havalina entrevista

Havalina: «Hay que hacer las cosas por pura emoción, no pensando en monetizarnos»

Entrevistas

Un lustro después, Havalina están de vuelta con un excepcional nuevo disco titulado ‘Maquinaria’. Una pequeña gran revolución a ritmo de contundente rock contra esa maquinaria del capitalismo que todo lo fagocita y que nos lleva a una frustración permanente que amenaza con perpetuarse de generación en generación. Pasamos un buen rato de interesante charla con Manuel Cabezalí e Ignacio Celma, quienes nos cuentan estas y otras muchas cosas.

¿Qué es esto de ‘Maquinaria’?

MANU: Havalina es una banda que lleva mucho tiempo haciendo rock pero que es inquieta. En el sentido de que no es como AC/DC, que tiene una misma fórmula siempre. Buscamos todo lo contrario, somos una banda de rock de gente inquieta. Y cuando llevas muchos años haciendo discos, en cada uno intentas darle una vuelta de tuerca, hacer algo que antes no has hecho. ‘Maquinaria’ es el resultado de ese trabajo, con todo el mundo poniendo encima de la mesa sus inquietudes. Suena fatal decir esto, pero ¿rock maduro? No por favor, jaja. El rock maduro es el AOR, ¿no?

Me viene Van Halen inmediatamente a la cabeza, jaja.

MANU: Eso, vale, jaja. Pues eso no. Para mí es como un disco de rock con muchos matices y como más sofisticado.

IGNACIO: Sobre las letras, puedo decir que llevamos muchos años de carrera, nos hemos hecho mayores y tenemos las preocupaciones de personas con un poco más de edad, con hijos y cosas que proteger. Y en ‘Maquinaria’ hablamos de cómo vemos el mundo hoy en día, intentando llevar eso también al aspecto sonoro, intentando evolucionar un paso más allá desde el trío de rock más clásico que hacíamos antes. Cogiendo un poco más de riesgo y experimentando con sonidos que vistieran mejor esos temas de los que queríamos hablar. Porque al final el disco habla un poco de esta sociedad alienante, por decirlo de alguna manera.

De ahí el sonido un poco más rock industrial, quizás.

MANU: Sí. Queríamos que sonase súper industrial.

Nine Inch Nails o Depeche Mode también me vinieron rápidamente a la cabeza desde la primera escucha.

MANU: A saco. Estaban ambos grupos en nuestro lenguaje común. Sobre todo Depeche Mode salía mogollón de veces. Pero también porque sabes que por mucho que lo intentes no te vas a parecer. Por eso, de alguna manera era bonito tener esa referencia, inspirarnos un poco en Depeche Mode, sabiendo que no iba a ser igual.

IGNACIO: Fíjate que en Depeche Mode nos hemos inspirado no tanto en aspectos sonoros, sino en conceptos que utilizan ellos a la hora de estructurar las canciones o componer. Por ejemplo, nos llamaba la atención que en casi todas sus canciones hay una melodía muy reconocible y hacia el final de la canción se introduce otra melodía que es igualmente memorable. Ese detalle lo estuvimos hablando un día Manuel y yo y nos sirvió para utilizar ese tipo de recursos en algún tema y jugar a lo mismo en la parte final para ver qué pasa. Sí que son referentes comunes, como ves, está claro.

¿Y esto es un disco conceptual? O eso es muy del milenio pasado.

IGNACIO: Nos daba miedo al principio, pero sí.

MANU: Es un disco conceptual porque gira alrededor de un concepto. Es, de hecho, el disco más conceptual que hemos hecho en nuestra vida. Porque otras veces hemos hecho una colección de canciones a las que luego les hemos dado un envoltorio, vale. Pero es que esta vez el concepto nació primero y después de tener el concepto claro empezamos a hacer canciones que hablaban todo el rato sobre eso. Es verdad que musicalmente es muy diverso, pero donde reside el concepto es en las letras.

IGNACIO: El concepto nos ha servido de guía para toda la parte estética también, la portada, lo que rodea al directo, visuales, videoclips… la referencia de lo que estamos hablando nos ha venido muy bien para orientar nuestro trabajo en todos los aspectos.

MANU: De hecho, yo a partir de ahora solo quiero hacer discos conceptuales porque me he dado cuenta de que te ayuda a crear. Porque si ya tienes un concepto te abre como un caminito que luego puedes seguir. Y me parece que pone como más en valor el arte. Solo veo ganancias en los discos conceptuales.

Es conceptual porque hablamos de esa ‘Maquinaria’ que más o menos todos podemos intuir qué es, pero vamos a concretar. ¿Contra quien cantamos y tocamos aquí? Porque hacemos música contra algo.

