discos de 1992

30 discos de 1992 que cumplen 30 años en 2022

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Nos hartamos de afirmar como cacatúas loquísimas que 1991 es el último año del rock tal y como lo conocemos. Y sí, así es. Fin. Pero, asumido lo cual: ¿y si no hubiera sido tan puto malo 1992? Joder, no lo fue. Vale, es que. Ya, tío. Una movida jodida. No hay dios que lo levante. Pero que si. Que 1992, para nosotros que pasamos del relato oficial de la puta Expo y su vieja, tuvo buena mierda. Para nosotros, lo sé, 1992 fue esto.

BON JOVI: KEEP THE FAITH

Ojalá tuviera, no sé, tu pelo. Porque el peinado de Jon Bon Jovi que dejó estupefacta a toda una generación representa el paso de los ochenta a los noventa. Después de los multiplatino ‘Slippery when wet’ y ‘New Jersey’, la banda entrega su disco más consistente, repletito de clásicos como la canción titular, ‘In these arms’ o ‘Bed of roses’. La que probablemente sea su mejor canción, ‘Dry county’, también está aquí. Un gran éxito en plena eclosión grunge que les reconfirmó como clásicos de estadio para siempre. Y ese pelo en plan ‘golden girl’, oh sí.

R.E.M.: AUTOMATIC FOR THE PEOPLE

Pues el mejor disco de R.E.M. y ya. Las noticias importantes hay que soltarlas así, sin tontos miramientos. El grupo había sobrepasado el rubicón de la comercialidad con ‘Out of time’ y, aún huyendo de un sonido realmente accesible para todos, redobló su popularidad con este octavo álbum. No en vano, jugaban con las cartas marcadas al contar con ‘Drive’, ‘Man on the moon’ o la ultramasiva ‘Everybody hurts’. Obra cumbre de una banda cumbre.

BRUCE SPRINGSTEEN: HUMAN TOUCH / LUCKY TOWN

Un doble lanzamiento no siempre es la mejor idea. Pero es que después de haberlo hecho todo bien durante los setenta y los ochenta, Bruce cerraba su etapa considerada clásica con el desconcertante ‘Tunnel of Love’ en 1987. Cambio de ciclo al pasar de la E Street Band, algo no comprendido por todos, como es natural: ¿quién pasa de la mejor banda en vivo del mundo? Hay temazos por aquí que hacen estos discos superiores a algunos otros a los que se alaba en demasía: si los hubiera juntado en un solo álbum, sería indiscutible.

RAGE AGAINST THE MACHINE: RAGE AGAINST THE MACHINE

Sigue sin fallarte este disco si necesitas un chute de ira y violencia para enfrentarte a un día de mierda. En medio minuto sentirás que nada ni nadie puede contigo. Tal es su power. Y cuando sientas que pierdes fuelle, ahí está la voz guerrillera de Zack de la Rocha para recordarte que no te lo puedes permitir. Todos recordamos la primera vez que sentimos dentro la fuerza de este clásico instantáneo que suena como el pogo del fin del mundo. Menudo debut del copón.

THE BLACK CROWES: THE SOUTHERN HARMONY AND MUSICAL COMPANION

Poco o nada pintaban los Black Crowes en el arranque de los noventa con su rollo setentero claramente desubicado. Pero terminaron haciéndose un hueco por carisma y porque eran rematadamente buenos. Una banda que llegó tarde pero supo encontrar su propio tiempo gracias, por ejemplo, a pelotazos como ‘Remedy’ dando batalla a todas horas en la MTV. El riff inicial de ‘Sting me’, que abre el álbum, es dinamita atemporal. Quizás sea eso también. O que los hermanos Chris y Rich Robinson vinieron al mundo justo para hacer esto.

