Placebo (2012) Joy Eslava. Madrid

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Lugar: Joy Eslava. Madrid
Fecha: 5 de julio de 2012
Asistencia: 1.000 personas
Precio: Con invitación
Artistas Invitados:

Setlist: Kitty litter, For what it’s worth, Battle for the sun, Ashtray heart, Soulmates never die, Every You Every Me, Special Needs, Speak in Tongues, Black eyed, Meds, Bright lights, Teenage angst, Song to say goodbye, The bitter end, Post blue, Infra-Red, Taste in men


¿Vosotros habéis visto la peli de ‘Piraña’? La buena, la que daba cosica, miedo, reparo, la de 1978, la que acojonaba, la que te quitaba de crío las ganas de meter los pies en la fuente del barrio en aquellos locos veranos de vagabundeo sin rumbo. Bien, pues nada, absolutamente nada, puede compararse a un evento gratuito en el que se ofrece rock, música y bebida por la patilla.

La cosa empieza tímida, como con cierta elegancia, pero tres horas después de la apertura de toriles, cuando la banda se despide entre vítores desde el escenario, cualquier atisbo de gentileza es fruto de tu imaginación. Hamburguesas canijas y cerveza gratis para refrescar el gaznate obran el milagro reversible.

Nada nuevo bajo el sol en cualquier caso, pues humanos y estómagos agradecidos somos todos. A todos nos gusta que durante una hora nos ceben con pinchitos chulos y refrigerios variados. Menos nos gusta que cuando a eso de las nueve se apagan las luces, nos clave Mercedes un mega anuncio de 20 minutos para promocionar el lanzamiento de su nuevo vehículo Clase A.

En realidad estamos ante un trato justo, por tanto, con el suculento aliciente de poder disfrutar de Placebo en vivo y de cerca. Por los motivos que sean, que todos intuímos, la banda se ha embarcado estos días en una pequeña gira junto a la marca de autocarros que les ha llevado por pequeños locales de París, Roma, Zurich, Hamburgo y Madrid. La Joy Eslava se llevó la pedrea en el caso patrio.

Entre unas cosas y otras la espera se hizo interminable y tediosa, pero hizo el personal borrón y cuenta nueva cuando se apagaron las luces y aquello atronó como una excavadora hurgando en tu yo más íntimo con ‘Kitty litter’. Joder, Placebo no han venido a juguetear, han venido a demostrarse a sí mismos que siguen teniéndolo a pesar de que su actividad en los últimos dos años ha sido más bien escasa.

Porque estos pequeños conciertos, aparte de lucrativos, seguramente también son una buena oportunidad para probarse de cara a sus presentaciones ante públicos más amplios y «más en serio» a partir del Low Cost de Benidorm a finales de este mismo mes de julio. Todo ello mientras trabajan en su ya avanzado próximo disco, que esperan publicar el próximo año, algo que ya va tocando eh, pues ‘Battle for the sun’ data de 2009.

Como suele suceder siempre en los saraos en los que no se pasa por taquilla, el público es raro, variopinto, entre lo fanático y lo descaradamente casual. Sea como sea, no fueron pocas las chiquillas que terminaron bailando descalzas sobre las mesas de la Joy, blandiendo al aire sus cervezas y coreando con más o menos conocimiento del asunto.

Y es que aquello sonó como un tiro, con Brian, Stefan y Steve (el batera, un máquina eunuca), rocosos, oscuros y épicos a partes iguales, ayudados, también hay que recalcarlo, por otros tres músicos en segundo plano y rotando instrumentos. «Hola amigos y amigas, hermanos y hermanas, pendejos y pendejas», bramó el vocalista, especialmente simpático y comunicativo. Se les nota frescos, tal vez rejuvenecidos, seguros de lo suyo. Y la cosa funciona.

Tras una socarrona crítica a los «cíclopes» que están viendo el concierto a través de sus cámaras y teléfonos celulares, van sucediéndose ‘Every You Every Me’, ‘Special Needs’, ‘Bright Lights’… Todo fluye cada vez más fanatizado y gritón, entre millares de cambios de guitarra del amigo Molko (no bailó dos seguidas con la mísma el truhán), hasta el parón previo a los bises con las muy celebradas ‘Song to say goodbye’ y ‘The bitter end’.

En los pisos superiores de la Joy hay quien amenaza estentóreamente con arrojarse descamisado sobre el personal, sin duda poseído de una insoportable pasión en un tramo final dominado por la contudencia de ‘Post blue’, ‘Infra-Red’ y ‘Taste in men’. Pero nada, nada, tranquilidad, la cosa queda en broma simpática fruto del síndrome de locura fanática transitoria.

La historia se acaba tras noventa minutos y la gente agacha la cabeza resignada. Pero oye, si mientras vas saliendo te ofrecen algo de comida y te puedes parar en la barra a refrigerarte sin que te sientas violado en un repugnante callejón, lo mismo hasta te acuerdas de la marca que te ha invitado a barra libre de Placebo, algo que nunca viene mal en estos tiempos gilipollas que atravesamos todos juntos de la mano miembros de una iglesia. Cienciológica, por supuesto, por el amor de Katie Holmes.

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2 thoughts on “Placebo (2012) Joy Eslava. Madrid

  1. Muy buena crónica jajajaja, no hay manera de acabar un jueves mejor, gran concierto, gente muy variada, incluso rara, pero todo muy divertido!

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