MANU: Sí, pero también somos ese algo. ‘Maquinaria’ es como un concepto poliédrico, con diferentes caras. Y en cada una de ellas, en cada una de las canciones, hemos atacado ese concepto desde diferentes ángulos. En algunos casos la ‘Maquinaria’ es más una metáfora de la sociedad, del sistema, en este caso mucho el capitalismo en sus diferentes ramificaciones. Por eso hay canciones que hablan del ansia de tener lo que no tienes, de ser ese algo a lo que nunca llegas, esa cosa que te vende mucho el capitalismo de tener que crecer y crecer todo el tiempo. Producir y producir. También hay canciones que hablan de la familia desde un punto de vista positivo como refugio ante la maquinaria, pero también en cierto modo cuando tienes hijos estás entregándolos también al capital. Entonces, cuando hablamos del capital es como si fuera una especie de religión y pensamos en cómo sacrificas a tus hijos al Dios del dinero y del sistema. Desde ahí, todo esto empezó todo a evolucionar y degenerar.

Y a profundizar también.

MANU: Sí, porque así en algunas canciones entramos en el concepto de las máquinas directamente. ‘Robótica’ es una canción de lujuria entre robots, entre androides. Y desde la lujuria entramos en la religión de las máquinas, entramos un poco más en el terreno de la ciencia ficción.

IGNACIO: Acabo de caer en que ‘Animals’, de Pink Floyd, trata exactamente de lo mismo que el nuestro. La hemos cagado, suspéndelo todo, jaja. ‘Animals’ es un disco conceptual hasta la muerte, con canciones que representa el poder económico, el poder político y el poder religioso a través de tres imágenes de los perros, las ovejas y los cerdos. Hemos hecho una aproximación muy parecida, una crítica del poder, de cómo gestiona el mundo la gente que lo gestiona para que nosotros sigamos siendo lo que les alimenta realmente. A esta edad lo que te preocupa es qué coño hago yo ahora para que mi hijo no sufra esto, y al final creo que lo resolvemos diciendo bueno, pues ellos ya lo van a resolver. Es la esperanza de que el que viene detrás se encargará de arreglarlo.

Yo os estoy grabando con un móvil que sabe lo que me gusta o no me gusta, donde estamos o lo que leo. O sea que la lucha contra la maquinaria igual empezaba por triturar los teléfonos y recuperar cierto nivel analógico.

IGNACIO: Pero todavía nos estás entrevistando tú, que podría estar haciéndolo el móvil, jaja.

No sé si sentís autorizados a vaticinar que se vayan a cumplir o no las profecías de ‘Terminator’, ‘Blade runner’ y otros tantos clásicos del cine que avisaban a su manera de todo lo que estamos viviendo en tiempo presente.

IGNACIO: Pues ahí estamos.

MANU: Justo ahora ha coincidido que de repente el tema de la inteligencia artificial parece que está en todas partes, ¿no? ¿O es cosa mía?

IGNACIO: Mientras estábamos haciendo el disco sucedió que en Facebook estaban experimentando con una inteligencia artificial y pusieron dos inteligencias artificiales a comunicarse la una con la otra. Empezaron a evolucionar rápidamente el lenguaje y a optimizarlo tanto que crearon un lenguaje nuevo que no podían entender los humanos, por lo que las tuvieron que apagar. Esto lo digo porque me parece que llegamos tarde ya a todo esto de lo que estamos hablando.

MANU: No es para nada un tema que me haya motivado a escribir canciones, pero sí que es cierto que intentamos, a pesar de todo, ser gente de nuestro tiempo a nuestra manera. Por eso supongo que es natural que termines hablando de cosas que pasan en tu día a dia. De ahí, es verdad también que ‘Maquinaria’ es un disco muy reflexivo, un poco existencialista. Cuando la gente dice que es un disco que habla de robots se están quedando muy en la superficie, porque el robot es un vehículo que hemos utilizado para plantar una serie de imágenes y de reflexiones en tu cabeza.

¿Cómo podemos luchar contra esa maquinaria entonces? ¿Tenéis alguna certeza?

MANU: Pues yo creo que haciendo arte. Tenemos que hacer cosas que no sean nada rentables, absurdas, pero que te llenen. Buscando las cosas que alimentan tu espíritu. Haciendo un poco lo contrario de lo que dicta el capitalismo. Si yo siguiera los preceptos del capitalismo no haría Havalina. Nunca, porque es lo contrario de una actividad lucrativa. Me parece que eso es importante para mantener un reducto de humanidad.

IGNACIO: Últimamente hay que monetizarlo todo. ¿Por qué van a estudiar los niños filosofía o latín si no sirve para nada? Yo siempre lo digo, yo me dedico a la ingeniería de telecomunicaciones y estudié letras puras. Hay que hacer las cosas por pura emoción, por compartir con los demás lo que quieres expresar, no pensando en monetizarnos.

