– U2 (1997) Estadio Vicente Calderón. Madrid

Crónicas

Lugar: Estadio Vicente Calderón (Madrid)
Fecha: 9 septiembre 1997
Asistencia: 50.000 personas
Artistas Invitados: Placebo + Howie B.
Precio: 5.600 pesetas (entrada general)
Músicos: Paul Hewson ‘Bono’ (voz y guitarra), Dave Evans ‘The Edge’ (guitarras y teclados), Larry Mullen Jr (batería y programados), Adam Clayton (bajo)



Set List: Mofo, I Will Follow, Gone, Even Better Than The Real Thing, Last Night On Earth, Until The End Of The World, New Year’s Day, Pride, I Still Haven’t Found, All I Want Is You, Staring At The Sun, Sugar Sugar, Miami, Bullet the Blue Sky-America, Please, Where the Streets
Bises: Discotheque-Black Betty, If You Wear That Velvet Dress, With or Without You, Hold Me Thrill Me Kiss Me Kill Me, Mysterious Ways, One-Unchained Melody
(fuente: http://www.u2tours.com/)

Los irlandeses U2 actuaron en Madrid por tercera vez el martes 9 de septiembre de 1997, dentro de su excesiva y mastodóntica gira mundial Popmart, y presentando su disco Pop, de aquel mismo año.Después de verles por primera vez en 1993, con tan sólo 14 años, acudir a mi periódica cita con Bono y compañía era ya por entonces, igual que ahora, una cuestión muy personal. Precisamente por eso en torno a las diez de la mañana ya merodeábamos mis amigos y yo por los alrededores del estadio, donde cientos de personas hacían cola también con la intención de llegar a las primeras filas, dentro de la zona vallada.

La situación era bien diferente a la histeria que se vive de un tiempo a esta parte en los grandes conciertos, no sólo con U2, que lleva a los más fanáticos incluso a pasar la noche a las puertas del recinto. En 1997, gracias a Dios, no hacía falta. Hay que agregar, además, que la banda no gozaba entonces de un momento de popularidad extrema, como sucede de nuevo en la actualidad. Sin mayores problemas, tras unas cuantas horas de cola al sol, el público accedió al estadio y nosotros pudimos entrar en la zona acotada frente al escenario. Si querías abandonarla te colocaban un sello de discoteca en la mano y podías moverte a tus anchas por el estadio, para luego regresar a tu privilegiada ubicación. Sólo por esto la experiencia de aquel día fue una de las más sobresalientes que he podido vivir hasta la fecha.


Placebo fueron los encargados de dar comienzo a las hostilidades. Su cantante, Brian Molko, se pasó media actuación preguntando al público: «¿soy chico o soy chica?» Debía ser de lo poco que era capaz de decir en español, pero el caso es que entre los allí congregados surgió la duda. Hay que tener en cuenta que Placebo eran por entonces unos desconocidos, sólo algo populares gracias a su tema Nancy Boy, incluido en la película Airbag, de Juanma Bajo Ulloa.

En cualquier caso, ofrecieron una actuación más que digna, algo que debe ser verdaderamente complicado cuando tienes que enfrentarte al talibán público de U2. El productor de Pop, Howie B, tuvo después su rato de gloria como pinchadiscos, si bien nadie le prestó demasiada atención, salvo cuando eligió el viejo clásico Walking On Sunshine (de Katrina and The Waves) para levantar los ánimos de los presentes.

Pocos minutos después de las 21.30 horas se apagaron las luces y los cuatro integrantes de U2 se dejaron ver, por fin. Aparecieron, igual que en el resto de la gira, por un lateral del estadio y llegaron al escenario a través de la valla sueca que separaba a los fans de las primeras filas del resto de espectadores, al ritmo de Pop Muzik (tema de M revisionado por U2 para la gira). Como era previsible, la histeria se apoderó de los más fanáticos. Dejarse llevar es la única opción en estos casos.

El listado de canciones fue básicamente el mismo que en el resto del tramo europeo de la gira, apoyado sobre todo en Pop. De los temas nuevos cabría destacar la fiereza de Last Night On Earth, que sonó a clásico aquella noche -aunque nunca volvieran a tocarla después de aquella gira-. Por cierto, que al final de esta canción, momento en el que Bono tenía por costumbre acercarse al público, un descontrolado fan le dió un tirón de la manga y le rompió la chaqueta, ante lo cual, el cantante respondió con gritos y un evidente enfado, que tuvo como colofón un escupitajo de lo más virulento… en ese momento, recuerdo pefectamente que tuve la sensación de que se acababa el concierto, aunque después comprendí que al enfado Bono le añadió cierta dosis de actuación y actitud desafiante.

