Como una premonición de lo que terminarían siendo, Pearl Jam dieron su primer concierto antes de ser Pearl Jam. Todas las bandas empiezan sin saber lo que podrán llegar a ser, sin saber si serán algo. Pero en este caso, como tratando de burlar su propio destino, su primera actuación la hicieron con el nombre de Mookie Blaylock.
Y la hicieron la noche del 22 de octubre de 1990 en el club Off Ramp de Seattle, ante una audiencia de apenas doscientas personas, sobre todo interesadas en conocer el siguiente paso de Mother Love Bone, el grupo con el que habían rozado el éxito el guitarrista Stone Gossard y el bajista Jeff Ament, pero que se acabó con la repentina muerte del vocalista Andrew Wood siete meses antes.
Tras el trauma, Gossard y Ament volvieron a tocar juntos y alistaron al también guitarrista Mike McCready. Así dieron forma a unas maquetas -en las que colaboró el baterista de Soundgarden, Matt Cameron, quien acabaría entrando en Pearl Jam- que circularon por la costa oeste estadounidense y llegaron hasta San Diego -gracias a otro batería, Jack Irons de Red Hot Chili Peppers- a un joven muchacho empleado de una gasolinera, que tenía su propia banda y que respondía al nombre de Eddie Vedder.
Él puso letra a esas composiciones, se mudó a Seattle para ver qué pasaba, ensayaron unos días con el ya incorporado baterista Dave Krusen y hasta hoy. Todo encajó con una rapidez fascinante, pues Vedder llegó a la ciudad el 13 de octubre de 1990 y la nueva banda debutara en vivo nueve días después. Y, una vez expuesto todo lo anterior, huelga remarcar que tocaban ante su propia gente, pero con una expectación que podría haber sido nociva.
«Eddie era un tipo tímido. Era lo opuesto a Andrew Wood, quien era extravagante en plan David Lee Roth«, resumió en 2001 a la revista Spin el manager de Mother Love Bone y de Pearl Jam desde siempre, Kelly Curtis. Igual le recuerda el periodista y cineasta Cameron Crowe: «Eddie era terriblemente tímido. Sentado frente a ti, con las manos en el regazo y mirando hacia abajo».
Crowe estaba por aquel entonces trabajando en su película generacional ‘Singles’ (1992), que refleja la vida de los veinteañeros con aspiraciones musicales de Seattle. La escena musical de la ciudad está más que presente en la cinta y, de hecho, Off The Ramp es el mismo local donde aparece Soundgarden tocando en la película.
LA NOCHE DEL CONCIERTO
Y así recuerda el debut de Pearl Jam la mánager de Soundgarden, Susan Silver, quien también ayudó a la nueva banda en sus primeros pasos: «Todo el mundo estaba nervioso, esperando a ver el renacer del Ave Fénix. El show fue impresionante y todos querían ver a Gossard y Ament, pero había aún mucha pena por Andrew. Esta fue la primera vez que muchos fans venían a Eddie y el sentimiento generalizado era ‘¿quién es este tipo? ¿es suficientemente bueno para ocupar el sitio de Andy?’. Sentí que el lugar le aceptaba de corazón».
Lo cierto es que, viendo el vídeo de aquella actuación treinta años después, resulta apabullante comprobar cómo la energía liberadora de ‘Release‘ estaba ya ahí, ante las 200 personas allí congregadas. Cómo Eddie Vedder se vacía aullando: «I’ll wait up in the dark for you to speak to me. How I’ve opened up, release me. Release me, release me dad, release me».
Todo lo que súbitamente sería Pearl Jam con el advenimiento de su debut, ‘Ten’, estaba ya sobre ese escenario y en ese himno en el que Vedder cuenta su propio drama personal, pues creció engañado al pensar que la pareja de su madre era su padre, cuando no era así. A su verdadero padre le conocio como un amigo de la familia que murió cuando él tenía 13 años.
De ahí la súplica de la liberación, de ahí la rabia de una letra que adquiere su máxima expresión sobre una música que se abre al mundo en toda su amplitud. Tiene todo el sentido que ‘Release’ fuera la primera canción en el primer concierto de Pearl Jam, pues ahí están todos los ingredientes: verdad, actitud, furia, épica, fuerza, energía. Podemos poner cuantos adjetivos queramos, pero todos se resumen en una palabra: vida.
‘Alone‘ pertenece a las sesiones de ‘Ten’, pero quedó fuera y acabó siendo cara-b del sencillo ‘Go’ de su siguiente álbum, aquel magnífico ‘Vs’ de 1992. Un corte poderoso que aúna las guitarras más gordas de los años setenta con el desasosiego emocional de los entonces veinteañeros. Es decir, un descarte que de alguna manera ayudó a establecer los parámetros de lo que luego quedaría comercialmente establecido como grunge.
