Radio Boniato en tiempos de apocalipsis

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Es lógico que penséis que me importa más U2 que mis hijos, pero la verdad es que sí. Dicho lo cual, también diré, añadiendo, que no pensaba yo escribir más de Bono y su crew en una larga temporada, pero en estas que te levantas pandémico y te entra un vídeo nuevo que no es solo un vídeo, sino un concierto completo.

Hablamos, concretamente, del conci grabado oficial de la gira ‘Experience + Innocence’ con la que tan bien lo pasemos en septiembre de 2018 en dos veladas consecutivas en mi queridito WiZink Center de Madrid. Cuando uno recibe esto, con su link de YouTube y toda la pesca, ni pregunta ni hace prisioneros: procede.

Y como estoy procediendo, pues me está latiendo la patata, me estrá trotando el colodrillo. Que está guapísimo, caramba. Se registró esto en la última noche de dicha mencionada y citada gira, el 13 de noviembre de 2018 en el Mercedes-Benz Arena (puto branding) de Berlín. No estaba así previsto, pero este fue el conci de propina para paliar la pérdida de voz de Bono allí mismo en septiembre de 2018.

De manera que empecemos por esto último: hostia cómo canta el pajarito a sus entonces 58 otoños. Los fans de largo recorrido recordamos que pasó su época Jon Bon Jovi, sin llegar a semejante espanto, hace algo más de veinte años. Y ahora, fíjate, está incontestable el mamonazo de pé a pá. Sobre todo, seguramente, cuando al inicio de ‘Even better than the real thing’ brama «I’m fucking Bono!» Es el puto Bono.

Estoy viendo todo esto por primera vez mientras afuera el cielo de Madrid cae a plomo sobre las calles vacías. Qué disparate llevamos todos encima. Relampaguea el cielo a lo lejos como si se viniera de a poquito un apagón, que es justo lo que nos faltaba para rematar la majadería colectiva. Un buen ‘Blackout’ con dos pelotas, el rayo de AC/DC en la frente y yo bailando bajo la lluvia saltándome el estado de alarma para acabar esposado.

Esa imagen veo en mi cabeza mientras grito «¡Es Berlín 2018 hijos de puta! ¡Clavan ‘Dirty day! ¡’Stay’ full band! ¡Canta mejor que nunca! ¡Me gusta hasta ‘Elevation’!» La realidad es que hubo amago de tangana porque mi más pequeño quería poner a Second y, mira que yo les quiero, pero me he cuadrado porque estoy viendo por primera vez una grabación de U2 y eso es parte de un ritual vital que dura ya treinta años. No sé de qué planeta viniste, pero no me vas a cortar el rollo (¿el amago se materializó y?)





Suena bien, por supuesto cuenta con muchos billetes para registrar una producción que ya de por sí cuenta con infinitos billetes. Así de bien lucen ‘Lights of home’ y el revival punko de ‘I will follow’ y ‘Gloria’. Podría ponerme finolis y todo eso, pero básicamente está guay, tí@s. Mola un huevete. ‘Beautiful day’, pues eso, se nubla por comparación ante la majestuosidad de ‘Dirty day’ y toda la perorata de Boniato sobre su padre. Que es fantástico porque afina un relato que se disloca al prescindir de toda la trama original de la gira anterior y complementaria.

Pero vale, lo compramos porque luego se viene todo el torrente del ‘Achtung baby’ y hay que ser muy inconsciente para negarse a ‘Zoo station’ y ‘The fly’ como en los años locos. Y clavan ambas. ‘Stay’ con los cuatro es cosita fina y lo de ‘Who’s gonna ride your wild horses’ me anima a callarme para que escuchéis solo el pitidito que se queda al final con los aplausos. ¿Solo lo escucho yo?

Contra todo pronóstico (no) y aunque nos joda, ‘Elevation’ en vivo siempre será un cañón. Toda la parte del escenario canijo me la cepillo enumerando ‘Vertigo’, ‘Even better than the real thing’ y ‘Acrobat’. Pero ahora, a todo pasado, regreso para recordar que en vivo es la parte que más y mejor funciona, la que más conecta. Caemos con todo el equipo, impepinablemente, con ‘You’re the best thing about me’ en acústico porque si algo tiene esta canción es el riff eléctrico. ‘Summer of love’, sin ser tampoco una catedral, aguanta el tambaleo.

Un poco naftalina la parte de ‘Pride’, ‘Get out of your own way’, ‘New year’s day’ (esta mucho sí en vivo y aquí) y ‘City of blinding lights’ (que no termino de entender el cariño, pues es un ‘Streets’ de segunda). Hay un breve deceso con ‘Women of the world’ y una chapa guapa de Bono de esas que me da igual lo que diga, que yo lo que quiero es que hable y hable y me diga cositas al oído. No pares nunca de follarnos la oreja.

Entra sin avisar el pregrabado de ‘One’ y estiro el cuello sin querer y lo saco de la puta pantalla del ordenador. La ‘One’ buena que, sin ser la que en mi memoria es la buena, sigue resultando de las de chitón. ‘Love is bigger than anything in it’s way’ es un poco Coldplay chusquero pero aún así mejor que Coldplay, evidentemente.

Y se cierra todo con ’13 (There is a light)’, que pone fin a este teatrillo tan personal como inimitable. Es una canción muy bonita, la verdad. Y ayer decíamos que ‘Please’ es la última canción verdaderamente buena de U2 y lo pondré en mi epitafio de la misma manera que Bono pondrá «Gracias por darnos una gran vida». Pero sin tocar ‘Please’, esta banda se sobra: y no hay ninguna en la historia, a este nivel, que siga reventando cada vez más y más con ya casi sesenta años. No hay precedente: asumidlo.

Me he abierto otra cerveza y he vuelto hasta ‘Zoo station’. No querría que pensárais que no me gusta U2. «Suena cojonudamente esta banda, es la del viejo del de Inhaler, ¿sabéis? Unos pollaviejas de manual como sus molestos fans que acosan a Elijah» (dramatización no exenta de verdad). Pues bien, cuando el padre del de Inhaler se pone chulo no hay nadie que le chiste ni media y aquí despliega todo su arsenal, aún resultón tanto tiempo después.

‘The fly’ es otra cosa seria, editadísimo hasta la muerte para que quede todo impoluto como si el rock n’ roll lo hubiera inventado El Puto Corte Inglés. Sí. Pero es que así tiene que ser ante las cámaras porque, de lo contrario, te encuentras con Jimmy Page renegando de ‘The songs remain the same’ durante toda su dichosa vida. Y eso es una putada, jaja, lo cual, al mismo tiempo, me hace risa porque soy mala persona, seguramente.

Vuelve Bono a recordar que si grababan en los Hansa, que si Brian Eno, que si tal. Y lo que coño diga, sobre los acordes de esa cosa tan bonita que es ‘Stay’, me da igual. Lo que le pido a este cantante irlandés que ahora tanto se parece a Robin Williams es que, ya que el otro nos daba los buenos días desde Vietnam, él siga hablando y cantando en la Radio Boniato que todos los que hasta aquí hemos llegado llevamos dentro.

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