Que The Edge cantara en karaoke el Sugar, Sugar de los Archies como intermedio del concierto fue lo más prescindible, si bien hay que resaltar que la gente también lo pasó bien en este punto (ocurrió igual que cuando Howie B. pinchó Walking On Sunshine, otra canción alegre por definición). Please volvió a meter las aguas en el cauce correcto de manera solvente:

El limón se movió, llegó a su sitio con los cuatro músicos dentro y tocaron Discothèque y el resto de esa parte de los bises (With Or Without You incluida) ante nuestras narices.

El final, con One, ya un clásico entonces, y Unchained Melody (de los Righteous Brothers) nos dejó a todos en nuestro sitio. Para tratarse de la gira «menos exitosa» de U2, desde luego, dejó el listón bien alto y un recuerdo imborrable en mi memoria. Hace tan sólo diez años de este concierto, pero es verdaderamente complicado encontrar en internet videos de aquella noche. Aquí va, eso sí, un video de Where the Streets Have no Name, que recoge a la perfección el ambiente y que no precisa de comentario alguno. Bueno, sí: has de vivir a U2 en directo.

Al día siguiente, la prensa se hizo eco del concierto con un despliegue bastante amplio. La ocasión, huelga decirlo, lo merecía.

Diario 16 (ya desaparecido)


Por su parte, Esteban Pérez, de la revista Todas las Novedades, escribió:

Los irlandeses presentaban en Madrid su nuevo show y con él, en teoría, nuevo sonido, nuevo concepto y nuevo look. Después de dos horas de concierto sí parece que estos chicos han cambiado… y mucho: sus himnos más combativos quedaron fuera del repertorio, los dólares gastados en el macroescenario no parecieron justificar su inversión y The Edge se ha convertido, por derecho propio, en el verdadero alma del grupo dejando que Bono ejerza de correcalles por las pasarelas.

El escenario era tan impresionante como se anunciaba, pero, con todo, ni mucho menos lo que la banda puso en marcha con la gira del Zooropa. Una enorme pantalla de vídeo cruzaba todo el ancho del escenario y se elevaba hasta el segundo piso de las tribunas. Delante de ella, el famoso arquito que recuerda al logo de MacDonalds con una cesta de supermercado en su parte superior. A la derecha, el limón pinchado en un altísimo mástil y, como punto importante, una rampa que prolongaba el escenario hasta un segundo set que estaba ubicado en medio del público. Ni Placebo ni Howie B disfrutaron de nada de esto. Placebo, prácticamente, pasaron inadvertidos, por cuanto ni se les veía a la luz del día y el DJ ni siquiera se hizo ver, limitándose a pinchar unos discos que el público recibió como música de ambiente mientras se alimentaba y bebía.
Con el último acorde del último plástico que colocó el inefable B se apagaron las luces y los cuatro miembros de U2 salieron al césped. Sí, al césped. Por un amplio pasillo que separaba al público en dos (aquí también había pulseritas) el grupo se dio un paseo seguido por los focos y saludando. Subieron al escenario pequeño y, mientras que el resto de la banda continuaba por la pasarela para coger sus instrumentos, Bono, vestido como un boxeador, se dedicó a saludar a la gente, levantar las manos y, por fin, entonar MoFo. Como era de esperar, Pop fue el disco más representado, dado que él parece el responsable del nuevo sonido, mucho más dance, que ofrece ahora U2. Gone, Last night on earth, Staring at the sun (que Bono y The Edge hicieron en acústico en el escenario pequeño), Miami (con una interpretación teatral de Bono que recordaba sus mejores tiempos) y Please fueron las piezas del nuevo disco que aparecieron en la primera parte del show.
Su resultado en directo fue bastante más que discreto y el público lo recibió con una frialdad que no tenía nada que ver con los momentos más álgidos del concierto. Even better than the real thing, de su Atchung baby, ya no pasó tan desapercibido y Until the end of the world, del mismo álbum, dio paso a un trío de excepción que Bono abordó acercándose al público y poniéndole los pelos de punta. Los tres temas en cuestión fueron New year’s day (una de sus obras maestras), Pride (de su antiguo The unforgettable fire) y I still haven’t found what I’m looking for, otro temazo que dio paso a All I want is you, baladita en la que Bono se unió a sus compañeros. Sin duda, este momento fue lo más agradecido del show y fue curioso comprobar que fueron las canciones, y no el soberano montaje, lo que más disfrutó el público, un respetable que, por otro lado, llenó casi en su totalidad el Vicente Calderón.