Así se ha hecho siempre, pero parece que cada vez más si no eres rentable no tienes la más mínima cabida. Si no eres rentable no existes.

IGNACIO: A nosotros nos decían hace no mucho ‘es que si no salís en Instagram no existís’. Y yo me tocaba la cara y me decía ‘yo creo que sí que existo y que no necesitamos estar en Instagram para existir’. Nosotros nos adaptamos a la realidad del mundo en el que vivimos y utilizamos, de una manera quizás contradictoria, los vehículos que criticamos en el disco. Pero se trata de hacer uso de las cosas de una forma más coherente y responsable. Instagram existe para comunicar, genial, pero no creo que sea muy positivo para comunicar salvo un canal de belleza o mira que vacaciones más chulas cuando es mentira porque en realidad las has pagado con un crédito.

MANU: Estaba viendo el otro día un documental de los primeros años de The Cure y salía la primera vez que hicieron playback en televisión. Robert Smith decía que no quería hacerlo, pero Simon Gallup le planteó que para conseguir cambiar las cosas primero tenían que ser alguien. Cambiar las cosas desde dentro. Y le dijo que si no hacían ese programa nunca iban a poder aportar su música para que el mundo de la música cambiara. Esto es un poco parecido. Para poder cambiar la máquina… bueno, no cambiarla, porque no aspiramos a cambiar el mundo a estas alturas… pero sí por lo menos aportar tu gramo de belleza… tienes que hacerlo desde dentro.

Y lo hacéis con un sonido muy potente. No sé si desasosegante, muy contundente.

IGNACIO: No es un sonido complaciente. A nosotros nos gusta hacer un esfuerzo, porque nos pasa que la música que nos entra a la primera se va igual de rápido a la primera. Eso nos gusta a todos en la banda. Yo escucho música muy árida. Por eso a la hora de crear nos salen cosas así, que no son necesariamente complacientes porque creo que le da más valor. Y tengo curiosidad por qué va a decir la gente dentro de unos meses. Porque creo que este es el típico disco que a la tercera o cuarta escucha te atrapa bastante. A mí me pasa y estoy harto de escucharlo.

MANU: Además, el arte no es algo que te mande un mensaje terminado cuando te llega. Es más bien que el oyente haga su interpretación y que nosotros no le digamos de qué va. No nos gusta entregar todo masticado, porque lo bonito es que entre el grupo y el oyente creamos algo diferente. Yo eso lo llamo música que intenta comprometer al oyente, porque le estamos diciendo que queremos trabajarlo con él y no darlo todo hecho. Creo que Havalina juega en una liga un poco intermedia, porque no me quiero situar ni como una banda de pop que te lo da todo hecho ni tampoco como todo lo contrario, porque en nuestras canciones también hay melodías y momentos de gancho. Estamos siempre como equilibrándonos. Ignacio es el elemento más árido, yo tiro más hacia la melodía… pero aún así cuando yo por ejemplo hago cosas que son más pop, Ignacio las detecta e intenta darle una vuelta. Para nosotros es importante no caer de ningún lado muy concreto.

IGNACIO: Estamos siempre en ese equilibrio entre que se pueda escuchar y requiera a su vez un poco de atención. Porque al final te hace que lo aprecies más.

Eso siempre lo habéis hecho, vais a vuestro ritmo por vuestro camino. Y por eso ahora entregáis un disco, como decís, conceptual. Yo no sé si va a dar la vuelta todo esto, veo a la gente muy cansada de las canciones sueltas y tanto single, todo tan rápido. Eso se sacar siete canciones de adelanto es un rollo, hay que apostar por el disco como vosotros.

MANU: Se dice mucho que el disco ha muerto, pero si te fijas en los artistas españoles más relevantes de un tiempo a esta parte, lo han sido por discos con un concepto. Ahí están Rosalía y C. Tangana. Hablamos de ‘El madrileño’ o de ‘Motomami’, que son discos. Es como que, a pesar de eso que dices, por lo que sea, es el conjunto lo que le da fuerza a las canciones.

Pues tienes razón. Y con esta manera de hacer las cosas tan vuestra, ¿cómo de difícil es ser una banda de rock en 2023?

IGNACIO: Uff.

MANU: Es difícil, eh. Es complicado decirte porque en estos quince años yo también he cambiado. Creo que la mayor dificultad estriba en cómo tu gestionas tener una banda de rock semiprofesional como es Havalina, de la que no vives en exclusiva, y cómo lo compaginas con hacerse mayor y tu familia, tu trabajo y tus responsabilidades. También creo que si tuviéramos que empezar de cero ahora, yo no podría. Por lo menos ahora partimos de que lo que hacemos tiene un mínimo de público y de repercusión, para poder hacerlo. Si no, estar ahora tocando puertas como hace quince años…

IGNACIO: Bueno, pero porque ya has recorrido ese camino y no lo quieres volver a recorrer, como es normal.

