El primer disco con canciones inéditas de Hombres G en nueve años, Resurrección, se abre a lo grande y Con los brazos en cruz, canción en la que David Summers (Madrid, 1964) canta: ‘Yo soy más chulo que nadie, no me dejo acojonar. Cuando me hierve la sangre siento que el mundo empieza a temblar. Soy un perro de la calle, un loco de la cuidad, me echan de todos los bares y me cago en su puta madre. No me dejan saltar encima de las mesas’.
«Conservamos gran parte de la personalidad de ese personaje», apunta a Mercadeo Pop el vocalista, quien luego profundiza: «Nosotros vivimos los ochenta, una época en la que se podían hacer esas cosas y la gente podía divertirse. Ibas a los conciertos y se podía fumar y beber y divertirse, eran unos tiempos en los que no había tanta corrección como ahora, tanta represión psicológica. Era todo bastante más libre».
«Una época que tendría también sus defectos, por supuesto, pero en cuestión de libertades hemos ido a menos y a menos hasta ahora», remata, explicando acto seguido que Con los brazos en cruz, single decididamente rockero, «es una manera de reivindicar esa actitud, esa postura ante la vida de poder decir ‘coño estoy aquí y quiero ser libre'». «Vivir en un país libre es poder ser libre de delinquir incluso», apostilla entre risas.
Tercia entonces el guitarrista Rafa Gutiérrez (Madrid, 1960), quien coincide con Summers y afirma que «en eso» no han «cambiado», aparte de recordar viejos temas en esa línea canalla como Voy a pasármelo bien o La cagaste Burt Lancaster. «Nuestra parte gamberra no ha cambiado, nosotros somos así y nos pareció bien sacarlo como primer single porque era una bofetada», apostilla.
El resto del álbum no sigue esa línea tan furibunda, en cualquier caso, tal y como concede Summers, quien explica que Con los brazos en cruz «llegó al final» del proceso cuando sintieron que el material que tenían era «muy romántico, incluso un poco lento, muy para escuchar». «Pensamos que necesitábamos una canción un poco toca huevos», remata con sonrisa pícara.
«Tenemos unas baladas muy bonitas pero también otras canciones que te animan a divertirte y tender al gamberrismo», resume el cantante sobre este Resurrección que resulta ser variado pues aparte del rock y el pop que cualquiera puede esperar, se abre también al reggae, un poquito al chill out playero e incluso cuenta con un solo de gaita.
«NO ESTAMOS PENDIENTES DE LOS DEMÁS»
Sobre este tipo de detalles, señala Summers que ellos intentan «hacer cualquier cosa que no sea lo que hacen los demás». «No estamos pendientes para nada de lo que hacen los demás y además es aposta. Si tuviéramos que estar pendientes de las modas y las tendencias no sobreviviríamos. Intentamos buscar algo distinto y muy personal. Sabiendo además que todo lo que hacemos le daños un baño y un sello Hombres G. Ya sea una balada, un reggae o un tema con una gaita», reflexiona.
Por eso, añade que la gente que escuche Con los brazos en cruz «igual no espera lo que va a encontrar en el resto del disco», algo que lejos de ser un problema a ellos les gusta porque les resulta estimulante atreverse con «muchos tipos» de música. O como remacha el propio Summers: «No encasillarnos en ningún género que no sea el nuestro personal».
Sobre el título de Resurrección, confiesa Summers que le «jode un poco» porque lleva a pensar a quien no les siga que han estado este tiempo parados, cuando en realidad han publicado varios directos y no han dejado de dar conciertos por España y América, incluyendo una reciente y exitosa gira por Estados Unidos con los argentinos Enanitos Verdes tocando en lugares tan emblemáticos como el Radio City Music Hall de Nueva York o el Hollywood Bowl.