STONE TEMPLE PILOTS: CORE

Vaya bandazas había en los primeros noventa, eh. Stone Temple Pilots lograron un éxito indiscutible, aunque siempre quedaron eclipsados por la monumentalidad generacional de Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden o Alice in Chains (llegaron a estar muy cerquita, en cualquier caso). Y eso a pesar de un frontman tan salvaje como Scott Weiland y de canciones como ‘Dead & Bloated’, ‘Sex type thing’ o ‘Plush’. Indispensables en su momento, si no trascendieron aún más fue porque el público ya no podía asimilar con la máxima intensidad más temazos.

ALICE IN CHAINS: DIRT

Cinco milloncitos de unidades despachó el segundo disco de Alice in Chains, ‘Dirt’, cuando todos llevábamos camisas de cuadros y vaqueros rotos. Joder, hubo un tiempo en el que estuvimos de moda y no nos dimos toda la cuenta que debimos. Éramos la tendencia del presente. Escuchar treinta años después los pesadísimos riffs de Jerry Cantrell y la voz de Layne Staley es literalmente tener la capacidad de teletransportación mientras atrona ‘Them bones’.

4 NON BLONDES: BIGGER, BETTER, FASTER, MORE!

Definición perfecta de one hit wonder. Grupo de un sólo éxito. Pero vaya éxito. Porque lo de ‘What’s up?’ fue muy fuerte. Tanto que no tenía sentido ninguno que 4 Non Blondes continuaran su carrera como banda, pues se hizo evidente muy rápido que siempre serían ‘los del estribillo aquel del ie ie ieee’. El disco entero no estaba mal, sabían lo que se hacían y, de hecho, su líder, Linda Perry, ha hecho una fructífera carrera como compositora para todo tipo de rutilantes estrellas del pop.

INXS: WELCOME TO WHEREVER YOU ARE

Tras los pelotazos de ‘Kick’ y ‘X’, los australianos dieron un giro estilístico desde el pop para incorporar sonidos grunge, alternativos, orquestas y algo de sitar. La variedad se aprecia ya solo con lo distintos que son los singles ‘Heaven sent’, ‘Baby don’t cry’, ‘Taste it’ o ‘Beautiful girl’. No vendió tanto como los dos anteriores, pero llegó a los 5 millones de copias en todo el mundo, cifra inalcanzable para la gran mayoría. Después de esto, eso sí, la cosa se fue desinflando hasta el trágico final de Michael Hutchence en 1997.

ROXETTE: TOURISM

Disco perpetrado en plena gira de presentación de ‘Joyride‘, con tomas registradas en habitaciones de hotel, conciertos y todo muy así como apresurado. Como quien hace turismo musical de ciudad en ciudad, en definitiva. Un álbum de esos de transición que tanto gusta a los más fanáticos por su espontaneidad y sus pretensiones limitadas. El resultado es tan elegante y disfrutable como siempre, más teniendo en cuenta que Per Gessle y Marie Frediksson estaban por aquel entonces tocados por la varita de los dioses del pop.

IRON MAIDEN: FEAR OF THE DARK

Muy probablemente el último álbum clásico de Iron Maiden. No en vano, fue el último de la primera época de Bruce Dickinson como cantante, antes de su regreso en 1999. ‘Fear of the dark’, al canción titular, tiene ese aura que cuando empieza a sonar todo el mundo sabe que está a punto de pasar algo importante. Y vaya que sí, pues sigue siendo momento álgido en sus conciertos. Fue número 1 en su Reino Unido y llegó hasta el 12 en Estados Unidos, lo cual está estupendamente.

UGLY KID JOE: AMERICA’S LEAST WANTED

El debut de Ugly Kid Joe podría perfectamente haber pasado desapercibido, como el de otros tantos aspirantes con cierto talento. Pero tuvieron suerte y lo petaron bastante, gracias sobre todo al éxito de ‘Everything about you’, que llegó nada menos que al 3 en Reino Unido y al 9 en Estados Unidos (a veces pasa cada cosa flipante por ahí). Una banda como tantísimas otras que, por lo que fuera, reunió unas cuantas canciones pegadizas de buen rock y con un cantante con fuerza escénica y una voz potente. Después de este debut se diluyeron rápidamente, se separaron y se reunieron en 2010 sin que nadie les termine de hacer demasiado caso. Pero molan.

