Lugar: Pabellón Príncipe Felipe. Zaragoza
Fecha: 14 octubre 2000
Asistencia: 10.000 personas
Artistas Invitados: Bunbury, M-Clan y Dover
Precio: 2.300 pesetas
Setlist de Bunbury: Intro, Infinito, De mayor, El extranjero, Sólo si me perdonas, Big bang, Salomé, Apuesta por el rocanrol, Alicia (expulsada al país de las maravillas), Maldito duende, Iberia sumergida, El jinete
La web presentaba así en su sección de noticias este pequeño, itinerante y breve, pero exitoso festival:
Son tres los artistas: Bunbury, Dover y M-Clan. Y tres los escenarios: Valladolid, Pamplona y Zaragoza, a los que se subirán en el marco de la gira «España Nuevo Milenio». Una iniciativa de esta Sociedad Estatal (www.espnuevomilenio.org), que se incluye dentro de los actos de celebración del año 2000. En Zaragoza, las entradas ya están a la venta al precio de 2.300 (anticipada) y 2.500 (en taquilla). La venta de entradas marcha a buen ritmo y se espera que los conciertos registren casi lleno absoluto. Todas las entradas cuestan 2.300 pesetas en anticipada y 2.500 pesetas en taquilla. Las puertas se abrirán en cada ciudad a las 19:30 h. A las 20:50 h comenzará el espectáculo de Bunbury (que actuará durante una hora). Después, M-Clan se subirá al escenario por espacio de otra hora. Cerrará el pequeño festival Dover, a las 23:30, con un show de hora y media.
¿Qué es lo primero que hay que hacer cuando se llega a Zaragoza para desparramar en las Fiestas de El Pilar? Sin duda, conseguir un folleto de actividades y comenzar a señalar con rotulador bien gordo los conciertos molones. Es cierto que no suelen ser gratis, como en algunas otras celebraciones de grandes ciudades, pero no es menos cierto que siempre hay un montón de oferta entre la que elegir. Así las cosas, después de decantarme por Mago de Oz en 1.999, en esta ocasión la decisión estaba clara: Bunbury, M-Clan y Dover, todos a una como Fuenteovejuna.
Ya afectado por varios días de fiesta previa, la noche del concierto hubo que afrontarla con tranquilidad. A Bunbury le disfruté desde la grada izquierda, muy cerca, algo escorado, casi encima del escenario. Era la primera vez que le veía en vivo desde Radical Sonora y el cambió me gustó. Mucho más rockero de lo que cabría presuponer por lo escuchado en el disco de aquel momento, ‘Pequeño‘ (1999) ver a Enrique en Zaragoza es todo un lujo. Público entregado, éxtasis con los temas de Héroes del Silencio (Maldito Duende e Iberia Sumergida) y un sonido espectacular. Incluso las palmadas que Bunbury daba a varios metros de su micrófono se escucharon con nitidez. Lástima que sólo pudiera actuar una hora.
Bajada a la pista con el cambio de tercio (antes uno podía moverse por los pabellones a sus anchas, sin tener que aguantar que todo estuviera tan acotado como ahora con ochocientos tipos de entrada según el precio) para abandonarse al rock de M-Clan, grupo de moda que obtuvo la mejor respuesta de la noche con ‘Llamando a la Tierra’. En esta ocasión sonaron más o menos las mismas canciones que en el resto de la gira, destacando ‘Quédate a dormir’, ‘Perdido en la ciudad’, ‘Eres funky’, ‘Chilaba y cachimba’ y otras muchas fijas de esa época. Fue un concierto enérgico y sudoroso ante un pabellón desenfrenado y bailón como pocos. Por cierto, del «no toques a mi chica gilipollas» al «venga dame un abrazo y un trago de cerveza, coño», puede ir medio acorde.
Los encargados de cerrar fueron Dover, todavía apurando los años de éxito rockero gracias a su notable disco ‘Late at Night’ (1999). Hora y media de guitarrazos, bailes de San Vito, gallazos desgarradores de Cristina, empujones y mucho «die for you, die for you, serenade me, tell you my love» y todo eso de la época. Contundentes como siempre, no dieron ni un segundo al respiro del personal, el cual, después de más de cuatro horas de música, no pudo por menos que desalojar el recinto más que satisfecho y en dirección a la noche en honor de la pilarica. Ni me acuerdo de cómo acabó la noche. Antes de marcharnos, el pabellón con las luces encendidas.
La web Indy Rock, aún mantiene en la red una concisa crónica de la actuación de Bunbury aquella noche (de los otros dos grupos, ni rastro):
BUNBURY Zaragoza, 14-10-00
Texto y fotos: Jorge Oliva Álvarez
Eran poco más de las cinco de la tarde cuando Enrique Bunbury, con camisa amarilla y traje negro, hacía acto de presencia en el Príncipe Felipe. Con el equipo de montaje aún pululando por el escenario, Bunbury subía con pose tranquila y seria para probar sonido. Unos toques de «Contradictorio» sirvieron para abrir boca. Entre comentario y comentario, con Copi sobre todo, Bunbury se marcó «Maldito Duende» y «Apuesta por el rocanrol». Qué bien suenan ambos temas con el toque cabaret que les ha dado el zaragozano. Tras algo más de media hora sobre las tablas, Bunbury abandonó las instalaciones. No volvería a vérsele por allí hasta poco antes de las nueve de la noche, hora en que dio inicio el último episodio del «Pequeño Cabaret Ambulante» en su ciudad natal.
Abrió, como siempre, con «Infinito». La locura se hacía patente en las primeras filas, donde se arremolinaban fans procedentes de distintos puntos del país. Se podía ver un rosario de jóvenes, y no tan jóvenes, con camisetas del ex héroe, e incluso con tatuajes. «Yo este año, en el cumpleaños de Enrique, me he tatuado el om (el símbolo sagrado del hinduísmo que Enrique lleva tatuado en uno de sus omoplatos)», decía un joven cordobés.
A «Infinito» le siguieron «De mayor», «El extranjero» y «Sólo si me perdonas». Pie en tierra, Bunbury parecía pedir perdón a un público que ha sido quizás el más exigente, aunque también el más apasionado a lo largo de su carrera. El éxtasis artístico llegó con «Big-Bang» y con «Salomé», temas con los que el pabellón vibró hasta límites insospechados. Pero lo más emotivo, sin duda, fue la dedicatoria que Bunbury hizo al recientemente desaparecido Mauricio Aznar, compositor de «Apuesta por el rocanrol», cuando se dispuso a interpretar este tema.
«Alicia», sin intro alguno, «Maldito Duende» e «Iberia Sumergida» pusieron colofón a un show, que vivió su momento de mayor intensidad cuando el ex héroe se aventuró a tocar canciones de su antigua banda. La pasión del público hizo que Bunbury volviera al escenario para interpretar un bis excepcional (la rigidez del Festival Nuevo Milenio impedía a los artistas saltarse una sola coma del guión). Y volvió para marcarse «El jinete», canción con la que vivió un nuevo momento de gloria con un pabellón entregado ante el depurado espectáculo cabaretero ambulante del artista maño. «Chapeau».
También en Indy Rock, Jorge San Martín escribía esto otro (una vez más Bunbury como único protagonista de la noche):
El festival que cerraba las fiestas del Pilar del año 2000 reunió lo más variado y actual del rock español. El concierto atrajo a seguidores de los tres grupos que abarrotaron el Pabellón y que siguieron con entusiasmo las actuaciones de M-Clan, Dóver, y sobre todo la del artista zaragozano Enrique Bunbury.
Éste fue el primero en subir al escenario y en comenzar su actuación de la misma forma que lo lleva haciendo desde que echó a andar su «Pequeño Cabaret Ambulante»: después de una emocionante y elaborada intro que todos los fans de Bunbury conocemos (a base de bajo y platillos), comenzó a cantar «Infinito» para llevar a cabo un repertorio similar al de conciertos anteriores: «De mayor», «El extranjero», «Sólo si me perdonas», «Salomé», «Big-Bang», «Alicia» (en la que no utilizó «La estatua del jardín botánico» de introducción, sólo los primeros acordes para despistar), «Contracorriente» y «El jinete».
Como novedad respecto a los conciertos anteriores, Bunbury interpretó las versiones de «Maldito Duende» (parecida a la original, con una melodía más acústica) e «Iberia Sumergida» (una excelente versión, donde la percusión toma el papel protagonista y Bunbury canta con mucha fuerza).
Cabe destacar que la ovación de la noche no fue para Bunbury, ni para M-Clan, ni para Dover, sino que fue para el recién desaparecido Mauricio Aznar, uno de los compositores y de los músicos más importantes de Zaragoza que perteneció al grupo «Más Birras». Bunbury supo cómo brindarle la despedida que se merece, al dedicarle la canción «Apuesta por el Rock´n´Roll» y al provocar con ello la cerrada y respetuosa ovación de todo el Pabellón.
Lo mejor del concierto fue, además de la despedida a Mauricio Aznar, las magníficas versiones que Bunbury hizo de canciones que fueron símbolo de Héroes del Silencio en su anterior etapa, y a las que sólo se les puede reprochar que no aparezcan en el disco en directo que ha salido al mercado recientemente.
Lo peor del concierto fue la corta duración (apenas una hora) que el guión del festival exigía, de tal forma que Bunbury se vio obligado a dejar fuera temas punteros de su disco, como «¿Dudar? quizás», «El viento a favor» o «Lejos de la tristeza». También cabe destacar como aspecto negativo los pocos cambios que hubo respecto al orden de las canciones y su repertorio que, exceptuando las dos versiones de Héroes del Silencio, fue igual al del año pasado en octubre del 99.
Por último, se obtiene como conclusión que Bunbury cada vez va consolidando más un estilo que hace que la puesta en escena de su disco sea algo espectacular. Los asistentes al concierto pudimos disfrutar de una actuación corta pero intensa, ya que Bunbury está muy «rodado» después de tantas actuaciones como las que ha realizado durante los últimos meses, y ya domina perfectamente la puesta en el escenario que hace que sus conciertos sean algo más que una simple interpretación de canciones.
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Hola a todos me gustaría hablaros sobre el primer concierto de Dover en Zaragoza, vinieron para el Pilar creo recordar al pabellón Príncipe Felipe y estaban acompañados de M-clan y de Bunbury, a mi me gustan más o menos los tres pero en ese momento sentía más devoción y admiración por Dover.
Acababan de publicar su segundo disco, con el boom tan grande que fue el primero y como mis amigos iban a ver a Bunbury yo también me decidí a ir.
Llegamos prontico, pero al final nos sentamos en las gradas ya que iban a ser unas cuantas horas debido a que eran tres grupos pero me gustó mucho cuando salieron las hermanas Llanos.
Mucha gente iba para ver a Bunbury como es de la tierra pues aquí se le tiene bastante admiración, pero también había mucha gente que iba a Dover, se notó muchísimo cuando cantaron grandes canciones que son grandes éxitos como “serenade”, donde medio pabellón estaba coreando la letra de la canción.
También predominaron muchas voces en “Devil came to me”, “dj” y “Cherry Lee”, estas dos últimas de su segundo trabajo titulado “ Late at night”.
Durante el concierto canté todas sus canciones, mi amigos alucinaban de lo bien que me lo estaba pasando y de lo animado que estaba y realmente fue así porque esa noche me lo pase genial.
Lo que no me gustó mucho fue la forma de terminar, el guitarrista empezó a tirar la guitarra hasta que la rompió y las hermanas Llanos empezaron a hacer guarradas.
Se llenaban la boca con agua y la escupían al público o también lo hacían entre ellas, el público claro reacciono tarándoles botellines de agua o agua simplemente.
Para mi esto último hubiera sobrado pero ya se sabe las manías o las cosas de los artistas, así que luego ya nos fuimos de marcha, después de disfrutar de una noche bastante maja.
Un saludo para todos y gracias por leerme.
«Llamando a la tierra» fue su carta de presentación, no me hacía ninguna gracia que versionaran la famosa canción de The Steve Miller Band, pero un día por casualidad los vi en directo en un Pabellón Príncipe Felipe (Zaragoza) abarrotado y fue una autentica pasada de concierto. Hizo que me empezase a interesar por el grupo en general.
De lo mejorcito del rock español, la guitarra del señor Campillo es un auténtico extasis, tan bueno como el mejor de los guitarristas y no es exagerar solo hay que verlo en directo para darse cuenta.
Me acuerdo que salí horrorizado (bueno, dejemoslo en decepcionado) con Dover, más bien con su cantante…y me quede flipando con M-Clan, que era la primera vez que les veía y tenía muchas ganas. De hecho fuí porque a quien quería ver era a ellos. Joder que directazo se marcaron. Además fué con la gira del «Usar y Tirar» y todavía no habían pegado el pelotazo a nivel comercial, digo comercial porque el pelotazo musicalmente lo pegaron desde que se formaron…lamentablemente, creo que hoy en día con ellos se hace eso de… tiempos pasados fueron mejores, aunque bueno ahí están… y menos mal que están!
Bunbury, pues chico, creo que ha sido de las veces que menos me ha gustado …pero vamos que despues de verle en tantísimas ocasiones pues es normal que alguna te guste un poco menos, y en mi caso fué en este concierto, pero vamos… muy bien también.
Yo estuve en el concierto. Por bunbury y mclan, y dover el gran chasco, puff, cuantisimos gallos en un solo concierto.
Y m-clan en esos tiempos? un grupazo. Ahora les he perdido la pista. En usar y tirar les fui dejando un poquito, aunque tenina canciones buenas pero ya…
El mejor discazo de estos mozos el COLISEUM, un discazo. Y uno de los mejores directos que he visto, uno de estos chicos en la oasis hace años tambien, en la gira del usar y tirar creo…. que concierto madre mia, como cantaba el mozo, pufff.
No sé si fue esta la primera vez que via mclan o al año siguiente en interpeñas, pero vamos que desde que se fue santi campillo, mclan murió. ¡Cuánto daño hizo alejo estivel!