La joven banda catalana Medusa Box ha entrado al puesto 62 de la lista de ventas española con ‘I love astronomy’ (Le Cirque Music, 2020), un reciente nuevo álbum en el que las canciones son en realidad preguntas sobre el universo y nosotros mismos.
Se trata de un trabajo conceptual claramente ambicioso y de sonido rotundo, a la venta en La Casa del Disco, producido por Lluis Cots (The New Raemon, Mourn) en los Estudios Musiclan y Estudios Nautilus, con un universo creativo propio.
Así, el que el grupo se ha convertido en una tripulación espacial: The Governor (Jordi Bosch, bajo), The Mechanic (Nil Bribian, batería), The Passenger (Enric Mont, guitarra y voz), The Philosopher (Adrià Bravo, sintes) y The Mathematician (Emili Bosch, guitarra).
Esta misión ha contado además con una cuidada imagen y edición física en vinilo. La portada ha corrido a cargo de Neus Frigola, con quien Enric Mont ha realizado todo el diseño.
De manera que sobre astronomía y todo lo que a partir de ahí surge hablamos con la banda en esta entrevista.
Muy evocador, muy espacial. Tampoco estoy siendo especialmente original, pues igual el disco se titula ‘I love astronomy’ por algo…
Adrià: es en parte una mirada hacia afuera, hacia lo más exterior que conocemos y no conocemos. Pero también hacia dentro, hasta el mismo sitio exactamente. Queda bien así, un poco metafísico, ¿no?
Emili: Ese es el concepto a partir del cual trabajamos todas las canciones
Como una misión espacial entonces
Enric: la idea es que hablamos con nuestra relación con el cosmos, más que como una exploración. Nuestra relación con el espacio, el peso que tiene el universo sobre nosotros y hablar de que el ser humano no es nada en esa estructura.
Y en un buen momento para sentirse insignificante y tratar de escapar del planeta Tierra
Emili: estas ideas nos han llevado a hacer un álbum conceptual alrededor de estas ideas. Teníamos un grupo de Whatsapp donde nos íbamos pasando información de la NASA y noticias del espacio para impregnarnos un poco de eso
Adrià: De hecho, el disco tiene un subtítulo, o quizás sea mejor decir una declaración, que dice ‘la exploración de la no existencia y el abandono del ser humano’. Eso es como un intento de comprender el todo en conjunto, olvidándonos de nosotros como seres humanos porque básicamente somos totalmente insignificantes
Pues es ambicioso, en un momento en el que todos nos preguntamos tantas cosas a nivel individual, tratar de llegar a alguna conclusión colectiva como seres humanos
Adrià: Es lo mismo al final. Te preguntas hacia dentro, pero todo el mundo tiene los mismos problemas que tú. Evidentemente con sus matices.
«Hemos conseguido superar un poco la barrera invisible de las influencias»
Todo un disco conceptual, en definitiva. Algo que no se hace apenas ya, ahora que todo son singles tan fugaces. ¿Os sentís raros apostando por un disco conceptual y metafísico?
Enric: No, porque lo hemos hecho para nosotros. Creemos en esto. Hacemos música para crear un patrimonio artístico e intentar aportar nuestro granito de arena a este mundo. Todos somos músicos y llevamos muchos años tocando, de manera que queríamos hacer algo de primer nivel. Creemos que lo hemos conseguido y por eso lo sacamos, jaja. Eso es lo que creemos nosotros.
Musicalmente, me recordáis a Kasabian, a Tame Impala, a los últimos Arctic Monkeys… ¿voy bien?
Emili: Vas bien, vas bien, jaja
Adrià: También Queens of the Stone Age, incluso un pelín de Rage Against the Machine en algún tema
Nil: En este disco hemos conseguido sobrepasar un poco la barrera invisible de las influencias. Nos apoyamos mucho en los grupos que nos gustan, pero no en sonar igual, sino en ver cómo enfocan la música. Quizás un enfoque más crítico y menos de fan para descubrir cómo componen y estructuran
Emili: Vamos a intentar conseguir el mismo nivel, aunque somos unos parguelas de L’Empurdà, pero nos da igual.