EXTREMODURO: DELTOYA

La carrera de Extremoduro no hubiera sido la misma si no hubieran fichado por DRO para lanzar este su tercer álbum. Punto de inflexión que propició la profesionalización de Robe Iniesta y los suyos, con una popularidad en claro aumento pero pocos medios. Eso cambió con ‘Deltoya’, con puntos destacados de su discografía como el tema titular, ‘Ama, ama, ama y ensancha el alma’ (con letra de un poema de Manolo Chinato), ‘Sol de invierno’ o ‘Bulerías de la sangre caliente’. La explosión estaba a puntito de producirse, si acaso no se había producido ya y todo no era otra cosa que una atrayente onda expansiva.

BARRICADA: BALAS BLANCAS

Tiene uno la sensación de que la historia no está siendo justa con Barricada. Como que no están lo suficientemente arriba para la gran mayoría. Seguramente sea porque no terminaron de trascender del público más rockero… ¿o sí? Puntualmente sí que lo hicieron porque, vamos a ver, en este octavo disco está uno de los estribillos más coreados por estos lares, en conciertos y bares: «Oh-oh-oh, él fue quien tuvo la culpa. Oh-oh-oh, de encontrarse en su camino. Balas blancas, balas blancas para la oveja negra». Vaya pedazo de hit. Y todo el disco sigue sonando igual de cañón.

PLATERO Y TÚ: MUY DEFICIENTE

No suena tan potente el segundo disco de Platero y tú, porque tenían menos billetes, claro. Pero es una sucesión de himnos de rock de bar, ese estilo que alcanza su máxima expresión cuando un grupo de amigos grita las canciones en sudoroso estado de excitación alcohólica. Eso es así, no hay que romantizarlo: es de por sí precioso. Te has perdido muchas sensaciones si no lo has hecho así aullando ‘El roce de tu cuerpo’, ‘Desertor’ o ‘Esa chica tan cara’. Fito, atiende, por favor: no seas plasta, reúne a la banda. ¡Copón ya!

ROSENDO: LA TORTUGA

Otra que nos vendría bien que regresara es Rosendo, pero no lo va a hacer porque dijo que se iba y él tiene principios. No en vano, es de Carabanchel. Lo más amado de su cancionero está, obviando a los imprescindibles Leño, en los cuatro primeros discos en solitario que lanzó en el segundo lustro de los ochenta. Pero a partir de ahí, siempre en el notable, siguió repartiendo maestría sin darse importancia. En su sexta entrega encontramos temas como ‘Majete’, ‘Andar por casa’ o ‘Menú de la cuneta’. Rocanroles que te cambian el estado de ánimo como si nada. ¡Rosendo presidente!

FITO PÁEZ: EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR

El séptimo álbum de estudio del músico argentino Fito Páez es el más vendido de la historia de la música popular argentina con más de 1,1 millones de copias compradas. Editado en junio de 1992, cuenta con la participación de otros emblemáticos artistas argentinos como Luis Alberto Spinetta, Charly García, Gustavo Cerati, Andrés Calamaro. Mercedes Sosa o Ariel Rot, lo cual explica también su rotundo triunfo. De sus catorce canciones, diez fueron lanzadas como singles. Esta es algo así como la Biblia pop argentina y Fito Páez es Jesucristo con toda su talentosa teatralidad.

MANÁ: ¿DÓNDE JUGARÁN LOS NIÑOS?

