– Guns n Roses (2006) Auditorio del Parque Juan Carlos I. Madrid

Crónicas

Lugar: Auditorio del Parque Juan Carlos I. Madrid
Fecha: 25 mayo 2006
Asistencia: 10.000 personas
Precio: 40 – 48 euros
Artistas Invitados: The Living Things
Músicos: Axl Rose (voz y piano), Dizzy Reed (teclados y piano), Robin Finck (guitarra solista), Tommy Stinson (bajo), Chris Pitman (teclados y programaciones), Brian ‘Brain’ Mantia (batería), Richard Fortus (guitarra rítmica), Ron ‘Bumblefoot’ Thal (guitarras)

Setlist: Welcome To The Jungle, It’s So Easy, Mr. Brownstone, Live And Let Die, Better, Sweet Child O’ Mine, Knockin’ On Heaven’s Doors, IRS, You Could Be Mine, The Blues, Outta Get Me, November Rain, There Was A Time, Chinese Democracy, My Michelle, Patience, Nightrain, Madagascar, Paradise City

Es difícil narrar con palabras lo que pudo vivirse en Madrid la noche del 25 de mayo de 2006. Lo que inicialmente podría calificarse de emoción por el reencuentro de miles de personas con un pasado común cada vez más lejano, pronto se tornó en insultos, rechazo, desprecio, mofa, chanza, conato de batalla campal, hilaridad, cachondeo… y como dicen algunas hirientes crónicas de la noche (que puedes leer más abajo), gusto de los músicos por la autodestrucción.

Y todo ello a pesar de que la cita pintaba de maravilla. El lugar elegido es un perfecto recinto al aire libre, ideal para conciertos en época primaveral, para bonitas noches de gloria. Además, esta noche registraba un lleno casi hasta la bandera, gracias a una mayoría de nostálgicos para quienes los Guns n Roses lo fueron todo en su adolescencia. Todos sabían que estos Gunners no son los de antes ni de lejos, que son sólo Axl y unos cuantos mercenarios de dudosa valía (las comparaciones son odiosas) destrozando un valioso legado a cambio de un puñado de sucios dólares pero, oh contradicción, allí estábamos todos reunidos esperando no se sabe qué. Hasta clones había…

A las diez de la noche, hora prevista para el inicio de las hostilidades, las luces no se apagan, aunque ya el sol hace tiempo que se fue y parece que se ha alcanzado el punto de ebullición. Pasan los minutos y parece que se ha congelado el tiempo. Ya en su anterior visita a Madrid en 1993, los verdaderos Guns n Roses comenzaron su concierto en el Vicente Calderón con unos 45 minutos de retraso (aquel concierto cosechó críticas nada buenas, por cierto, aunque a mi sí me gustó debido a la magia de la subjetividad). En esta ocasión Axl y sus compinches parecían dispuestos a superar su mejor marca personal de todos los tiempos.

Pitidos, silbidos, gritos, quejidos, insultos… hasta que alguien de la organización explica que los Guns n Roses (¡que no joder, que no son ellos, enterarse ya!) están llegando al recinto para dar lo mejor de ellos. ¿Que están llegando al recinto una hora después de la hora prevista para el comienzo del concierto? Definitivamente esta peña da asco, son una banda de impresentables que no merecen enarbolar la bandera de una de las mejores bandas de hard rock que ha parido madre. La respuesta de la gente fue imprevisible a la par que original: sillas volando y barras de bar tomadas al asalto.