«Hemos estado más vivos que nunca. En esta última frase del grupo la actividad es frenética y lo que vamos consiguiendo a estas edades es maravilloso», sentencia Summers, dando la palabra después al otro guitarrista, Dani Mezquita (Madrid, 1965): «Este disco es un resumen de los últimos cuatro años, de lo que nos ha pasado musical y personalmente. Y más que una canción suelta, ya tocaba un álbum entero de Hombres G con todas estas historias».
Asiente Summers, quien afirma que Resurrección es un compendio de «emociones personales enorme», pues a él, que recientemente se ha divorciado, le han pasado «cosas muy drásticas» en su «vida personal». Y agrega: «Todo eso se refleja mucho en las canciones. Es muy importante en el arte en general siempre decir la verdad. Escarbar en el alma y sacar lo que hay ahí y dárselo a la gente. Si un artista no es sincero y no dice la verdad pierde toda la fuerza».
PLANES DE CARRETERA
Este nuevo álbum se puso a la venta este 15 de marzo y desde antes Hombres G ya estaban literalmente en la carretera. Los planes de la banda madrileña pasan por recorrer España y regresar también a México y a Estados Unidos. «No soñábamos con tocar en Hollywood en la vida», apunta entre risas Rafa Gutiérrez, antes de que Dani recuerde que empezaron tocando en sitios de quinientas personas y ahora lo hacen en «otros de 10.000».
Y toma la palabra David de nuevo: «Empecé yo tocando en solitario -mientras el grupo estuvo separado durante los noventa- en garitos de auténtica mierda. Luego cuando nos juntamos insistimos en empezar desde cero en Estados Unidos y ahora después de quince años podemos recoger una cosecha maravillosa. Es un auténtico placer».
Ante esta es la actividad incesante de Hombres G, sorprende que más allá de sus (muchos) fans más leales, buena parte del público crea que ahora están verdaderamente resucitando. «Por eso hay que decir las cosas millones de veces para que la gente las escuche una vez», bromea Summers mientras sus colegas asienten.
Y aún continúa señalando que «la gente vive su vida» y no están «pendientes» de lo que hacen los artistas. «Aunque yo lo entiendo porque tampoco estoy pendiente de la vida de los demás artistas», bromea Summers, antes de que Dani cuente una anécdota definitoria: «Una noche después de tocar en Las Ventas cogí un coche y me dice el conductor ‘¿en qué andáis, ya no tocáis?’ Es un buen resumen ese».
Sea como fuere, Hombres G siguen más que activos y hace unos días recibieron la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes concedida por el Ministerio de Cultura y Deporte. «Nos sorprende porque nunca nos dan premios, pero sí creemos que lo podemos merecer. Son 35 años sin parar de currar a un nivel extraordinario. Alguien lo tiene que reconocer y agradecer», afirma entre risas Summers.
Coincide Rafa, quien remarca que es un «reconocimiento» de que Hombres G son «un grupo español importante». Y remata entonces David tomando de nuevo la voz cantante: «Nos sentimos sobre todo queridos por el público más que reconocidos por el gremio. Queridos por el público porque no estamos en el sistema, no tenemos compañía, ni mánager, ni estamos metidos en ninguna pandilla, de modo que no nos suelen considerar para premios y esas movidas que se montan».
Por último, tras afirmar los tres que «el éxito es seguir aquí después de tanto tiempo y estar tan bien», concluye David avanzando el futuro del grupo: «Intentamos liarnos mucho y meternos en proyectos. La angustia vital que tenemos es ver qué se nos ocurre para el año que viene. No queremos parar. Nos hemos dado cuenta de que parar es un error. Eso de descansar dos años para qué. En los conciertos nosotros cada vez tocamos mejor y tenemos ahora también proyectos para televisión para hacer películas, series. Con eso estamos, sin delegar. Queremos ser responsables al cien por cien de lo que nos pasa, bueno o malo».
ENTREVISTA PUBLICADA ORIGINALMENTE POR David Gallardo (Mercadeo Pop) EN EUROPA PRESS