Gran Cañón (2013) Sala Shôko. Madrid

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Lugar: Sala Shoko. Madrid
Fecha: 26 diciembre 2013
Asistentes: 700 personas
Artistas Invitados:
Precio: 13 euros
Músicos: Carlos Tarque (voz y congas), Leiva (batería), Iván González ‘Chapo’ (bajista), Mauro Mietta (teclista), Ovidi Tormo (guitarras) y Cristóbal ‘Prisco’ López (guitarras)

Músicos: Listen to Her Heart, Good Morning Captain, Dixie Chicken, Crosstown Traffic, Do It Again, The Night They Drove Old Dixie Down, Life in the Fast Line, Stuck in the Middle, Southround, Maybe I’m Amazed, Iko Iko, Ain’t no Love, Tulsa Time, Old Man, Mess Around, Feeling Allright, You Never Can Tell, High Voltage

‘¡Escuela de Rock!’

Loable empeño didáctico y pedagógico el de Gran Cañón, esta super banda liderada por la portentosa voz de Carlos Tarque (M-Clan), con Leiva cambiando el primer plano habitual por el aporreo de tambores desde el fondo del escenario.

Loable empeño porque ambos se alían con Iván González ‘Chapo’ (bajista de M-Clan), Mauro Mietta (teclista de Tequila y Ariel Rot), Ovidi Tormo (guitarra de Los Zigarros) y Cristóbal ‘Prisco’ López (guitarras de M-Clan) para, entre todos, rebuscar en lo más profundo del cancionero del rock setentero para ofrecérselo impecablemente interpretado en directo con desparpajo y salero.

Eso sí, tanto rebuscan que la cosa no termina de abrasar debido al relativo desconocimiento de la concurrencia, que acude pensando en escuchar sus canciones favoritas y sale admitiendo el poderío de la banda, pero echando en falta un poquito más de camaradería colectiva y coro comunal. Que la gente quiere desparrame, caramba, menuda novedad, pero aquí estamos para aprender divirtiéndonos, como nos querían hacer en el cole que debían entrarnos las dichosas matemáticas.

Con actitud descaradamente disfrutona, la banda le da a Tom Petty (‘Listen to her Heart’), The Black Crowes (‘Good Morning Captain’), Little Feat (‘Dixie Chicken’) y Jimi Hendrix (‘Crosston Traffic’) dejando al personal tan embobado como frío, puesto que un recital de temperatura bien diferente podría salir con estos mismos grupos, pero con distintas canciones. Pero Gran Cañón es una banda con una misión educativa y sabe perfectamente lo que desea ofrecer, al tiempo que los músicos se lo pasan en grande interpretando sus canciones favoritas sin presiones.

Ya con Steely Dan (‘Do It Again’) y The Band (‘The night they drove old Dixie Down’) el personal se mete en faena al reconocer mayoritariamente al fin algo para cantar. De los Eagles cae la rockera ‘Life in the Fast Line’, de nuevo reconocida por pocos poquitos pocos, justo antes de un apetitoso festín de rock en vivo con el ‘Stuck in the Middle’ de Stealers Wheel.

‘Southbound’ de los Allman Brothers pone a todo dios al meneo, mientras que ‘Maybe I’m Amazed’ de Paul McCartney mantiene la caldera a pleno rendimiento, a pesar de la insistencia de Tarque con unas congas que están bien para una canción puntual, pero que terminan resultando cargantes para todo un concierto completo. Suena después ‘Iko Iko’ de Dr John, dando paso a una hercúlea interpretación del ‘Ain’t no Love’ de Bobby Blue Bland (popularizado entre el rockerío por los Whitesnake de David Coverdale).

Tras el ‘Tulsa Time’ de Don Williams, es momento para que Chapo se convierta en Neil Young guitarra acústica en mano durante unos instantes para entonar un ‘Old Man’ bien resultón con Leiva al bajo y Tarque en las baquetas. El trotón ‘Mess Around’ de Ray Charles le da un toque años cincuenta a la velada, algo de agradecer por aquello de la diversidad,

Muy bien recibido cae del cielo también ese clásico bien reconocible que es ‘Feelin Alright’, en versión de Joe Cocker, ya con hora y media de recital, la maquinaria funcionando a pleno rendimiento y el público bien empapadito de los buenos años del rock más clasicote. ‘You never can tell’ de Chuck Berry resulta infalible como siempre, y demuestra que la gente estaba por la labor de montar una buena parranda para salir en las páginas de sucesos, pero que la cosa se quedó en un disfrute sereno y paladeable.

Y eso que todavía quedaba una última bala con Carlos Tarque convertido en Bon Scott para incendiar el garito con ‘High Voltage’, certero final tirando de los AC/DC más lanzallamas. AC/DC siempre endemoniadamente bien. Electrizante guinda para un pastel resultón, instructivo y educativo, que se convirtió por momentos en un reto en plan ‘Saber y Ganar’ para los asistentes, empeñados en reconocer todas y cada una de las canciones de un repertorio sólo apto para los muy iniciados. Lo que deberían hacer (más) los colegios en este caso lo hace Gran Cañón. ¡Divulgación, aprendizaje y disfrute, amiguitos!

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