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Rubén Pozo: «Johnny Cash tocando ‘Hurt’ es rock duro»

Entrevistas
Rubén Pozo está contento y dicharachero. Posa divertido para Ricardo Rubio, que le habla de Metallica mientras le hace las fotos. Recordamos aquel concierto en Vallecas en 1993. Hace tanto de todo, sí, pero nos reímos porque seguimos aquí y hemos venido a hablar de ‘Vampiro’, su nuevo disco. El cuarto en solitario ya. Así que venga, al lío. Cuéntanos.

Pues ‘Vampiro’ son diez canciones en un disco sencillo, no muy arreglado. Mi primer impulso era hacer un disco a voz a guitarra, pero luego decidí vestirlo un pelín, no mucho. Me dije ‘que sea un disco acústico pero con nada enchufado a la red…’ También me salté esa regla y al final he metido alguna guitarra eléctrica, algún hammond. Digo he metido porque casi todo lo he grabado yo, menos las baterías.

¿Y de dónde salen estas diez canciones?

Son canciones que he compuesto estos dos últimos años. Y es la vez que menos tiempo he estado componiendo las canciones. Quiero decir, siempre he tardado mucho en componer, semanas, meses e incluso años con alguna canción que no sé terminar. En este disco son todo vomitonas con letra y música casi a la vez. No he tardado más de un día en componer ninguna de ellas. He hecho ese ejercicio esta vez.

Las has dejado salir sin más.

Y me puedo equivocar, eh. Porque a veces tardas mucho en hacer una canción y pasan meses y ya ni te acuerdas de por qué la empezaste a hacer o qué querías decir. En este caso sí que, por ejemplo, tenía una emoción y notaba que una canción me iba rondando. Cuando eso pasaba, me ponía a ello y la terminaba en unas horas. Porque el sentimiento se pasa rápido y mañana no sientes lo que sientes hoy. No me ha dado tiempo a pensar qué estaba escribiendo.

Veo en esa dinámica cierta búsqueda del momento por encima de la perfección.

De hecho, hay algunos versos que me han quedado un poco que digo… ufff… en otros tiempos esto me llevaría semanas, porque sé que hay algo ahí que se podría cambiar. Pues incluso esos los he acabado dejando, jaja.

¿Ha sido igual de veloz la grabación o ahí te liaste más?

También igual al grabarlo. Lo he grabado con José Nortes en sus estudios Black Betty y no me ha hecho hacer muchas tomas, aunque sí probamos guitarras y cosas así. Lo que está hecho más rápido es el esqueleto de las canciones: letra, melodía y acordes. Es un disco sencillo, yo creo. Eso sí, si hay una canción optimista, es muy optimista. Y hay otras de triste, de hija puta, de buena gente. Una es de día y otra de noche. Todo muy de golpe así.

Los discos están tan  trabajados ahora que no transmiten como, por ejemplo, ‘Vampiro’, que suena muy honesto. Los discos antes tenían gambazos por todas partes y no pasaba absolutamente nada.

Hay humanos tocando en este disco. A mí me gusta que suenen dedos deslizándose por las cuerdas y los trastes. Yo quiero oír a una banda tocando, con fallos o sin fallos. Me encanta Led Zeppelin y ahí hay de todo, y John Bonham puede ser el mejor batería del mundo pero pega a veces donde no es. Ahora la tecnología te permite dejarlo todo perfecto. Pero yo qué sé, digo esto porque soy un pureta, jaja. Me gusta descubrir cosas pero que no descubrí en su momento y que son de los setenta, jaja. Y a veces me pongo mis discos favoritos, no sé, de Led Zeppelin o los Rolling Stones, para regresar a terreno conocido.

Todas las fotos son de Ricardo Rubio
¿Estas canciones son, como suele decirse, hijas de la pandemia?

Un poco sí. Por ejemplo, la primera que me salió es una que se llama ‘Mañana es lunes’. Yo tenía ganas de salir, como todos, y cuando se iba a acabar el confinamiento me dio el punto de que volvía el frenesí este de la vida moderna que vamos todos con la lengua fuera corriendo. Vuelve la movida de llegar a fin de mes, vuelve la angustia un poco. Leí que te podía dar eso que llaman el síndrome de la caverna, gente a la que le da cosa salir de casa. En ese momento, me daba la impresión de que era un gran lunes después de un fin de semana largo de confinamiento. Llegaba un superlunes y otra vez todo atascazo y todo el mundo corriendo. Me agobié y me salió esa canción la primera. El resto fueron saliendo en este año y medio.

¿Han ido saliendo por la noche y por eso lo de ‘Vampiro’? ¿Eres especialmente noctámbulo?