El tercer tema es ‘Alive‘, uno de esos clásicos instantáneos que nunca fueron una canción cualquiera. Se aprecia en el vídeo: desde su concepción era un himno. Tendemos a pensar que las canciones nacen el día que se publican y por eso luego celebramos así su efeméride, pero un año antes de ver la luz, ‘Alive’ ya estaba esplendorosamente viva. Tan hermosa, tan mayor de edad y lista para deslumbrar.
Como ocurre con varias de las canciones de estos primeros pasos, la música es cosa de Gossard y Ament y luego Eddie Vedder las llevó a otro nivel al entrar en la banda y poner su propia letra y su propia voz. Al verter su yo sobre la música que otros compusieron sin conocerle, pues ‘Alive’ es, de nuevo, un grito de ayuda del vocalista por su drama paterno.
Ocurre con ‘Alive’ y con el resto de temas de este recital de poco más de media hora: que no parece un debut ante el público. Hay ahí un grupo con un puñado de composiciones por las que un alto porcentaje mataría o, como poco, haría cosas deshonestas. El vídeo se ve borroso como un recuerdo, pero el audio se ve desbordado por el ímpetu de una banda que empezó en un escenario ya pequeño para su tamaño. Resulta tan obvio ahora, treinta años después, eh.
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‘Once‘ es Pearl Jam en estado puro. La tremenda puerta de entrada al álbum ‘Ten‘, el camino hacia la locura de un hombre que termina convirtiéndose en asesino en serie. Una canción que en esta primera actuación, cumplió con la complicada labor de estar entre ‘Alive’ y ‘Even flow’, los dos grandes pelotazos con los que Pearl Jam irrumpió en nuestras vidas cual elefante en cacharrería.
Se equivoca Eddie al entonar el aullido principal «eeeven flow» un segundo antes. Pero se echa hacia atrás y lo repite aún más alto un segundo después. A ratos no sabe muy bien qué hacer sobre el escenario y, seguro, por eso durante la parte central de ‘Even flow’, mientras el resto del grupo toca, se dedicaría meses después el cantante a trepar por las estructuras de los escenarios.
Me resultan especialmente fascinantes estas viejas grabaciones. Me gustan más que las oficiales con taitantas cámaras HD, 4K o lo que demonios sean, todas ellas organizadas por un realizador de fama mundial. Bah. En vídeos como este, en el que Pearl Jam suenan con toda su holgura, es donde se aprecia, aún hoy, la verdadera dimensión de las canciones que amamos. De las canciones que hasta esta línea en particular nos trajeron.
Y luego está ‘Black‘. El fundido en negro cuando muere un corazón roto. La cantaba Eddie Vedder aquel 22 de octubre de 1990 con una mano en el bolsillo, balanceándose levemente en el centro del pequeño escenario arropado por el resto del grupo. Aún crecería mucho más, concierto a concierto, lustro a lustro, pero ya estaba aquí el sentimiento puro.
‘Breathe‘ es otro de esos temas que pudieron haber sido escogidos para la historia, pero se quedaron a medio camino. En su caso, en la banda sonora de la mencionada película ‘Singles‘ de Cameron Crowe (1992), así que nada mal tampoco su acomodo para la posteridad. Además, es de las más queridas por los ‘die hard fans’ del grupo, seguramente por formar parte de su historia desde el minuto uno. Y aquí muestra sus galones con orgullo.
Acaba el primer concierto de Pearl Jam antes de ser Pearl Jam con ‘Just a girl’, una maqueta con claro potencial y que contaba con la confianza de la banda, pero que se perdió en algún momento del camino, aunque sí formó parte de ulteriores reediciones de ‘Ten’ como material adicional y tal. Una joya que es un desparrame mirando aquel 22 de octubre de 1990.
A veces hay que coger la ola buena sin miedo. Eso lo sabía bien Eddie Vedder, acostumbrado a surfear las costas californianas. Cuando la coges bien, eres tú quien la empuja a ella. Dos meses después, en diciembre de 1990, Pearl Jam abrían para Alice in Chains en el Moore Theatre de Seattle, con capacidad para 1.800 personas.
Y así lo recuerda Cameron Crowe, también para Spin: «La primera canción que tocaron en el Moore Theatre fue ‘Release’. Recuerdo mirar a mi esposa y estábamos en plan ‘¿ese es el chico tímido? ¡Oh Dios mío! De repente estaba trepando por las vigas. Fue el final de Eddie como el tipo terriblemente tímido». Ese fue el comienzo de Pearl Jam siendo ya Pearl Jam. Y hasta hoy.