Parece ser que los muchachos encargados de servir bebidas en las barras estaban contratados hasta una hora concreta, por lo que una vez sobrepasada ésta, no dudaron en desaparecer de sus puestos de trabajo, dejando vía libre a la enfadada concurrencia para tomarse la justicia con su mano. Allí se vieron escenas dantescas, con decenas de muchachos implorando unas gotas de lo que fuera, exprimiendo grifos, corriendo con botellas bajo el brazo, brindando con cualquier cosa, acumulando vasos e incluso cubitos de hielo. Nadie daba un duro por que el concierto se celebrara, de manera que, ya puestos…

Sin embargo, a eso de las doce de la noche, nada más y nada menos que dos horas tarde, un no-tan-gordo-como-hace-un-par-de-años aunque sí más gordo-operado-y-patético que en sus mejores años Axl Rose consiguió ponerles a los chavales los pelos de punta gracias a ese grito de guerra que pregunta ¿sabes dónde estás? ¡estás en la jungla, baby, y vas a morir! Después de esto quedó claro que lo mejor de la noche había pasado, una vez arrasados los bares y constatado que, musicalmente, la noche era una medianía absoluta, una soplapollez prescindible, un regocijarse sen la basura totalmente innecesario. Uno de los peores conciertos que he visto en mi vida. El gran timo del rocanrol hecho carne.

Viendo el repertorio de la noche parece cuanto menos inexplicable que aquello no funcionara, pero el caso es que no lo hizo casi en ningún momento. Y si estuvo cerca de hacerlo fue gracias al público, entregado y entusiasta como siempre en Madrid, capaz de contentarse con obtener al menos un poquito de aquello que había ido a buscar. Por eso precisamente se puede afirmar que los mejores momentos fueron Sweet Child o’Mine, You Could Be Mine, My Michelle, Nightrain o Paradise City.

Sonó mucho Apetite for Destruction y muy poco de lo demás de los buenos Gunners. Nos aburrieron con las canciones del supuestamente próximo gran disco del rock, Chinese Democracy, que, entre tu y yo, creo que nunca verá la luz por mucho que Axl quiera vendernos la moto. Convirtieron Live and Let Die y Knockin’ on Heaven’s Door en vacías canciones sin alma, sin garra, sin apenas nada que aportar, ante la estupefacción general, que casi no podía creerse lo que estaba viendo (con Bunbury y El Loco de la Colina en la zona para invitados, surrealista detalle tal vez).

El aspecto de Axl es ciertamente repulsivo, inchado por el botox y con esa pinta de malo final de la segunda fase del Double Dragon, aunque su voz sí se mantiene aún con cierta dignidad. Los músicos, sin embargo, no dan pie con bola, se equivocan en los interminables y poco acertados solos, y soportan todo tipo de insultos, de gritos en favor de Slash y el resto de los ya a estas alturas de la noche míticos componentes originales. Nightrain y Paradise City sonaron bien, contundentes por fin, aunque no lograron superar la sensación de ‘banda de versiones’ suplantando a los originales.

Tras el colofón de ciudad paraíso todavía quedaba lo mejor. Eran ya las dos de la madrugada y había miles de personas (menos mal que muchas se habían marchado ya sin dejar acabar el concierto) reunidas en una zona de la que no sería fácil salir. Con el Metro ya cerrado y apenas un autobús cada media hora para llegar al centro de la ciudad, la solución pasaba por andar y andar sin final. Curioso cuanto menos cómo un jueves en la noche el barrio de Arturo Soria estaba tomado por grupos de muchachos que deambulaban como zombies, arrastrando los pies y resignados como quien no sabe qué demonios será de su vida.

Al final el taxi redentor se dignó a aparecer después de una búsqueda de horas. Creo que me acosté pasadas las cuatro de la madrugada, contento porque los españoles somos así, unos cachondos que nos hacemos con todo. Se comenta que para entonces Axl andaba rondando por la discoteca Kapital (encima con estilo, el asqueroso este). En fin, en cualquier caso hay que darle las gracias al chaval por propiciarnos a todos una noche surrealista y delirante como pocas en la que todo lo que pasó se quedó corto con respecto a lo que podría haber pasado.

Crónicas de la noche (ordenadas de mayor a menor grado de agresividad histérica):
El Mundo: «GNR escenifican la autodestrucción en estado puro»
El País: «GNR en caída libre»
The Hands of Love (detallada y con fotos)
Mondo Sonoro

Este video es interesante porque contiene muchas fotos de la noche, aunque el audio está tomado de grabaciones oficiales (y no, no conozco de nada a los que salen).