Han salido por la mañana, por la tarde y por la noche. Es verdad que, en general, se toca más de noche. Suena menos el móvil, jeje. Sí que he hecho lo de ponerme el despertador y estar ya con la guitarra a las 9 de la mañana. Pero hostia, yo tengo que divertirme. Es un trabajo, pero se supone que me tiene que gustar. Tiene sus cosas porque es un trabajo, pero me gusta componer y tocar y me veía ahí a las 9 de la mañana y mira yo qué sé, jaja. Dicen que el compositor serio está a las 9 de la mañana en ello… Pues yo no seré un compositor serio, pero a esa hora no me apetece tocar, jaja.

Bueno, con la pandemia vinieron los conciertos mañaneros, que parece que un poco se quedan.

Eso que llaman sesión vermú, sí. He hecho alguno y me han gustado mogollón. Como que se ha estilado de repente hacer esto y no está nada mal. Claro que lo digo porque no tengo 19 años. Igual me gusta ahora con 46 porque te tomas algo a mediodía y luego me acuesto a una hora prudencial, no sé, jaja.

Todas las fotos son de Ricardo Rubio
No es muy de vampiros eso, eh, jaja.

He sido, no vampiro, pero sí que desde chaval he tenido ciertos problemas de insomnio. Mi madre dice que siempre me ha costado dormir, pero una vez que me duermo soy un leño. Mira, anoche me acosté a las doce con un librito, a las siete y media me he despertado solo… y no es algo raro. Entre la pandemia la pandemia y que empiezo a ser un tarra de puta madre he cogido el ritmo este de madrugar como los ancianos. Pues será, yo qué sé, jaja.

Vamos cambiando de hábitos, usos y costumbres con el paso de los años.

Claro. ‘Vampiro’, la canción, dice «vivo de noche como un vampiro, cuando todos duermen estoy mejor». Pues mira, eso es que te pasa algo. Eres un humano, un animal social, y si estás por la noche mejor porque te dejan en paz a tus cositas y no quieres saber nada de nadie es que algo pasa. Esta canción me encanta. Suena canalla, aunque la canción no es canalla, no va de beberse o meterse todo por la noche y estar en casa cuando sale el sol para no deshacerse, jeje. Es más vampiro de casa, de que sea de noche, esté todo el mundo durmiendo y te dejen en paz.

¿Ya no te ves canalla entonces? Todos lo hemos sido o lo seguimos siendo a veces…

Yo hace años que no… no sé, lo de salir. Es que no salgo mucho. Ya salgo de concierto y me tomo un par de birras. Salgo más de día. Entrevista a alguno de los urbanos de ahora que lo están viviendo, jaja. Esos sí que salen, digo yo, que tampoco lo sé.

Todas las fotos son de Ricardo Rubio
De lo que sí hemos salido es de una pandemia. De esa caverna que mencionabas. ¿Crees que hemos salido mejores, como tanto se decía?

Antes y después de la pandemia, todo está igual. De verdad que creo que el humano tiene ahí un gen o algo que no sé… yo no sé si somos la especie elegida, no sé si nos vamos a extinguir y a lo mejor llegan los monos titís. O el próximo homínido que evolucione y tome conciencia de sí mismo. Igual son los cuervos, que les sale aquí el pulgar prensil del ala, porque al parecer dicen que son muy listos. O la ballena. Y nosotros tío, nos moriremos, porque nos dicen que nos estamos cargando el planeta y nos separan intereses económicos. ¿Qué nos pasa?

‘Abel y Caín’ es una de las canciones más potentes del disco y en ella reflexionas sobre este mundo en el que nos ha tocado coexistir. En la línea de lo que comentas, precisamente.

No quiero ser pesimista, pero lo soy un poco. Hay bandos, norte contra sur, rico contra pobre, Madrid o Barça. Estudias la historia, las guerras, tratas de justificar cosas como franceses contra españoles, chinos contra mongoles, pero ya nos peleamos en nuestro propio grupo de colegas, en la familia, la pareja, los hijos. Yo no sé. Es humano, pero ‘Abel y Caín’ se llama la canción y eran hermanos y uno mató al otro por celos. Está en la Biblia. Y en el teatro griego, el romano, Shakespeare. Tragedia, asesinato, parricidio, incesto, traición. Yo no sé tío. Nos llevamos bien un tiempo, nos tomamos unas cañas y somos muy colegas pero luego qué.

El disco se abre con ‘Gente’, una canción más optimista en la que propones cambiar odio por amor y defiendes que siempre es mejor un sí que un no.

