Siempre es una mala noticia que cierren salas de conciertos o bares en los que se puede escuchar buena música en un ambiente con personalidad y buen gusto. Eso mismo era hasta su cierre El Templo del Gato, lugar bien conocido por todos los rockeros madrileños y los que andan de paso por la capital.
Allí tocaron, por ejemplo, Jawbox, NOFX (con 24 Ideas y Offspring de teloneros) allá por la Baja Edad Media.https://t.co/liGOlizyim
— Jose (@j_duran_r) 2 de noviembre de 2016
Por eso es una triste noticia el cierre de este mítico garito de la calle Trujillos, que ‘celebró’ su cierre este 31 de octubre en la noche de Halloween. Reproducimos a continuación el comunicado de los propietarios en Facebook comentando su despedida:
«Hoy 31 de octubre del año que disfrutamos, celebramos nuestro XXXII Halloween Party. Quiere decir que 32 años atrás, año 85 iniciamos esta tradición en la ciudad que se mantiene hasta el día de hoy. Aunque parece ser que a partir de ahora se llamara Holy-Halloween o algo así, en honor de San Timorato por si acaso, en fin, Sign of The Times.
Y no queremos pasar de fecha porque en el día de hoy, en este día tan señalado, nos ha llegado un aviso del Ayuntamiento que a través de su Agencia de Medio-Ambiente especializada en crear ambiente donde nadie se lo solicita, dice más o menos textualmente que queda Desestimado el recurso de reposición que presentamos por si acaso nos levantaban la prohibición de utilizar el equipo de sonido musical, ya que en caso contrario nos precintaban el santuario.
Así que ante esta perspectiva, NOS VAMOS, porque vamos a ver, – el que pueda verlo, claro- ¿Qué es un Templo con su Santo dentro, bailando con Dios todo el rato, sin su Música de acompañamiento Rockero? Pues eso, un Fantasma sin Datos, Un Halloween-Perpetuo.
Y Tampoco es eso…
Así que nos quiten lo bailao!
Y si por si acaso volvemos a celebrarlo a todo trapo dentro de unos Años, vamos a numerarlo
Happy Happy XXXII-Siempre en Romanos- Halloween-Party 2016.
Un Abrazo
Desde el Templo del Gato seguiremos informando…
Del Gato-Escaldado, aunque, la verdad no tanto»
