Morgan cierra ciclo con Nina de lideresa de la resistencia
Morgan finalizó la gira de su tercer disco de estudio The River and the Stone con dos recitales consecutivos en Madrid. El primero en el Price, con el público sentado, y el último -el evento que nos ocupa- en La Riviera con el recinto hasta los topes. Los aficionados ocuparon posiciones bastante antes del inicio del concierto y, no pocos de ellos, estuvieron comentando las vicisitudes del bolo anterior. Incluso embutidos en sus recién estrenadas camisetas de la banda. Morgan es un culto para muchos.
Con puntualidad comenzaron Nina de Juan, Paco López, David Schulthess AKA Chuches y Ekain Elorza con el apoyo de los hermanos Planas: Willy al bajo y Gabi aportando coros, percusiones y teclados. ‘Planet Earth’ parece el tema ideal para iniciar el viaje, va de menos a más, las texturas van ganando consistencia y las teclas setenteras son el colchón ideal para unos pasajes guitarreros deudores de Pink Floyd o Jeff Beck. Continúan con ‘River’, la canción más exitosa de su último trabajo, y sus cinematográficos coros pavimentan un tema que eclosiona en un baile funk de teclados con refuerzo de congas. A todo ello le sumamos una sencilla pero cuidada iluminación. El éxito de lo orgánico en tiempos de lo artificial.
«Estamos un poco sensibles de más ante el final de la gira» la foto de Nina sale en el diccionario al lado de espontánea. Su nerviosismo al hablar es notorio, algo curioso cuando habitualmente canta para miles de personas. Ella misma nos explica cuánto le cuesta salir de su zona de confort y cómo vence sus miedos cada vez que se planta en medio del escenario. Para este concierto además cambió su estilo habitual, con space buns, botas altas y vestido de cuero.
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Los prodigios instrumentales prosiguen con ‘Blue Eyes’ y el magistral dibujo percusivo de Elorza, que demuestra en cada canción que ha mamado de los mejores baterías de los 70, apostaríamos que bastante de Brian Downey. Mientras, López se muestra tan melódico como potente en cada acometida, incluso ocupando el espacio central del escenario en pleno éxtasis de guitar hero. En general gustan de inicios intensos que desembocan en cabalgadas rutilantes, dinámicas catalizadas de maravilla por Schulthess.
Mientras tanto nuestra frontwoman favorita se consolida como lideresa de la resistencia. ‘Sargento de hierro’ arranca lágrimas en la primera nota, emoción que crece sin remedio con la voz de Nina y se sublima en el éxtasis guitarrero. No nos cansaremos de proponerlo: queremos versión extendida en directo, es un tema que tiene la épica inmortal de, pongamos, un ‘You Can’t Always Get What You Want’.
Nos perdimos a Miguel Ríos en el Price cantando El Río, pero los invitados especiales también llegarían al Manzanares. Xoel López cantó ‘El cielo de Madrid’ para alegría de todos los asistentes, tanto debajo como arriba del escenario. Se acercaba la traca final con ritmos más animados, incluida la música disco, con ‘Flying Peacefully’ -donde aparece la celestial ronquera de Nina- y ‘Thank You’ donde la cantante saca su rabia antes de unos extensos solos de teclados y guitarra.
En un suspiro llegó el bis, para el que escogieron canciones muy diferentes, las evocadoras ‘Volver’ o ‘Home’, sencillamente preciosas, contrastan con ‘Alone’ un tema catedralicio del mejor rock progresivo donde también se luce el bajista. La segunda invitada sería Aurora García con ‘Losin’ my Mind’, auténtico temazo de su época en The Betrayers donde su rotunda presencia y feeling empastó perfectamente con Morgan para una interpretación legendaria.
La mejor definición de como canta Nina es que ella respira, sus silencios y pausas son tan naturales que parece que cualquiera podría hacerlo a su nivel. Evidentemente no. También es un personaje de comedia maravilloso: la mejor cantante del mundo que se pone nerviosa al hablar y suelta tacos «Vaya puta maravilla, sois un puto milagro» en un humor involuntario que provoca las risas cómplices de sus compañeros, que también sonríen con admiración cuando la cantante no deja de dar las gracias a su equipo y se preocupa por dos asistentes que sufrieron -suponemos- sendas lipotimias. «Bebed mucha agua que hace mucho calor, cuidáos».
Se ha abusado del término indie tanto que hoy nadie diría que Morgan son indies, y lo son en el aspecto fundacional del término, ya que su propuesta artística está alejada del mainstream y además gestionan el resto de aspectos de la banda (logística, economía, tiempos, etc) sin los ritmos y exigencias que rigen esta industria implacable. Nosotros seguiremos apostando por sus tiempos y su humildad, aunque esperemos impacientes (no, Nina, no nos iremos) su próximo trabajo.
