¿Qué hay detrás de una Barricada? ¿En pie o caída? Siempre es buen momento para pensar en ello: hablemos de Barricada.
Porque este 8 de enero es, tristemente, el día en el que descubrimos que detrás de una Barricada hay un maldito agujero. Hoy perdimos a Boni.
Casi tres años después de ser diagnosticado con cáncer de laringe y perder la voz- Francisco Javier Hernández ‘Boni’, miembro fundador, guitarra y voz de Barricada, se fue.
Pero la Barricada no cede. Ni cederá. Porque está perfectamente apuntalada en la cultura popular del rock español. Del rock en español. De nuestro rock. En nosotros. Que ya es más contracultura de lo que jamás fue.
Esa esencia permanecerá inalterable hasta que caiga el último de nosotros por el último agujero que no veíamos parapetados tras la Barricada. Y más allá. Sonará.
ESTA ES UNA NOCHE DE ROCANROL
Sea como sea. Hablemos de Barricada. Y recordemos que, desde el principio, Boni no era solo el guitarrista. Cofundador, compositor y cantante en temas esenciales como este de su primer disco: ‘Noche de rocanrol’ (1983).
«Ya destruí el miedo a perder o a ganar. Alrededor sólo veo soledad. Con el alcohol me confundí, qué más da. Hoy soñaré con una botella más. Esta es una noche de rocanrol». Si te parece superficial, no entendiste nada.
NO HAY TREGUA
Todos los temas eran potencialmente himnos, pero el primero al que llamar tal cosa cara a cara llegó en la tercera embestida: ‘No hay tregua’.
Boni tenía al principio mucho más protagonismo vocal. Las cosas fueron luego encajando y el carisma de El Drogas se convirtió en algo inalterable para todos.
Pero ‘No hay tregua’ es la voz rotísima de Boni: «Cuando se aprende a gritar por algo también se aprende a defenderlo».
No hay muchos otros clásicos del verdadero rock español que sean de verdad rock español y que puedan sostenerle la mirada a ‘No hay tregua’. Muy pocos, de hecho.
PASIÓN POR EL RUIDO
Es curioso por qué llamamos a El Drogas «el cantante de Barricada». Vale, porque lo es. Pero es que Boni, aún desde la guitarra y componiendo, se clavó varios clásicos desde el micrófono.
‘Pasión por el ruido’ es otro de ellos. Y es el tema titular del ya sexto álbum de los navarros. Que empezaron en 1982 y vamos por 1989.
Siempre me flipa, al repasar las carreras de la gente, cómo y cuánto componen a vida o muerte. Este tema lo canta Boni again: «De cuclillas en el sótano del paraíso». Su voz es la que nos cuenta semejante verdad permanente.
BLANCO Y NEGRO
Por edad, aunque parezca absurdo, soy más de Leño. Porque aquí en casa, en Carabanchel, Rosendo es desde siempre hasta hoy nuestro Rey Mago favorito.
Y más allá de la influencia y la mano directa de Rosendo en la carrera de Barricada (que fue fundamental), aquí está todo: «Solo quiero ser más rápido que ellos, echar todo a perder un día tras otro y un buen rato después saber llegar a casa antes de que el sol me diga que es de día».
Hablamos de unos de esos himnos del rock que en su momento no sabes que son himnos, aunque en realidad es evidente porque los estás cantando abrazado con todo tu instituto en los bajos de Aurrerá.
OVEJA NEGRA
Para mi gusto, el presente tiene el defecto de la fugacidad y la inconsistencia. No nos pesa tanto como el pasado. Es lógico, pues está ocurriendo. Pero es una puta pena, porque en su liviandad va implícito el olvido.
He dicho lo de los bajos de Aurrerá. Los bajos de Argüelles en los años noventa. El Don Caimán. El Akelarre. El de Motörhead aquel que no recuerdo el nombre.
Aquella era la extensión de nuestro salón cuando en nuestro salón estaban nuestros padres. Un lugar del que escapar por pura lógica. Y encontramos cobijo allí escuchando Platero, Porretas, Reincidentes, Extremoduro, Rosendo… Barricada.
Siendo sincero, me parece irreal que pasara aquella época sin darnos cuenta real de lo que acontecía. Y eso que íbamos a los conciertos, lo dábamos todo, cambiábamos nuestra sangre por calimotxo. Supongo que pensaríamos que éramos eternos todos en ese contexto.
SIN VOZ
Acabamos de clavarnos dos clásicos del rock español que van a estar ahí siempre. Ahora vamos por ‘La araña’, el noveno disco, de 1994. Por situarnos.
El single principal es ‘Problemas’. Pero me gusta mucho más ‘Y las estrellas’, que viene al pelo porque igual ahora culpan a Barricada del asalto al Capitolio.
Hablemos, tristemente, de ‘Sin voz’. Porque hace 27 años no podíamos saber que este título resultaría tan asquerosamente profético. Es un temazo, en cualquier caso. Respondones como eternamente.
VÍCTIMA
«El sol no calienta por igual en todas las cabezas. Si no, que pregunten al que está bajo nuestro pie». Vamos por el año 2000 y lo que ya de por sí era una denuncia contra el racismo, la puta mierda de la vida y demás, se endurece aún más. Desde el pedestal, Barricada no cambia.
«Millones de miles de millones de alambres. De verjas de papeles y de ofensas. De uniformes de fronteras de banderas. Y demás mierdas. De dinero destinado a que no molestes. A los ojos bondadosos de las fieras. Eres el pecado de la raza humana como todos los sin tierra».
LA MAREA
Producción de rock alternativo gringo, si se me permite el pareadito. Grupo tocho de rock en plan que ya no significa nada: me vienen P.O.D. jaja. Es broma, estuvieron bien en su día.
‘Bésame’ es el duodécimo disco de Barricada. Vamos por 2002. Personalmente, aún con toda la consistencia evidente, veo que se complica lo de hacer himnos.
Esto lo digo con toda la admiración. ¿Cuántas putas canciones que claves en el corazón de la gente puedes escribir? Ya llevamos unas cuantas, si os fijáis. Y volver a escucharlas para contarlas es una pequeña gran epifanía.
SOTANAS
Tiene algo fascinante lo que hacen aquí Barricada. Porque el riff es rollo Blink 182, así como punk festivo, pero nos van a hablar de mogollón de cosas complicadas.
Porque en este disco, el decimocuarto del grupo navarro, es conceptual sobre la Guerra Civil española. El Drogas se adentró en esa historia inhóspita y el álbum acabó con un libreto de 184 páginas.
No sé. Me gusta mucho decir no sé. Aunque lo sé. En este caso, pues no sé. Barricada. Grupo de rock contestatario. Actitud punk. Vamos a plantearnos las cosas. Ese es el objetivo último: estar en la Barricada correcta.