Adrià: Yo creo que lo hemos llevado también a la profundidad creativa. El último disco de Arctic Monkeys es extremadamente profundo y yo no me quiero comparar, pero sí creo que hay un proceso creativo bastante intenso
Emili: Grabamos las baterías en un estudio diferente, por ejemplo, porque nos gustaba más cómo sonaban allí. Hay también investigación en el timbre y el sonido.
¿Qué papel ha tenido Lluis como productor?
Nil: Personalmente, lo que me moló más fue el cariño y la paciencia. Puede sonar a cliché, pero es una actitud de tomarse todas las molestias para que suene todo lo mejor posible. Grabamos 24 pistas de batería y eso es algo que se encuentra poco. Y al mismo tiempo consiguió organizar todo nuestro torbellino de ideas.
Adrià: Le gustó mucho explorar con nosotros y se implicó muchísimo.
Nil: Siempre se le pone mucho cariño a las composiciones, pero a veces no tanto al sonido. Pero el planteamiento era que si nos teníamos que pasar todo un día, como hicimos, buscando el sonido de la batería, lo vamos a hacer.
Por eso el resultado es tan amplio y ampuloso. Es un poco, hablo por sensaciones, como la banda sonora para cuando dejemos la Tierra y la veamos desde las alturas cada vez más pequeñita. Y que igual explota y la dejamos en llamas
Adrià: Por eso puede que pase que cuando terminas de escucharlo entero te preguntas ‘¿y ahora dónde voy?’ Jeje
En este proceso tan dedicado, habéis editado el álbum en un vinilo bien chulo
Emili: ¡Sí! Es un disco de vinilo naranja. Con una portada de Neo con quien hemos colaborado. Los cincuenta primeros iban con un fanzine que hizo Enric…
Enric: Que pretende ser una guía para entender mejor el disco. Hay instrucciones y textos. Como teníamos mucho imaginario acumulado durante el proceso de creación, aproveché para explicarlo mejor
O sea que viene con instrucciones de uso. Recomendable leer antes de utilizar
Adrià: Sí, algo así, jaja
Vuestra canción más popular es ‘Fake emotions‘. Con mucha diferencia sobre el resto en las plataformas
Nil: Entre esa canción y ahora han pasado ocho años. Está en el primer disco y yo apenas tenía 18 años. Lo que ocurrió es que por algún motivo lo petó en Sudamérica. Es una canción de nuestra adolescencia
Enric: No sabemos por qué realmente, pero funcionó muchísimo
Nil: Para nosotros ‘Fake emotions’ es un poco como ‘Creep’ de Radiohead, jaja. Que a la gente le gusta mucho, pero a nosotros nos queda muy lejos. Cuando la tocamos la última vez este año, intentamos llevarla al sonido actual de Medusa Box y creo que lo conseguimos.
¿Qué tal fue ese concierto de este año?
Enric: Raro, con la gente sentada. Fue en Girona y era la primera vez desde febrero de 2019 y no hemos vuelto a tocar. Nos sirvió para sentirnos vivos como grupo.
«A la mínima que se pueda, vamos a salir a tocar para enseñarle el disco a la gente»
¿Y los planes ahora cuáles son?
Adrià: Pues de momento esperar y tener paciencia. A la mínima que se pueda vamos a salir a tocar para enseñarle el disco a la gente.
Nil: A mí lo que me mata es la incertidumbre de no saber cuándo.
Vamos a ponernos en diciembre de 2021. Vamos a imaginar. ¿Qué tendría que pasar de aquí a un año para que digáis pues ha sido un éxito esto?
Emili: Nada en realidad. Nosotros lo hemos hecho lo mejor que podíamos y hemos disfrutado. Hombre, si la gente lo escucha y le encanta, pues fenomenal.
Enric: Estamos tranquilos y, si no se cumplen las expectativas, no pasa nada porque el primer objetivo ya está cumplido. Pero evidentemente cuanta más gente pueda disfrutar de nuestra música mucho mejor.
Emili: ¡Y tenemos un vinilo fantástico para enseñar a nuestros nietos! Jaja
