Nora Norman: "Todas las tardes al volver del colegio me sentaba delante del tocadiscos a escuchar a Stevie Wonder"

Nora Norman: «Todas las tardes al volver del colegio me sentaba delante del tocadiscos a escuchar a Stevie Wonder»

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Después de tres años afincada en Madrid, Nora Norman (Sabadell, 1992) es ya un pequeño gran secreto a voces. Más aún tras el lanzamiento en abril de su primer disco, Chaos, que presenta este jueves 10 de mayo en la sala Joy Eslava de la capital -dentro del ciclo Madtown Days by Jim Beam- y el sábado 12 de mayo en la Sidecar de Barcelona.

«Tengo muchísimas ganas, que se transforman en miedo, adrenalina, emoción e ilusión. Es una efervescencia de sentimientos bastante grande», confiesa a Mercadeo Pop entre risas la catalana, quien tiene también muchas ganas de presentarse en Barcelona para mostrar a su familia y amigos lo que anda «haciendo por ahí».

Producido por Milo García y mezclado y masterizado por Óscar Herrador en Madrid, Chaos puede definirse como un disco de neo soul, pero es en realidad mucho más que eso. Es tantas cosas, de hecho, que la propia Nora -quien debutó en 2016 con un primer EP homónimo que la situó en el mapa- ha inventado su propia etiqueta: ‘Acid chaos’.

«Es un compendio de muchos estilos que yo no quiero etiquetar porque para mí es algo tan personal que sería hipócrita conmigo misma. Pero como parece que todo el mundo necesita etiquetar las cosas y yo muchas veces me siento en un limbo musical que no puedo definir, me he inventado la etiqueta ‘acid chaos’. Las etiquetas al final no dejan de ser límites que nosotros mismos nos autoimponemos», reflexiona.

Más allá de las dichosas etiquetas, asegura Nora que el recibimiento de este primer álbum está «siendo muy positivo». Además, asegura que para ella es como «volver a empezar de cero» tras su EP de debut, algo que cree que le va a «suceder constantemente», ya que está convencida de que cuando «vaya a por el segundo» sentirá «las mismas ganas y los mismos miedos».





«Es tan personal que, si no sintiera eso con todos los lanzamientos y todos los conciertos, no lo haría», asevera, para acto seguido reconocer que para ella hacerse escuchar es una necesidad vital: «Cuando lanzas canciones, el miedo está siempre ahí porque es algo muy importante para tí. Es algo tan personal que quieres que la gente lo escuche. Si no fuera así no sentirías la necesidad de hacerlo».

Así las cosas, tras confesar que si todo ese esfuerzo cayera en «saco roto, el vacío llegaría» de manera instantánea, subraya además que cuando empiezas «inviertes todo tu tiempo, tu esfuerzo y tu capacidad mental y emocional en conseguir que tu música se escuche lo máximo posible».

«Y eso también genera mucho miedo, porque si no se escucha quizás no puedas seguir haciendo el siguiente disco. Eso también te hace aprender a ser fuerte a patadas, más aún siendo mujer, pues en la música hay un desnivel visible, que se ve, que es así, pero que también ha propiciado que bandas de mujeres se hagan más fuertes a base de picar piedra».





Aunque sienta con mucha fuerza esa necesidad de que su música llegue a la mayor cantidad de público posible, descarta entre risas la catalana adentrarse en el mundo del trap, básicamente porque no le llama en absoluto. Y aún admitiendo su tirón popular, también pone en valor el «crecimiento del soul y de la música negra en todas sus variantes».

«Eso me gusta muchísimo, porque siempre está ahí pero parece que está resurgiendo y eso me anima mucho. Siempre ha estado ahí y ahora sale a la luz de manera más visible. Eso también anima a más banda a adentrarse en este tipo de estilos. Esto sucede por necesidad de escuchar este tipo de estilos, que salen más del alma», destaca.

Y así, tras afirmar que ella se identifica «mucho con la música hecha desde los años ochenta hacia atrás», aclara que al final le gustan «estilos tan distintos» que podría pasarse «horas enumerándolos» y aún le «faltarían algunos».

Pero de toda esa amalgama de influencias sobresale un nombre propio por encima de los demás: Stevie Wonder. «Le he escuchado desde pequeña porque había una colección de vinilos en casa», resalta, al tiempo que se dibuja a sí misma dos décadas atrás: «Tenía mucha curiosidad por el funcionamiento del tocadiscos porque prácticamente no llegaba para utilizarlo y ahí estaban esos vinilos. Así empecé y hasta hoy».

Y aún prosigue relatando: «Esa colección de vinilos me la regaló finalmente mi padre por los últimos Reyes. Está incluso mordida por la perrita que teníamos entonces, me emocioné mucho y ahora ya es mía de verdad. Eso me remite a mi infancia, pues todas las tardes al volver del colegio me sentaba delante del tocadiscos durante horas a escuchar a Stevie Wonder. Terminaba rayando los vinilos por poner las mismas canciones todo el rato».

GIRA POR TODA ESPAÑA

Pero como de recuerdos no se vive, Nora Norman disfruta del presente y del futuro inminente que pasa por los conciertos en Madrid y Barcelona. Después será turno este mismo mes para Zamora (18 de mayo, La Cueva del Jazz), Mayorga (19de mayo, Bar Secretos), Ciudad Real (26 de mayo, Sala Nice) y Sevilla (31 de mayo, Sala La Calle).

«Quiero rodar el disco lo máximo posible para que se escuche lo máximo posible. Es lo que me gusta hacer y cuantas más fechas obviamente mejor. Aunque las fechas más grandes siempre sean en Madrid y Barcelona, hay tantos sitios a los que puedes ir para mostrar lo que haces que no tiene sentido cerrarse en banda, todo lo contrario, hay que ir», subraya.

Y para terminar, una declaración de intenciones: «Si no me dedicara a la música me sentiría una persona vacía. Es una necesidad porque me genera felicidad y por eso lucho todo lo posible por mantenerla y hacerla crecer. La música es una profesión muy vital, sensorial y emocional. Te hace soñar muchísimo y yo soy muy inquieta y muy curiosa, siempre me faltan horas al día para hacer todo lo que quiero».
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