Mad Cool Festival. Día Kings of Leon (2017) Madrid

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Lugar: Mad Cool Festival Madrid
Fecha: 7-8 julio 2017
Asistencia: 45.000 personas
Artistas Invitados: Kings of Leon, Wilco, Manic Street Preachers, Rancid, Ryan Adams…

Si toleras esto tus hijos serán los siguientes

Tenía muchas ganas de muchas cosas este fin de semana. Siempre las tengo, soy incorregible y espero que eso nunca cambie. El jueves con Foo Fighters fue fabuloso y el viernes pintaba estupendo, pero entonces la mierda ocurre y te estalla la cabeza porque intentas comprender demasiadas cosas a la vez. No soy protagonista de nada, solo uno más, pero se fue a la mierda todo. Pasando de detalles pero digamos que me pareció todo asqueroso. Aún comprendiendo, como lógicamente comprendo, que la vida son decisiones de mierda sin tiempo para saber si te equivocas. Yo tomé la mía y me fui antes de Green Day, aún sin saber si en mi trabajo de verdad, en Europa Press, se iban a mosquear. Me piro, yo aquí no me quedo.

También valoré escribir una chapa guapa sobre mis opiniones pero a quién le importa. El tipo se despeñó. Una putísima mierda. Saberlo en el instante por amigos descompuestos solo engrandece el fatal momento, aunque seguimos sin ser los que importamos una mierda. Mi último recuerdo del viernes es salir del festival mientras Green Day tocaba su primera canción, ‘Know your enemy’, y sentir que me daba absolutamente igual, aunque también de ellos tenía millones de ganas.

No hago más que decirle a la gente que ha sido un finde «desconcertante». Creo que es una buena palabra. Un día alucinas, el otro no sabes qué mierdas hacer, el otro te preguntas si tienes 38 años o estás en la adolescencia del postureo del dolor. Y luego, al final, decides volver el tercer día, porque no sabías muy bien si querías. Pero entonces te acuerdas de que tocan Manic Street Preachers, que nunca les has visto. Y concluyes: venga va, está bien, tampoco hay que comportarse como si fueras el centrito del maldito micromundo. No pintas nada, esto seguiría sin ti como, de hecho, siguió sin otro más relevante.

Menuda putísima mierda. Se me ponen los pelos de punta según escribo esto sencillamente porque recordar la cutrez humana da por culo. Lo mejor de las últimas horas, Billie Joe Armstrong recalcando que no sabían nada cuando salieron a tocar y que de haberlo sabido, seguramente habrían pasado. Realmente me vale con eso. A mi como mindundi anónimo, me vale. Y además, siempre estuve seguro de que no se lo dijeron para que tocaran. Lo justo hubiera sido que decidieran ellos. Pero nada ha sido justo en estos días.

La mentira es una mierda. Llega una edad en la que lo sabes. O sea, te lo dicen desde que levantas un palmo, pero piensas que decir que tienes hambre cuando en realidad quieres un puto caramelo no está mal. Básicamente esto es lo mismo a gran escala. La analogía que la piense cada cual. Pero bueno, llegados a este punto, como ya ayer el debate fue infinito, igual debemos hablar de lo que pasó el sábado en la jodida Caja Mágica de los cojones. No podemos tolerar la mentira. Y yo he mentido muchas veces antes. Solo causa dolor, es un jodido asco. Entre colegas como nosotros, que vamos a ver a Green Day, eso no cabe.

A mi lo que más me gustó, personalmente, fue ver en la zona de casitas bajas antes de llegar al festi a los vecinos con mesas en la calle comiendo y brindando por San Fermín. Es un chute de realidad colectiva que me mola mucho. Personalmente, con Paloma, hemos aparcado ahí tres días en Download y otros tres en Mad Cool. Y llevamos a Bruno (Bruce + Bono) dentro. Y no nos ha molestado nadie. Es más, nos han vitoreado porque somos la hostia de guapos, los inminentes papás más locos de la ciudad (toma ya, estupidez ahí lanzada a plata o plomo, chin chin amig@s, ya hablaremos de Mercadeo en unos días).

El que escribe va de blanco, la mamá hace los cuernitos como siempre y Club de Música se mea y nos abraza

Y bueno pues que fuimos a la puerta a una concrentración por el acróbata muerto que pronto me hizo pensar porque los gritos de «no fue un accidente, fue asesinato», a mi, al menos, me animan a reflexionar sobre qué coño hago en tal o cual sitio. Nos fuimos a ver a Wilco, por cuarta vez que yo recuerde, porque son una puta maravilla y porque Jeff Tweedy mola mil. Y estoy ahí con mi sobrino Jesús que va por la vida que si Alesso Ingrosso, que si Calvin Harris, que si EDM y que le agarro del cuello al muy cabronazo. Pero entonces te dice «ah pues molan» y me calmo.

EL IDIOTA DE CALVIN HARRIS PIDIENDO PERDÓN A LA DERECHA

Entonces pasa lo de siempre, que tocan ‘Impossible Germany’ y el solo de Nels Cline es como que te vas a cagar encima y te da igual. Exactamente eso. Piensas joder vaya movida pero, bueno, ya lo pienso luego. Aunque sea una infamia, lo bueno de Wilco es que les pusieron de día, a media tarde, y eso en realidad es lo mejor. Bueno, y que hubiera colegas que me dijeran «se ha roto algo en esta canción» sin saber que ‘Via Chicago’ es así de magnífica. Eso fue mogollón de guay, eh Chuchi. Lo fue.

