Medina Azahara están de vuelta con su vigésimo disco de estudio y en 2019 cumplen cuarenta años de andadura musical. Doble motivo de celebración para la longeva banda cordobesa, siempre comandada por el vocalista Manuel Martínez, quien apunta a Mercadeo Pop que desde el principio, allá por 1979, el objetivo era tener una «trayectoria larga».
«Un grupo sin caducidad, pero que la fecha de caducidad la pone el público», prosigue, para luego defender la importancia de seguir un camino propio: «Cuando hoy estás de moda, mañana ya no lo estás y entonces dejas de existir. Por eso siempre hemos sido fieles a nuestros mensajes, a nuestros textos, a nuestra música, a nuestra forma de hacer las cosas. Cumplimos 40 años en enero y seguimos dispuestos a hacer cuanto más mejor. Es una carrera larga pero bonita».
Tercia entonces el guitarrista Paco Ventura para destacar: «Medina Azahara nunca hemos estado cerca de ninguna moda ni pendientes de ningún movimiento musical. Hemos hecho siempre cada disco arriesgando a todo o nada, jugando a sonar a Medina Azahara». Y así, dos años después de su anterior entrega, la banda regresa con otra apuesta en forma de disco titulado Trece Rosas.
«Desde la primera canción el disco suena a Medina Azahara», afirma Ventura, quien señala que en esta ocasión los temas les «han salido bastante potentes, con mensaje también fuerte en las letras». «Son trece canciones como trece rosas», remata el guitarrista, dando la palabra a Manuel Martínez, quien explica que la canción principal «es un homenaje a las Trece Rosas, que murieron aquí en Madrid».
HOMENAJE A LAS TRECE ROSAS
Las Trece Rosas es el nombre colectivo que se le dio a un grupo de trece jóvenes entre 18 y 29 años, la mitad de ellas miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), fusiladas por el régimen franquista en Madrid, el 5 de agosto de 1939, poco después de finalizar la Guerra Civil Española.
«Es parte de la historia que todo el mundo conoce», señala Martínez, para luego continuar: «Simplemente nos apetecía en este momento hacer ese pequeño homenaje, con todo el cariño y sin ahondar en las heridas de la gente de derechas o de izquierdas. Aunque sabemos que tiene un texto fuerte y es una canción que a lo mejor puede ser susceptible para alguna gente, la hemos hecho con todo el cariño y el respeto hacia todo el mundo. No vamos a entrar en política porque nosotros no somos políticos».
De la misma idea es Ventura, quien recuerda que Medina Azahara siempre ha estado «ausente de la política», aunque sí «buscando el mensaje». «Otras veces hemos canciones sobre el hambre infantil o las guerras, sin buscar culpables, solo haciendo canciones con un texto que llegue a la gente», plantea, para aún rematar: «La gente siempre es muy receptiva al escuchar a los artistas y vamos a usar esa fuerza para lanzar un mensaje positivo para posibles cambios y mejoras en la forma de vida de todos».
Esta última afirmación del guitarrista lleva a Manuel Martínez ha comentar otra de las canciones, Ana y Raquel, dedicada a una pareja amiga del grupo que «muchas veces tienen sus cosas con la gente por su forma de vida, porque se quieren y se aman». «Nos parecía amargo que todavía en este siglo puedan criticarlas o insultarlas, así que tiene un mensaje abierto tanto para la homosexualidad en las parejas de hombres como de mujeres. Cada uno es libre de vivir su vida como quiere y desea. Estamos a favor de todas las libertades», zanja.
PLANES DE FUTURO
Medina Azahara vive el presente con toda la intensidad. Como siempre. «Estamos aquí de nuevo contraatacando, no solo viviendo de viejos laureles, todavía tenemos muchísimo que decir y aportar a la música de este país. Estamos totalmente orgullosos de este disco», afirma rotundo Ventura.
La presentación del álbum, además, se alternará con la del cuarenta aniversario durante los dos próximos años. «Es un problema escoger un repertorio, Manuel se tiene que meter en ese lío para que quepan el nuevo disco y los clásicos», apunta Ventura entre risas y haciendo sonreír a su compañero.
Por eso toma la palabra el vocalista: «Al cumplir cuarenta años también vamos a hacer otra gira recuperando canciones de los primeros discos. Va a ser complicado pero vamos a intentar que la gente escuche todas esas canciones que tiene en su cabeza. Tenemos una legión de fans que son muy seguidores del grupo y que van a escuchar seguro el nuevo disco también».
Niega en este punto Manuel que esté cansado de cantar las mismas canciones durante tanto tiempo. «Paseando por la Mezquita lleva 40 años en escena pero yo 42 cantándola. Si no quisiera cantarla no la hubiera hecho. Esa canción, o Necesito respirar o Todo tiene su fin o Córdoba… Esas canciones es que tienes que tocarlas por obligación porque las has hecho y gracias a Dios son famosas», reflexiona, para aún remachar: «Hay que dar gracias a Dios por que la gente esté dispuesta a escucharlas».
«Es que las canciones son los cimientos de una carrera de largo recorrido. Hay que apechugar y si te cansas es tu problema», termina lanzando entre risas el cantante, dando la palabra de nuevo a un Ventura con tono más solemne: «Las canciones son los pilares de un grupo. Pero seguimos con idea de seguir aportando a la música, por los fans y por nosotros mismos, porque si no, nos hubiéramos cansado. Nos encanta tocar, grabar y meternos en el estudio».
Para terminar, reflexiona Manuel sobre el éxito, afirmando que lo importante es «estar vivo» y poder seguir en activo. «Eso es el éxito, lo demás son tonterías. La gente se hace famosa por distintas causas, pero nosotros no somos famosos, somos gente que trabaja en la música y que nos gusta lo que hacemos y disfrutamos de ello un montón. Si eres número 1 ya es la leche, es como si te toca la lotería», bromea.
Y aún añade el vocalista como colofón a sus palabras: «Llevamos cuarenta años de gira, estamos llenando en todos los sitios, la gente sigue yendo a nuestros conciertos y, lo más difícil todavía, sigue comprando nuestros discos».