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Jorge Ilegal: «El rocanrol es un ejercicio de arrogancia»

Entrevistas

Los Ilegales de Jorge Ilegal celebran su cuarenta aniversario con ‘La lucha por la vida’. Un disco de titulo absolutamente ilegal que congrega a un plantel abrumador. A saber: Bunbury, Loquillo, Andrés Calamaro, Luz Casal, Iván Ferreiro, Coque Malla, Guille y Juanma de Vetusta Morla, M Clan, El Niño de Elche, Carlangas (Novedades Carminha), Dani Martín, Josele Santiago, Evaristo, Kutxi (Marea) y Kutxo (de los argentinos Auténticos Decadentes).

Hablar con Jorge Ilegal siempre es un gusto por la charla en sí. De manera que aprovechando, además, semejante motivo, nos sentamos con él en una terraza en los alrededores de la Gran Vía madrileña.

¿Cómo están Ilegales?

Estamos muy fuertes. De hecho, este nuevo disco mira más al futuro que al pasado, porque se estrenan siete canciones y el resto son canciones que han tenido un recorrido corto. Y hemos dejado fuera dos nuevas porque ya no podíamos aumentar más. Solo hay una canción antigua, que es la que eligió visionariamente Bunbury, ‘El ángel exterminador’, porque fíjate como estamos.

La lucha por la vida es un título muy ilegal

Es que hemos estado siempre atrapados en situaciones muy adversas, incluso imposibles. Pero hemos sobrevivido como banda a todas ellas hasta el día de hoy. Ha sido difícil pero creo que esta injustificada capacidad para la alegría y el optimismo que padecemos nos ha ayudado bastante y nos ha hecho muy fuertes. Haber crecido desde el primer momento en circunstancias muy adversas y no haber sido nunca un grupo con el camino fácil nos ha fortalecido.

Y sois un grupo que nació en la periferia en los primeros ochenta

Así es. Somos un grupo de Asturias, que es una mala madre. Allí las cosas son muy dificiles y te curten. Justo por eso siempre hemos mirado fuera y esa vocación internacional es la que nos sustenta cuando las cosas aquí se vuelven excesivamente horteras y la gente solo presta atención a cosas muy mainstream, Operación Triunfo y basuras por el estilo. Ante eso, nosotros tenemos la América de habla española, porque en este momento estamos yendo bien en Ecuador, Chile, Perú, México o Argentina. Vamos a ver qué pasa con Argentina, porque el problema es que allí creen que lo han visto todo… y tienen razón.

Luego hablamos de los próximos conciertos, que ya sé que tenéis un montón. Pero antes hablemos de este disco con tantos amigos. Menudo plantel

Cogimos una colección de canciones y empezamos a pensar quien la podría hacer. Alguna dije esta la haría bien Loquillo, esta Iván Ferreiro y así. La receta en estos casos es coger las canciones más conocidas del grupo y llamar a los amigos más conocidos, pero nosotros no hemos querido eso porque con ese sistema no hubiéramos podido alcanzar las cotas artísticas alcanzadas. Así que con las canciones delante empezamos a llamar a la gente con toda nuestra caradura, algunos a los que no conocíamos de nada, pero nos dijeron ‘venga, vamos a hacerlo’. Hay que reconocer que todos han sido muy generosos y han puesto de su parte.

Así habéis montado una alineación de lo más variopinta porque, ¿qué tiene que ver Evaristo con Iván Ferreiro?

Nada. Es que no hay nada.

Pero supongo que hay un cable a tierra por ahí debajo, quizás un tanto imperceptible.

Desde que empezamos somos una banda que no se sabía muy bien de qué iba. No teníamos una dirección clara. Los grupos entonces adolecían de una falta de técnica y de discurso total, de manera que lo que pasaba es que a la gente todos los sonaban igual. ¡A eso le llamaban tener personalidad, tócate los cojones! Pero nuestro primer disco ya contiene canciones muy diferentes y no sabían donde meternos. Ahora, eso se nota más por las direcciones por las que se va el disco, a pesar de lo cual se entiende perfectamente escuchándolo en orden de principio a fin.

Y está Dani Martín

Joder, y ha sudado la camiseta, eh. Yo sabía que esto iba a cabrear a mucha gente, pero Dani es un artista que hace pop porque le da la gana y tiene el derecho de hacerlo porque lo hace bien. Pero también yo sabía que ha crecido mucho como artista y que podía hacer un rock con mucha solvencia. Aquí lo ha demostrado.

Lo de Loquillo es más natural porque, además, él y tú sois como los últimos rockeros que decís lo que pensáis. ¿Merece la pena seguir siendo bocazas en 2022 después de tantos años?

Es muy duro, pero el rocanrol es un ejercicio de arrogancia. La humildad no tiene nada que ver con el rocanrol y el tipo que vaya de humilde no tiene nada que ver con el rocanrol, sino que es un travestido del rocanrol. Y nosotros somos bocazas.

Ya no se dicen las cosas como se decían

No. Están retirando muchas canciones. Nosotros parece ser que por primera vez vamos a tener problemas con alguna, que nos pueden retirar de YouTube. Pero hay que decir cosas. El que dice y hace cosas puede equivocarse, pero todos esos que no dicen nada ni hacen nada y que son legión no se van a equivocar nunca. Tienen letras vacías de contenido. Y luego está lo de los que basan toda su virtud en insultar muy mal, que deberían leerse ‘El arte de insultar’ de Schopenhauer. Para insultar hay que saber.

Y también hay que saber para ponerse a beber, como cantas con Calamaro. Yo no sé si siguen ahí esas noches que decís.

