tener un poco menos de resaca el día siguiente, pero supongo que será inevitable.

  2. Muy mal lo de poner a los pobrecitos Ellos los últimos. Los Second dejaron el listón demasiado alto. Bajonazo total. Aún así estuvieron graciosos, y a mí me gustaron. Los otros grupos me daban un poco igual la verdad.

  3. Me fui desde Zaragoza de propio para ver a Second, estuvieron a nivel internacional, muy grandes, un directo de lujo. Una banda que apasiona y convence a la primera canción.

  4. Viva "Muérdeme", Viva "Rincón Exquisito" y "Más suerte"!!!!…Joy Division en directo??? Una mierda Joy Division…. Esta vez me los perdí, pero volveré a escucharles…a más tardar en diciembre, espero que antes…. Ave Second!!!!

  5. Gran noche,planazo y gratis, cervecitas pre, concierto y bailes con amigos, y más y más fiesta!

    Camilo y su traje blanco,cómo deslumbraba!!

  6. HOla, lo mejor de todo es lo de PATI, es la más mejor, y la quiero un montón.

    Y tus crónicas me encantan, a ver si coincidimos en algún concierto.

    Bss, Ana.

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