La lista de éxitos habla por sí sola: ‘Oye mi amor’, ‘Vivir sin aire’, ‘Cómo te deseo’, ‘Te lloré un río’, ‘Cachito’, ‘De pies a cabeza’… Más de trece millones de discos en todo el mundo vendieron Maná de su tercer álbum, convirtiéndose, lógicamente, en la banda más internacional de México. Una máquina perfecta de vender copias de sus discos y tickets para sus conciertos. ¿Recuerdo bien si digo que en España se les vendió inicialmente como los Police en castellano? La de tonterías que puede llegar a soltar la prensa… El caso es que lo reventaron y siguen manteniendo un tremendo tirón popular a día de hoy.

MANOLO TENA: SANGRE ESPAÑOLA

En 1992 tuvo Manolo Tena la victoria que merecía. Porque era más que reconocido por colegas de profesión como autor y dejó huella con sus bandas Cucharada y Alarma!!!, pero su lanzamiento como solista empezó bastante regular a finales de los ochenta. En 1992 eso cambió y al fin pudo disfrutar de un disco de verdadero éxito, de esos que sonaban en todas partes y estaban en todas las casas. Canciones grabadas en el imaginario colectivo como la propia ‘Sangre española’, ‘Qué te pasa’, ‘Tocar madera’, ‘Loco por verte’, ‘Quiero beber y no olvidar’ o ‘Fuego en la piel’. Entre todas se estima que vendieron unas 800.000 copias, lo cual es bastante pasote.

FAITH NO MORE: ANGEL DUST

La llegada del vocalista Mike Patton lleva a Faith No More en su cuarto disco hacia desarrollos instrumentales más complejos propios del rock progresivo. ‘Land of sunshine’ abre con majestuosidad apocalíptica un álbum que no da tregua y que exige tanto de los músicos como del oyente. ‘Midlife crisis’ suena efectivamente a eso, tan enrevesada y oscura y luminosa a la vez. Desde el presente, parece mentira que un repertorio tan intrincado y poco comercial a la primera escucha despachara tres millones de copias en todo el mundo. Pero esa es la magia inexplicable de quien encuentra la fe en el lugar más insospechado.

MADONNA: EROTIC

Lo que me alucina muchísimo es que ‘Erotic’ sea el quinto álbum de Madonna. O sea, el cinco. ¿Qué hizo antes para que nos pareciera que llevaba aquí toda la vida? Es potentísimo eso. Y menuda vuelta de tuerca, eh. Hablo por mí, pero tenía once años y sigo flipando con esa reventona que tuvo. Lo que hizo Madonna con este disco sigue siendo necesario pero algo me dice que nadie se atreve del todo. Da mucho que pensar esto. ‘Erotic’ es tan de follar ya. Venga, ¿pero qué hacéis?

THE CURE: WISH

No soy yo muy de Robert Smith. No lo soy. Así que vamos a tirar de que ‘Wish’ es el noveno álbum de estudio de la banda británica de rock alternativo The Cure, publicado en 1992 por Fiction Records. Jaja. Dicho esto wikipedicamente, pues añadamos corazón: pues si es viernes debe ser que estoy enamorado. Y así llevas treinta años tú con aquel chaval y aquella chavala contigo. Igual solo sois dos capullos que no lo decís pero, sabéis, no hace falta que sea viernes para estar enamorado. Incluso los putos lunes puede ocurrir, aunque mucho menos.

GREEN DAY: KERPLUNK

A mí, ‘Christie Road’ me parece una de amor muy buena. Una punk de amor que en realidad es pop. Como Green Day, vaya. Pero mira, este disco, antes de que se volvieran locos vendiendo millones y aún después, es bueno. No sé. Me recuerda que da igual cuanto bien te vaya y cuanta pasta ganes. Al final todo es más puto sencillo si, por supuesto, tienes eso cubierto. Esa es la movida. Dicho todo esto, esto es punk rock guay.

