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Derby Motoreta’s Burrito Kachimba + Los Estanques (2021) Tomavistas. Madrid

Crónicas
Hoy no nos vais a parar

No cabe ni un gramo más en los pantalones to rojazos de Dandy Piraña. Se contoea, se agarra el manillar de la Derby Motoreta. Se arrodilla ante el dios del rocanrol. Es el joven Robert Plant, ídolo en el escenario. Va to reventao gritando ¡fuego! Arde. Es jueves en la ciudad.

Mi Derby Motoreta no tenía frenos. No hay ordinariez en estrellarse. Tampoco disculpa. Descubre tú qué pasa si te estrellabas contra ese muro. Igual hay vida al otro lado. Nos alumbra la farola del descampao mientras cavilamos jondo.

Se hace un silencio. Profundo. Electrificado. Es el final de ’13 monos’. La peña aúlla porque lo sabe. Es el grito de guerra. Vale para todo y, sobre todo, contra todos. ¡Hoy no nos vais a parar! Fundido en negro.

Un corazón enjaulado que trata de escapar a través de la boca de alguien. Eso siempre fue el rocanrol. No sabes si vas a ser tú o aquel o ese. No ocurre todos los días. Es como un parto provocado sin cita previa. Te expones.

LOS ESTANQUES

Hay que provocar las cosas. Acelerar el pulso. Es una tarde de primavera formidable de las que habíamos olvidado. Salen Los Estanques con su olor a psicodelia (la peña no perdona ni una, es bien así) y anochece. El azul se anaranja hasta convertirse en negro profundo.

Ocurre ante nuestros ojos y no hay vuelta atrás. Clamamos el error pidiendo por encima de nuestras posibilidades a las barras por telepatía. ¡Y funciona! Es una efeméride para recordar. Somos Mr. Clack. Soy español pero tengo un kebab. Tan divertidos como siempre, musicalmente sobrados.

ADRIÁN YUSTE

Es real eso de que Tomavistas Extra es un festival casi como lo vivíamos antes. Mira que tenemos que permanecer sentados, pero hay imbéciles a los que le divierte levantarse y que les aperciban una y otra vez. Echábamos de menos estos desbarres y no lo sabíamos.

DERBY MOTORETA’S BURRITO KACHIMBA

Pero pasemos de peña mazo molesta. ‘The new gizz’ es lo que buscabas y lo tienes. Deep Purple en vena con esos teclados a lo John Lord o Don Airey. Dandy Piraña es una lagartija recién cazada que se te escapa y te guiña un ojo. El muy cabrón.

Andan los Derby presentando ‘Hilo negro’, su flamante segundo álbum. Con hitos como ‘El valle’ o ‘Porselana teeth’. En Tomavistas suenan a banda grande ya, con esos riffs a lo Led Zeppelin. Un habitual del festival de Roskilde me susurra al oído: «me muero por verles allí, ojalá vayan, lo van a flipar los guiris».

Hace el salto del gitano a puerta gayola una y otra puta vez. Aúlla fornido Dandy Piraña. Arropado por una banda rotunda. Y oye, que es la primera vez en por lo menos quince meses que en un concierto hay pantallas gigantes. La producción va a tope: fetén.

La noche se enrojece en ‘Gitana‘. El grupo se arrodilla. Se hace cierto silencio. El pato al que le molamos y que ya nos ha cagado al menos una vez nos sobrevuela por enésima vez y la gente hace la ola. Las palabras de Guadalupe.

Hay conatos. En todas partes. Como que está todo a punto de pasar. De nuevo. Escribir un libro, plantar un árbol, provocar la pelea definitiva. Parece que todo está por llegar pero, mientras tanto, o justo por eso, aullamos. Derby Motoreta’s Burrito Kachimba son el vehículo necesario.

Todos soñamos con pulsar el botón rojo nuclear. Nos conformamos con pulsar el botón rojo que nos trae la cerveza fría. Una concesión por el bien común. Estar aquí alzando la bebida fría como hacíamos antes nos libra de otra dichosa comisaría.

Una buena velada de rock, en definitiva. Progresivo, psicodélico, setentero. Dos bandas rotundas y contundentes. Dos bandas en las que creer con un presente rutilante y un futuro esperanzador. Estamos de vuelta: ¡Hoy no nos vais a parar!

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