Las Noches del Río Babel llenarán de música el Wanda Metropolitano durante el mes de julio. Y a falta de una semana para el arranque, ya han superado las 27.000 entradas vendidas para sus trece conciertos.
«Nuestro objetivo eran 40.000 y yo creo que llegaremos. A día de hoy llevamos unas 27.000 entradas vendidas», apunta a Mercadeo Pop el director de festivales de Sonde3 Producciones, Roberto Recuero.
Y aún añade: «Queda una semana y más de un mes para los últimos conciertos de IZAL o Bad Gyal. De manera que yo creo que cumpliremos el objetivo y daremos un buen impulso a la industria».
Concede Recuero, eso sí, que «la venta es complicada en estos tiempos, como es lógico y normal». A su juicio, la gente tiene ganas pero también valora el riesgo, aunque esto último es cada vez menor. «Sí que diría que la gente está esperando a los conciertos de pie«, lanza.
En cualquier caso, se muestra satisfecho con el ritmo de venta de entradas y bromea con los tradicionales problemas técnicos de los primeros momentos. «Nos tumbaron la web cuando salimos a la venta, lo cual siempre está bien porque es un poco como morir de éxito», admite divertido.
«La venta está yendo muy bien, hay varios conciertos a punto de agotarse. Los artistas están contentos, nosotros también y el estadio también. Solo falta que el público salga con una sonrisa, que lo merecemos todos después de tanto tiempo», remata.
5.500 PERSONAS POR NOCHE
Con un aforo de 5.500 personas ubicadas en el Fondo Sur del estadio, Las Noches del Río Babel opta por el formato anfiteatro. Es decir, con el escenario hacia la grada, dando la espalda al terreno de juego.
Y es que, en vista de que el público aún tiene que estar obligatoriamente sentado, la promotora se fijó en todas las posibilidades del estadio del Atlético de Madrid. Con capacidad para más de 60.000 espectadores en todo su esplendor y con un fondo en el que cabrían hasta 16.000.
«No llegamos al 40 por ciento de ocupación del fondo. Así garantizamos la seguridad y el buen uso para todos de los aseos o la restauración», remarca Recuero, al tiempo que indica que el escenario está ubicado «entre el césped y la grada, muy cerquita del público».
Según destaca, es un «montaje especial» en el que prima la cercania, pero con la «dificultad» de que el estadio es muy ancho. «Por eso, hemos cambiado el formato del escenario habitual. No tiene cubierta, no tiene paredes laterales y está todo libre para mantener la visibilidad desde arriba y desde los laterales», explica.
Para Recuero, esta es la «mejor» forma de hacerlo, pues «usar el fondo asegura una buena visibilidad y una correcta sonorización«. Además, bromea al plantear que si hubiera que organizar a 5.500 personas en mesas, el último podría estar a 200 metros del escenario y le llegaría el concierto antes por el teléfono que en directo.
PROGRAMACIÓN
La programación de Noches del Río Babel es deliberadamente diversa en cuanto a estilos y público potencial. «Pasamos por varios palos, desde el freestyle al clásico de Ara Malikian. También incluimos a varias generaciones, porque ahí están Rels B o Bad Gyal para los más jóvenes, junto a Sidecars o IZAL que van dirigidos a otro público más clásico», resume.
El resto de nombres, aparte de los ya mencionados, incluye a Funambulista con Marwan, La M.O.D.A., Rayden & Bely Basarte, Iseo & Dodosound, La Pegatina y Kase.O. Desde el 2 de julio hasta el 31 de julio, todo un mes de música en vivo y de reconquista de las noches de verano.
La recuperación de los conciertos en Madrid. «Una capital que tiene que tener propuestas culturales de nivel más allá de lo que haga el Ayuntamiento con su propia programación. Porque el Ayuntamiento no puede abarcarlo todo sin los promotores privados», reflexiona Recuero.
Lamenta en este punto que «no haya habido nunca una gran acogida» por parte del consistorio madrileño hacia los festivales. Por eso, manda un mensaje claro: «Los festivales son un motor fundamental de cualquier ciudad y más de una como Madrid. Motor económico, turístico y por supuesto socializador y cultural».
Por último, anima Recuero a asistir a Las Noches del Río Babel para disfrutar con seguridad en unas «instalaciones únicas». Por eso, propone que la gente «se dé una alegría» y se acerque a alguno de los conciertos para olvidarse de todo durante un par de horas. Una liberación pertinente como preludio del regreso en 2022 de la música en vivo tal y como nunca imaginamos que la perderíamos.