Quería empezar el disco de buen rollo y de tranqui. ‘Gente’ es una canción que hice rápido como todas, de vomitona. Y me dije qué tontería, que simple. Pero como ejercicio hice una canción en dos horas y está bien así. Luego, por la tarde la toqué otra vez y pensé que era una tontería pero me daba gustito. Y así los días siguientes. Muchos días me despierto encabronado odiando cosas y gente. Tengo mal despertar, pero cojo la guitarra y en el café toco ‘Gente’ y me calmo. Es mi plegaria, es mi mantra matutino. Y como la he seguido tocando, ha ido al disco.

Es muy diferente de otras como la que comentábamos, ‘Abel y Caín’. En la que cuentas con Miguel Ríos, recordemos.

Pues mira, cuando hice la de ‘Abel y Caín’ me parecía que estaba llena de clichés. El Mediterráneo echo una morgue, las referencias bíblicas, el arca de Noé, la torre de Babel, la banca siempre gana, la ley del más fuerte, somos un número… Pero al día siguiente la seguí tocando y me daba gustito. A veces una canción son los clichés exactos con la melodía y los acordes exactos. Cada vez me fue gustando más. Y a Miguel Ríos le gustó, se apuntó y ha sido un encanto de predisposición y de ganas.

Tú tendrás ganas de salir de gira ya como antaño.

Claro. Yo he estado tocando en pandemia a guitarra y voz, que me ha encantado. Sigo y tengo varios conciertos así. Una de las premisas de este disco es que es de tranqui todo. Si me pongo nervioso, no es el camino. Digo componiendo, grabando y ahora con la gira. Yo vengo tocando a voz y guitarra, sigo así. Ha salido el disco, ya después del verano estamos sacando unas fechas con banda y tal, pero de tranqui. Si me pongo nervioso, es algo que no está funcionando bien.

A tu ritmo, pero siempre constante. ¿Te ves haciendo una gira interminable como Bob Dylan?

Me encanta tocar. Yo no tengo la vida resuelta, vivo de esto y necesito tocar. Pero bueno, mientras dure… eso de que ya estás mayor para el escenario, no sé por qué. A los negros del blues se les permite envejecer, pero a los Rolling Stones da más palo, no sé por qué. Y no solo estos, ahí sigue precisamente Miguel Ríos dando bolazos. O Sabina. Yo ya estoy talludo. No talludazo, pero talludín, jaja. Y veo a los Stones y cantan ‘Satisfaction’, que cuando la sacaron era la satisfacción de los jóvenes. O los Who, que siguen tocando ‘My generation’. Yo espero poder seguir haciéndolo, y quien no quiera verme porque estoy viejo, pues que no venga. Algo mejoraré. A lo mejor no tendré la misma tal, pero algo de sabiduría de tocar, cantar y saber estar en el escenario habré sacado con los años.

¿Qué es el éxito para ti en 2022? ¿Lo mismo que cuando empezaste con Buenas Noches Rose o no tiene nada que ver?

Entonces el éxito era sacar un disco y salir a tocar en la furgoneta con tus colegas. En cualquier caso, creo que el éxito sigue siendo lo mismo. Sacar un disco, con tus colegas o solo, porque ahora me atrevo a hacerlo solo. Y mira, cuando me llegó este disco me emocioné como siempre, me dije otro más, lo he conseguido. Estoy muy contento. De los míos, este disco es el mejor, jaja. Para quien no me conozca mucho es una buena puerta de entrada. Tiene diez canciones, es manejable, tiene mucho acústico, que es una sonoridad más amable para el oído. Aunque ojo, aunque tenga mucho acústico me parece un disco de rock, dentro de que las etiquetas no molan y todo eso. Johnny Cash tocando y cantando ‘Hurt’ para mí también es rock. Rock duro, totalmente.

Y editas ‘Vampiro’ en vinilo. ¿Eres clásico en eso también?

Apetece tenerlo en físico, pero comprendo los tiempos en los que estamos. Yo también escucho Spotify. Me compro lo que me mola que te cagas para tenerlo. Al mismo tiempo, si me encuentro por ahí con cualquier mercadillo o tienda de discos me llevo vinilos sin querer, no lo puedo evitar. En casa me lo he currado con esto, porque se me rompió el plato, yo tengo bastantes vinilos y dije ya está se acabó, los regalaré. Pero no, me he vuelto a comprar un plato guapo, me lo he montado que te cagas, me he hecho un nuevo sistema con un bafle guay aquí y el otro allá. Es un rollo darle la vuelta y tal, pero siempre tengo un día que me pongo mis vinilitos, aunque en general tiro de móvil.

Todas las fotos son de Ricardo Rubio

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