Tomaremos unas copas Andrés y yo. En la canción se nos ve como dos tipos defendiendo un discurso y una canción, turnándonos en el micrófono. Me gusta cómo ha quedado. Es un tío muy vehemente y un gran artista.

Volvamos sobre ‘El ángel exterminador’ de Bunbury. ¿Cómo se siente uno cuando treinta años después una canción sigue tan de actualidad?

Pues en este caso, mal. Porque la naturaleza humana no solo no ha cambiado durante todos estos años, sino que no ha cambiado desde la batalla de Qadesh de los hititas y los egipcios, Seguimos igual. No progresamos, la especie es como es, parece que ha llegado a su culmen en cuanto a capacidades intelectuales que no sean tecnológicas, pero la capacidad de matarse unos a otros es aún mayor. Y la capacidad para evitar eso no ha crecido.

Otro visionario es Evaristo, a quien tienes en el disco. Todas las canciones de La Polla Records las puedes cantar hoy y tienen sentido.

Evaristo es un tío muy lúcido. Ahora le ha dado por hacerse antivacunas… alguna equivocación puedes tener, jeje, como decíamos antes.

La verdad es que la lista de amigos que participan en el disco es alucinante

Es que por ejemplo, el Niño de Elche, fíjate. Nos hemos metido en un campo de experimentación con un gran refuerzo, porque mi voz no puede llegar ahí para hacer eso de manera auténtica. Pero el Niño de Elche lo ha hecho con gran solvencia.

Esa es la gracia de contar con amigos. Como Tarque, que puede cantar lo que le dé la gana. Así cualquiera.

Bueno, es que Tarque es tremendo, jeje.

Siempre se dice que te definen más tus enemigos que tus amigos. Pues en este caso parece que Ilegales se han tirado toda la vida haciendo enemigos y ahora les salen amigos de debajo de las piedras

Tenemos mMucha gente, pero atreverse a decirlo en el Rockola con todos los carapijos de Madrid… decirlo en el momento en que se empieza a repartir algo más que una opinión discrepante… Se nos acusa, no sin razón de ser el detonante del fin de la Movida. Porque de repente ya la crítica, que era lo que sustentaba todo eso, estaba harta de ir a conciertos malísimos y tener que soportar a toda esta gente que hacían gala de no saber tocar. Esos que decían soy así de chulo y te lo comes… pues que se lo coma tu puta madre. Llega un momento que como público te hartas. Ah, que lo importante es maquillarte y llevar un peinado epatante… a mí me parecía excesivamente ridículo, quizás disculpable por la juventud, pero iban vestidos como de trabajos manuales, jaja. Pero si luego no sabes tocar, qué estás ofertando.

Qué cansinismo con la movida dichosa. No fue para tanto, ahí estaba el rock que sí era importante con Leño o Barón Rojo

Fue una cosa un poco extraña aquella. Estos que dices eran grupos que sabían tocar, aunque quizás padecían de cierto tufillo todavía hippy. Que era muy real, te aseguro que en los camerinos olía a veces a hippy con pescao de la semana pasada, jaja. Yo he tocado con todos estos porque yo era el guitarrista oficial de una discoteca por la que pasaban todos. Bloque, Ñu… todos los del momento… Triana. A veces se quedaban unos días en Gijón para disfrutar lo que la ciudad ofertaba, imagina, a mitad de los setenta.

Cuantos recuerdos. Pero no nostalgia. Porque la lucha por la vida es lo contrario a la muerte de la nostalgia.

Efectivamente. Ilegales apostamos por el futuro. Por eso en este aniversario son todo canciones de muy corto rodaje. Y es que si invitas a gente a tu disco para que haga canciones viejas te haces un flaco favor porque ya tiene en su memoria la impronta de la original.

¿Es un milagro que Ilegales sigan vivos cuarenta años después? ¿Y que el rock siga vivo?

El rock tiene una capacidad de resistencia excelente. Mira el rock clásico de los cincuenta, al que luego le sigue el twist, que es lo mismo con un acorde más y revoluciona todo. Eso decae y aparecen los Beatles y los Rolling Stones. Luego el rock ácido de California, el pub rock, el punk… las cosas se suceden a toda velocidad y aparece la nueva ola. Que si el grunge años después, lo british. Lo bueno que tiene el rock es que es muy plástico y muy capaz de contaminar a otros estilos y se deja contaminar con facilidad.

Y después de todo eso, Ilegales en ruta, jaja
Pues sí, pues sí, jeje. Tenemos muchos conciertos por delante, es verdad. Y vamos a locales más grandes y agotamos entradas. ¿Sabes lo que pasa? Que siempre se quedaba gente fuera en otras giras y luego te tocan los huevos en los bares, jaja, ahí tienes que aguantarles recriminándotelo.

Es un momento estupendo para Ilegales, después de haber pasado de todo, como es natural en cuarenta años
Estamos en un muy buen momento. Y además es que por fin tenemos un equipo alrededor que no es hostil y que va en la misma dirección. Esa es una ayuda que no teníamos en otros momentos.

Sois una banda exitosa cuatro décadas después. ¿Sabes lo que es el éxito para ti hoy?
El éxito, ya desde el principio, no es un éxito económico o comercial fuerte, ni el reconocimiento. El éxito es alcanzar las cotas artísticas que nos propusimos desde el principio. Fíjate, quizás yo soy más idealista que los demás, pero el resto del grupo se dejan guiar por esta máxima, aún con claro riesgo para sus economías personales. Se compran ese instrumento carísimo que nos va a llevar al sonido que buscamos. El mejor equipamiento de este país lo tenemos Ilegales, con mucha diferencia.

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