MANU: Yo como productor trabajo con muchos artistas y los jóvenes me piden consejos sobre cómo empezar. Y yo no tengo ni idea, les digo que intenten moverse y tocar puertas, conocer a gente. Pero no puedo decir cosas concretas. Es muy difícil porque hay una sobresaturación de proyectos. Lo que sí tengo muy claro es que hay que disfrutar del camino. Nunca deberías hacer nada que te impida disfrutar de lo que estás haciendo en ese momento. Y yo creo que hay mucha gente que se pierde ahí. En el ansia de conseguir perseguir la zanahoria, y aquí se cuela otra vez el capitalismo, te olvidas de que empezaste a hacer música porque te apasiona.

IGNACIO: Muchas veces te parece que el objetivo es uno que realmente no es. Te parece que ir a tocar a festivales es el máximo a lo que puedes aspirar o cosas que luego cuando las haces te das cuenta de que no son tan fantásticas porque, por ejemplo, el público no está allí pendiente de lo que haces. Hay muchas facetas en lo que la gente considera éxito, y nosotros ya a estas alturas del campeonato, el éxito lo tenemos en nuestra propia satisfacción. Obviamente, intentamos hacer que el grupo sea sostenible, hay mucho trabajo detrás de esto, y además es un trabajo súper profesional, con mucha inversión también. Es difícil ser una banda de rock a nivel práctico, casi diría que es imposible. Pero no te planteas la dificultad de las cosas, sino que te planteas la imposibilidad de no hacerlas.

Lo que vais a hacer prontito es volver a los escenarios.

MANU: Nos estamos pegando una currada muy seria para llevar este disco al directo. Las canciones tienen muchas más dinámicas y matices, y todo tiene que ser artesano y tocado. A mí eso de darle al play y disparar movidas no me gusta, porque para empezar, la experiencia como músico es chunga por tener un guion tan extricto. Estamos haciendo todo de manera que el guión pueda cambiar. Para eso, cada uno tenemos varios instrumentos. El disco lo hicimos siendo cuatro con Jaime Olmedo, y como dejó la banda después de grabarlo, hemos metido a Teresa, de Pan. Conste que nos quedamos Javi, Ignacio y yo y pensamos en adaptarlo, pero nos gustó tanto cómo ha quedado, queremos defenderlo como es. Yo creo que el directo es divertidísimo. A veces me pasa que estamos tocando canciones en el local y me digo ‘somos otra banda’.

Vamos a ponernos en diciembre de 2023 y vamos a pensar qué tenía que haber pasado con Havalina para que haya sido un buen año de éxito.

IGNACIO: Yo es que ya estoy ahí porque creo que esto ya es un éxito. Hemos conseguido sacar el disco después de cinco años. Que el disco esté en la calle y el feedback que estamos teniendo sea como es, me parece notable y estoy muy contento. Esto confirma lo que sospechaba, que es un buen disco. Ahora lo que quiero es que vaya la gente a vernos.

MANU: Haber sacado el disco es un éxito, y más con esta respuesta tan positiva. Pero ya me pasa que quiero que la vida me siga dando alegría para poder seguir haciendo música como sea. Me da igual. No necesito una cosa concreta, no pienso en un objetivo al que llegar, ni con Havalina, ni como músico con otros ni como productor. Solo quiero seguir con la música que me mola. Y hay momentos en los que estoy tocando y pienso ‘buah, qué divertido es esto que estoy haciendo, y me siento súper vivo’. Me gustaría que eso se repita como sea durante los años, solo quiero eso. Es que a lo mejor de repente mucho éxito te destruye.

IGNACIO: No te preocupes que no va a pasar. O sea, el disco es bueno, pero no es »Motomami’, jaja. En serio, está la parte del éxito personal que hablamos, y al mismo tiempo cada Nochevieja nos mandamos desde hace muchos años un mensaje que dice ‘venga chicos, mucho ánimo, que este año lo petamos’. Y este año yo creo que sí ya. El mensaje está mandado de la última Nochevieja, así que vamos allá, pero es que petarlo para nosotros es muy fácil a poco que podamos seguir tocando y disfrutando.

MANU: Lo gracioso es que empezamos a mandarnos ese mensaje cuando ya nos daba igual petarlo. Porque cuando éramos jóvenes queríamos petarlo, por supuesto que pasamos por ahí, pero no podíamos ni mencionarlo porque era una fuente de frustración muy grande. Cuando atravesé esa travesía por el desierto, me frustré todo lo que me tuvo que frustrar, cuando me dejó de importar petarlo, fue cuando empezamos a bromear.

SIGUE A MERCADEO POP EN

Comparte
Tagged

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *