Tiene Veintiuno eso. Exactamente eso. Juro y perjuro y cometo perjurio si digo que estoy jugando al ajedrez con Bruno mientras escuchamos las canciones de Diego y sus amigos. Le explico que el peón no puede saltar mientras escuchamos canciones sobre armaduras. Y le cuento que hay un cómic entero dibujado con rotus y se le van abriendo más y más los ojos hasta que así consigo dejarle sin peones.
El pop siempre fue todo mentira. Engañifa. Pero joder, la de verdad que hay aquí. No conocen Veintiuno otra manera de existir. Te tiro a la reina al tablero, chiquillo. Menudo disco de pop este es. Pero veraz. Un pop que ya no se hace. Ochentero como siempre en ellos. De cuando esto era comercial de puta madre, joder, la de años que tengo. Vaya disco bonito. Menudo temazo ‘Irremediable’.
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Jaque mate, por cierto, querido. Vete a rabiar. Y se va. Pero suena ‘Estarás’ y se gira y me dice: ‘¿Esta es nueva? Si yo ya me la sé’. Claro, porque nos la mandó Diego hace mil. Y se pone a bailar, porque es nuestro tesorito favorito. ¿Qué le pasará por la cabeza a un niño de siete años? En general, pregunto. En esta casa, canciones de Veintuno.
‘Perder los modales’ es Bon Jovi, eh. Jo, lo que me gusta a mí Richie Sambora. Cosas que se vienen a la chabeta. Ahora me quiere ganar Bruno a las peonzas del siglo XXI, las blade esas. Es una pelea de cacharros en un estadio, que no deja de ser exactamente lo mismo que un festival o que un concierto a lo grande.
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Recuerdo cuando de canijo jugaba el Scalextric y mi hermano Juan Gallar me ponía el ‘Abacab’ de Genesis. «Esta es la canción de este juego», me mentía. Bueno, pues yo le pongo ‘Acantilado’ y ‘Puñalada’. No son canciones tan cinemáticas ni veloces como aquella otra, pero sí dan ganas de estrellarse. Eso también es Veintiuno.
Mátame camión. ‘Mitología’ tiene todo ese power de pop de estadio. Todo el disco lo tiene. Por los tiempos de los tiempos en mi cabeza sonará ‘Little red Corvette’ de Prince al escuchar estos pollos. ¿No es acaso una fantasía? Que estamos en 2015 y Prince lleva ya casi diez años muerto. Esto ya está muy hablado y es de ley, pero quede negro sobre blanco una y mil malditas veces.
He ganado a Bruno a todos los juegos imaginables, pero lo he hecho escuchando Veintiuno. Se acordará de que no me pudo ganar pero, ya os lo digo, anda por el pasillo cantando. Jaque mate, muchacho. Estas canciones se te van a quedar dentro hasta el fin de los tiempos. Y pensarás en mí, tu viejo. Tu gallar viejo. Tú, gallar siguiente. Aunque me grites porque canto mal en la cocina las canciones que tanto te gustan.
PD: La foto de esta movida la ha escogido él y hemos concluido que no le gustan las fotos de promo. Dice, «pero si son todos más guapos». Pues ya lo sabéis, chiquets: salís feos para Bruno, un esteta de la hostia.