GUN: GALLUS

Yo soy de Gun. Por generación y por convicción. Yo habito en ‘Steal your fire’. Estos escoceses, por lo que sea, se colaron en las radios comerciales cuando hacíamos caso a ese tipo de mierdas. Y, claro, me encajaron. Rock con vocación de estadio, con estrofas portentosas y estribillos coreables. Nunca fueron todo lo famosos que merecieron. Fueron, supongo, como la peli, casi famosos. La voz de Mark Rankin me sigue pareciendo hoy, treinta años después, estupenda.

EL GUARDAESPALDAS: BANDA SONORA ORIGINAL

Sabéis que hace ya treinta años de ‘El guardaespaldas’. El Kevin y la Whitney. Vaya movida aquella. Pues resulta que la banda sonora de la peli despachó 45 millones de copias. Una puta locura. Y todos pensando que ‘I will always love you’ era de ella, cuando en realidad es de Dolly Parton. Esta es la historia de un éxito monumental que se llevó todo por delante, un fenómeno social de esos que trascienden al cine y a la música. El disco no tiene solo canciones de la Houston: están Joe Cocker, Lisa Stansfield e incluso el plasta de Kenny G.

DEF LEPPARD: ADRENALIZE

No me parece ni medio normal lo que ha llegado a vender Def Leppard a lo largo de su trayectoria. Es, sin duda, demasiado. Pero es que dieron con la fórmula de la Coca-Cola en varios discos que suenan todos igual y que contienen ese pop disfrazado de rock que tan bien sienta para desayunar. Empezar el día con ‘Let’s get rocked’ tiene ese punto de buenrollismo chulito que mola. Los de Joe Elliott son demasiado buenos en lo suyo.

KIKO VENENO: ÉCHATE UN CANTECITO

Era 1992 y Kiko Veneno tenía treinta años menos y publicaba su tercer disco. Pero eso cómo va a ser, si lleva con nosotros toda la vida. Bien, vale, lo hablamos luego. Este es el disco de ‘Joselito’, ‘En un mercedes blanco’ y todas esas que desde entonces le acompañan. Anda por ahí Santiago Auserón, así que malo no será. De hecho, es muy bueno y una constante en las listas de lo mejor de lo que sea de esa prensa musical de mierda que todo se lo inventa.

JOAQUÍN SABINA: FÍSICA O QUÍMICA

Lo normal es recordar este disco por ‘Y nos dieron las diez’. Pero la que mola que te cagas es ‘Conductores suicidas’, tan Eric Clapton y tan J.J. Cale, ambos adorados por Sabina. Aclarado el tonto entuerto, es que solo recitando los títulos ya queda claro de lo que hablamos: ‘Yo quiero ser una chica Almodóvar’, ‘La del pirata cojo’, ‘La canción de las noches perdidas’, ‘Peor para el sol’ o ‘Pastillas para no soñar’. No está en absoluto nada mal. Pero la buena es ‘Conductores suicidas’.

REVÓLVER: SI NO HUBIERA QUE CORRER

¿Quién puede no estar obsesionado con Bruce Springsteen? ¿Qué tipo de vida anodina soportará? Yo lo estoy, tú lo estás y, claro, Carlos Goñi lo está. De siempre. Ya en su segundo disco lo dejó más que claro pero es que vamos a ver, el tipo puso sobre la mesa ‘Si no hubiera que correr’. Nosotros decimos «ron to run». Ron de beber, eh, porque somos así. ‘Si es tan solo amor’ también está aquí’, aunque la que más me gusta es ‘Malvarrosa affaire’. Claro que sí.

PRINCE: LOVE SYMBOL

‘Sexy MF’ es, indudablemente, una de las canciones más follables ever. La de perrerías que caben en su groove de cinco minutos eternos. Para algunos eso es mucho. ‘Love Symbol’, que nos perdemos, el disco. Es el catorce de Prince, acompañado por The New Power Generation. Y es, efectivamente, sexy. ‘My name is Prince’ abre el álbum para los despistados. A partir de ahí, solo quítate la ropa y bebe vino. Y ven.

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