Kevin Johansen, el «cantautor protesta contra la pequeñez humana en todas sus formas»

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El argentino nacido en Alaska actuará en España en marzo de 2011

Este 26 de octubre Kevin Johansen publica su nuevo álbum, ‘Vivo en Buenos Aires’, un CD+DVD grabado en directo y en el que está acompañado por su banda The Nada y cuenta con la colaboración del prestigioso dibujante Liniers. Este trabajo es un resumen de sus cuatro discos anteriores, al tiempo que «registra en vivo la fortaleza y el poderío» de la banda de este «cantautor protesta contra la pequeñez humana en todas sus formas», tal y como él mismo asegura, poseído por un jet lag colosal pues acaba de aterrizar procedente de Colombia.

– ¿Quién es Kevin Johansen en octubre de 2010?
KEVIN:
Un periodista en Buenos Aires me dijo que está bien que ponga que soy el músico argentino nacido en Alaska. Es una hermosa metáfora que de algún modo me describe bien, un cancionista argentino que nació en Alaska.

– ¿Por qué un disco en directo ahora?
Son cuatro discos previos de estudio y un trabajo de diez años condensado en un disco que tiene un espíritu celebratorio. La idea no era hacer un grandes éxitos, sino registrar en vivo la fortaleza y el podería de The Nada, porque tenemos un show en directo muy potente que gusta mucho y con una banda muy afianzada.

– ¿Qué podemos encontrar en el álbum?
Mis canciones más sobresalientes están ahí, inclusive también otras que han ido ganando cierta permanencia durante los años y que han perdurado. Es algo lindo que les sucede a las canciones cuando hacen su trabajo por sí solas. Además, en la banda hemos juntado una especie de cantera de jóvenes músicos que conocían su folclore del sur pero a la vez el lenguaje universal del rock, con excepción del batería, que tiene setenta años y ha tocado con medio mundo, el Zurdo Roizner. Le da espíritu a la banda, pues tocó con mucha gente e incluso le enseñó a tocar la batería a Rabinovich de Les Luthiers. Es un baterista que es tan vieja escuela que volvió a ser moderno de vuelta.

– ¿Por qué grabarlo en Buenos Aires? Se dice de ti que eres un tipo muy viajado.
Hay un poquito de exageración en ese sentido al referirse a mi como trotamundos, porque en realidad fue culpa de mi madre que salió de Argentina con 19 años y se enamoró del Johansen oriundo de Denver. Así que lo del viajero fue mucho de mi infancia, cuando las circunstancias nos llevaron a vivir en Alaska, Colorado, Arizona y San Francisco, que es lo que más recuerdo. Ya con doce años volví a Montevideo (Uruguay) y después Buenos Aires, así que lo único que decidí yo fue ir a Nueva York con 25 años para comprobar cuan del norte me hallaba un poco personalmente. Pero en realidad nunca me fui, siempre estoy volviendo, e incluso en Nueva York mi día a día que era muy argentino.

– Hay colaboraciones muy interesantes en esta grabación…
Las elegí por amistad con gente que trascienda la admiración musical, y con la que hayamos tenido una reprocidad. Creo que a Kiko Veneno le conocí en 2004 cuando estuve en un Womad en Fuerteventura y estaba él tocando. Empecé desde lejos su concierto pero al rato estaba en las primeras filas porque me atrajo. No lo conocía mucho, pero luego tras bastidores hablamos muy amablemente y un par de años después me invitó a Sevilla a cantar con él y nos conocimos más. Tiene la humildad de los grandes. Luego con Ilena Cabra de Calle 13, Fernando Cabrera y Paulinho Moska fueron todo lindas coincidencias y me gustaba lo que representaba cada uno.

– En tu música pueden reconocerse decenas de géneros musicales diferentes. ¿Te queda algún palo por tocar?
Bueno, ¡muchísimos! Más allá de lo de ‘desgenerado’ soy profundamente cancionista. Conozco sobre todo las músicas de las américas, aunque también hay alguna rumbita por parte de mi familita materna, que es de Castilla y León. Pero no me atrevería con la música china ni a la hindú, pero sí a cualquiera de las américas, con una buena cumbia, milonga, son cubano, o música brasileña, que son cosas con las que uno se ha criado, con un abanico amplio de música, sobre todo gracias a mi madre, que escuchaba Joan Baez, Víctor Jara, Cat Stevens o los Beatles. Todo eso está presente, por supuesto.

– ¿Que te califiquen como ‘desgenerado’ te libera o te presiona?
Para nada es una presión, es un buen lugar que encontré para calificarme. Yo llegué a finales de los noventa cuando la industria del éxito clonaba los artistas, y entonces los alternativos y difíciles de clasificar empezamos a entrar por las alcantarillas de la industria y demostramos que tan raros no éramos, como Café Tacuba o Jorge Drexler también.

– Está claro que eres un ‘desgenerado’ pero, ¿y qué más?
Soy un cantautor de protesta contra la demagogia o la pequeñez humana en todas sus formas. Hace tiempo cantamos ante el Congreso argentino en favor del matrimonio gay, y bueno, fue una sensación muy linda para mi, pues son otras las cosas que tenemos que cantar, no contra represiones o dictaduras como antaño. Son otras las luchas y no voy a la cárcel por cantar una canción ni voy a tener que exiliarme. Pero hubo generación antes que sí, y a Víctor Jara le masacraron por cantar canciones.

– ¿Cuáles son tus planes para los próximos meses?
Se dice que vamos a estar en España por marzo de 2011 presentando el disco, y también vamos a meternos en el estudio a terminar cosas que están guardadas de nuestro anterior disco, ‘Logo’. A la vez, pasaremos también con The Nada y Liniers con México, Colombia, Brasil… mucho viajecito por Latinoamérica, por suerte. En cierto modo soy masivo de culto, es como si fuera Jim Jarmush, como un director alternativo que sabe que tiene 1.000 fans en Berlín, en México… en cada ciudad, y ese sería un lindo objetivo. El dueño de CBGB -donde Kevin tocó en muchas ocasiones mientras vivía en Nueva York- siempre me decía que no te veo haciendo arena rock, pero si haces las cosas bien puedes hacer teatros para 2.000 o 3.000 personas, y yo le preguntaba ¿dónde firmo?

– ¿Cómo ves la situación actual para los músicos?
Ser músico siempre es difícil. Lo bueno es que volvió a tener trascendencia el show en vivo, que es algo importante más allá de la cuestión de los discos y los formatos. La gente está consumiendo música más que nunca, y en ese sentido la merma para los artistas es momentánea. La gente está muy consumidora y hay canales nuevos para las canciones, así que todavía hay esperanza. Murphy decía que un pesimista es un optimista con experiencia, pero yo prefiero catalogarme como un optimista con experiencia a secas.

Visita
www.kevinjohansen.com

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