Luego con Wilco pues que si ‘Art of almost’ (temazo), ‘War on war’, ‘Jesus etc’, ‘Heavy metal drummer’, ‘Spiders’ y para cerrar ‘I’m a wheel’. Casi sin acabar Wilco, de la misma manera que junto los párrafos ahora, hay que correr y corrí a Manic Street Preachers porque nunca los había visto y es uno de esos grupos latentes, como quietos, como agazapados, como si no pasara nada. Pero joder el puto James Dean Breadfield, siempre me encantaron.

Fue el concierto en el que más traté de colarme delante. Y moló mil. A pesar de estar lastrados por la ausencia forzosa por motivos familiares del carismático bajista Nicky Wire, Manic Street Preachers protagonizaron otro de los grandes momentos del festival. Con Richard Beak como bajista de reemplazo y comandados por el siempre vigoroso vocalista y guitarrista James Dean Bradfield, junto a Sean Moore en la batería, los galeses rebosaron energía con su mezcla de guitarras punk y melodías rock.

A estas alturas, con más de treinta años de carrera, el repertorio del grupo es infalible con joyas como ‘Motorcycle emptiness’, ‘Everything must go’ y ‘Your love alone is not enough’. Muy celebrados también momentos más pop como ‘You stole the sun from my heart’ o el gran himno ‘If you tolerate this your children will be next’. En apenas una hora, tiempo aún para ‘Tsunami’ y el cierre con la épica de ‘A design for life’. Papeleta salvada con nota y agradecimiento del público por no cancelar por la ausencia de Wire. Me emocioné como suelo, uno es así y ya lo sabéis.

Por cierto, tercera y última jornada de la segunda edición del Mad Cool Festival, reiteramos, porque cada x párrafos hay que recordarlo, marcada por el fallecimiento en la noche del viernes del acróbata Pedro Aunión. Un suceso que provocó desconcierto generalizado y que, por supuesto, se comentó incesantemente durante el sábado por todos los presentes en La Caja Mágica, otra vez a rebosar con 45.000 personas.

Y fue a eso de las 22:45 horas cuando la música dejó de sonar en los escenarios para recordar a Aunión con ‘Purple rain’ de Prince (la canción que sonaba cuando se precipitó al vacío en plena actuación) con un mensaje en todas las pantallas: «En memoria de nuestro compañero Pedro. Te recordaremos siempre. Gracias». Un gesto aplaudido por muchos, aunque al no ser anunciado previamente, para otros tantos pasó desapercibido.

Después del recuerdo, Kings of Leon sobre el escenario principal como colofón a una jornada muy rica en propuestas de nivel. No me flipan del todo pero, la banda americana, un puntito por encima del resto, ejerció como solvente cabeza de cartel congregando a la mayoría del gentío ante el escenario principal con su rock ampuloso y robusto, perfecto para las multitudes. Con innegable eficacia y un sonido poderoso, convencieron sin grandes alardes.

Encadenando temas como ‘Over’, ‘The bucket’ y ‘Mary’ en la primera parte, los hermanos Caleb, Nathan y Jared Followill y su primo Matthew Followill fueron cogiendo soltura y caldeándose progresivamente hasta que decidieron lanzar la andanada con ‘Use somebody’, ‘Pyro’, ‘Crawl’, ‘Supersoaker’ y la coreadísima ‘Sex on fire’. Remataron con ‘Waste a moment’ una faena concisa de notable alto, quizás un poquito fría en algún momento, aunque sobrada de motivos para encabezar la jornada.

Y ahí nos tuvimos que ir porque ya no se puede más en nuestras circunstancias. Me llegaron decenas de mensajes contando lo que estaba molando el recital de M.I.A., cosa de la que me congratulo a más no poder. Antes, al principio de la tarde, lo mismo con Savages. Incluso Moderat estuvo bastante guay como para estar, pero esto no os lo cuento yo, os traslado las palabras de madrugada de una gente que a saber en qué andaba metida. Qué va, todos controlan de la hostia, haced caso a Rubén (te debo 10 jodidos pavos del enésimo atraco a cambio de birra), @rocktotal @musicazul @beatlegirl1986 @rmozun @jotaherrero, @extherminia… en fin, estos, la puta tribu que no pudo seguir el viernes porque no pudimos.

Y bueno, antes de la infamia del viernes, me moló mogollón ver a Rancid, clásicos punkarras de mis veinte años. Y luego a Ryan Adams, a quien iba a ver en Aqualung creo que en 1998 o así y canceló. Y desde entonces con cara de idiota hasta que al fin pude escuchar ‘Fix it’, ‘New York’ o, amigos, ‘When the stars go blue’. Realmente la canción que resume todo este desconcertante Mad Cool. Yo lo siento así, raro. Esta es mi verdad, ahora cuéntame la tuya. Ah, y si toleras esto, tus hijos serán los siguientes.

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