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7 thoughts on “– Guns n Roses (2006) Auditorio del Parque Juan Carlos I. Madrid

  1. estuve ahí y a mí me encantó! Pese a que fue un poco caótico y la gente se comportó como animales (que lleguen tarde es justificación para arrancar las sillas y tirarlas? Qué hacía la gente pidiendo a Slash, si vas al concierto, que por cierto no era barato, no se supone que vas a ver a quien toca, y no a quejarte de quien no está?), considero que lo esencial, es decir, la voz de Axl, sonó perfectamente a lo largo de casi todas las canciones. Quizás en algún momento de November Rain o Paradise City no lo hiciera al 100%, pero hay que entender que fue el inicio de la gira que iban a emprender. Desde luego, infinitamente mejor a las desastrosas apariciones de años anteriores (Rock in rio 2001, MTV 2002, gira norteamericana 2002..), y me atrevería a decir incluso que ciñéndonos sólo a la calidad de la voz de Axl yo diría que a la altura de sus épocas de gloria. Sobraron solos de guitarra, sobró el retraso, sobró la falta de comunicación y de calor con el público… aunque esto último, bien mirado, no era algo que viendo las circunstancias tuviera demasiado arreglo. Pero por lo demás, lo disfruté muchísimo y fue muy emocionante.

    Un saludo!

  2. puffff, totalmente de acuerdo en que fue el concierto mas surrealista al que he ido nunca…pero he de decir que no fue tan tan malo…pero desde luego está claro que aquello no fue bueno, ni mucho menos fue guns n roses (hace unos dias estuve viendo a los gansos rosas -grupo tributo- y les dan mil vueltas)

    Lo bueno: la tremenda voz de Axl y la fuerza con la que sonaron muchas canciones. (y la tremenda actuacion de los teloneros, sin duda el mejor grupo que piso el escenario)

    Lo malo: todo menos eso.
    Estar 8 HORAS DE PIE (no se lo recomiendo a nadie) esperando como un gilipollas, ver a una panda de palurdos (ni recuerdo cuantos eran sobre el escenario, asi a bote pronto unos 10 ‘musicos’) intentando aprender a tocar guitarras, amen de otros instrumentos, la cara de Axl Rose, los horribles solos…en fin…aun asi, me lo pasé bien, quizas por el surrealismo…

  3. ¡Qué lástima, de verdad! Sigo manteniendo y mantendré que el último disco de Guns N' Roses es el Use Your Illusion I y el Use Your Illusion II. Y que murieron tras esa gira.

    En mi blog publico sendas críticas a estos discos tan maravillosos. Espero que os guste.

    Buque.

  4. Ha pasado mucho tiempo desde la fecha de inicio de este post pero me ha llamado la atención los comentarios sobre un concierto, si es que se le puede llamar así, que apenas recordaba y no me gustaría recordar.
    Pues sí estuve allí, esperando dos horas a que llegara el grupo al que no quiero ni llamar Guns and Rouses, porque si lo llamara así cada vez que oyera una canción en la radio de Guns and Roses la apagaría.
    El señor Axel no era capaz de subir media octava su voz, el guitarra es malo no, lo siguiente… He oído a grupos que versionan mejor sus canciones que este grupo que se hace llamar con un nombre glorioso y que alguien debería de denunciar.
    Fuí uno de los que se fué antes, sí porque no podía soportar ver a uno de mis grupos insignia de mi juventud arrastrandose por un escenario.
    En breve hay otros conciertos de Guns and Roses a los que por supuesto no iré visto lo visto en este.
    En resumen, el peor concierto de mi vida, hasta la banda del pueblo con el tractor amarillo consigue mejorar el ánimo de la audiencia.

    Alberto

  5. Mentiroso hijo de puta, me cago en tu puta madre. Puta escoria. Un puto conciertazo fue eso, anormal.
    Que se follen a tu puto padre, carcamal.

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