Después de que The Edge y Bono se marcaran el acústico, el guitarrista quedó solo en el escenario pequeño e invitó al público a hacer un karaoke con el Sugar sugar de los Archies. El resultado fue desastroso, con el público totalmente sorprendido y con el karaoke a una velocidad ilegible que nada tenía que ver con el tempo de la canción. Probablemente fuera una broma de la banda, pero el asunto resultó un poco tonto y realmente poco divertido. Bullet in the sky fue el otro tema representativo de The Joshua tree antes de que Where the streets have no name cerraran la primera entrega de la noche.
Luego vendría el número del limón, una fruta de tamaño gigantesco que estaba recubierta de espejitos y era como una enorme bola de discoteca. Después de la proyección de un vídeo que servía de fondo al Lemon, del Zooropa, el limón avanzó desde un lado del escenario, por la rampa, hacia el escenario pequeño; se abrió al mismo tiempo que una escalerilla se levantaba desde el suelo y la banda bajó, uno a uno, hasta el miniescenario, donde estaba colocado ya todo el set, batería incluida, para que el grupo abordara Discotheque. Las luces y el espectáculo eran propios de una discoteca, pero la gente no bailó todo lo que se pretendía, probablemente porque estaban demasiado apretados para ello. If you were that velvet dess (también del Pop) dio paso a With or without you, una pieza muy adecuada para cerrar el espectáculo. Los bises se cubrieron con Hold me thrill me y un par de temas del Atchung baby (Mysterious ways y One) antes de que empezara a sonar el Sitting in the river de Jimmy Cliff anunciando que el tinglado se había acabado.
Y… en fin. La única conclusión que se podía hacer era que U2 no están en su mejor momento, que siguen teniendo un repertorio extraordinario aunque su Pop, como centro principal de un show, termina por colocarlo muy por debajo de lo que esta banda ha ofrecido en otras ocasiones. La actitud del grupo, afortunadamente, evoluciona, pero, de momento, sus canciones no tienen la calidad que la banda ha ofrecido en su faceta más rockera. Siguen teniendo su multitud de fans, una presencia impresionante y un dominio del público propio de lo que son: unas superestrellas, aunque eso no quita el hecho de que U2, como grupo, no está, ni mucho menos, donde estuvo.
Páginas molonas sobre U2:
La mejor web de u2 en castellano es
East Link
Una pionera: www.atu2.com
La oficial: www.u2.com
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10 thoughts on “– U2 (1997) Estadio Vicente Calderón. Madrid

  1. Parece que nuestro webmaster ha tenido trabajo esta noche, enhorabuena Galko te ha quedado muy bien, cuando llegues a nuestros conciertos compartidos tendré que descolgarme para comentarlos.

  2. Momento místico.

    Fiestas de Pueblo. Verano de 1997. Sólo había una cosa por la que sacrificar una noche de las Fiestas: el Acontecimiento.

    Cometí el error de apurar el tiempo en el pueblo. Llegué muy justo y me tocó grada y estar medio solo. Todos los demás casi podían oler la colonia de Bono…

    Aún así fue increíble. Me encontré con mogollón de personas, boté y me abracé con quien no pensaba ya hacerlo. Lo mejor, la forma en que The Edge sostenía hasta el infinito el final de «Where the streets have no name».

    Vicenko

  3. Qué bueno!
    Hoy hace justamente 10 años que los ví en el Estadio Olimpico de Barcelona. Me regalaron la entrada para mi cumpleaños.
    Menuda gira!!! Menudo escenario (yo sigo diciendo que es el escenario que más me ha impactado de todos los muchos conciertos a los que he ido) Era impresionante ver la cesta de supermercado gigantesca, el limón… nada más entrar al estadio!!
    Qué bueno fue ese concierto! Menudo diluvio cayó durante los teloneros, recuerdo a los Placebo ahi aguantando el tipo… y justo antes de empezar U2, milagrosamente paró de llover.
    Menudo set list y menudo momentazo todos bailando la Macarena…
    En fin: 10 años ya! Mamma mía!
    Kissitos!

  4. Grandes recuerdos me trae ese concierto y esa época.
    Por entonces yo era «talibono2 y me encontraba a gusto con un grupo que derrochaba atrevimiento y actitud enfrentándose a nuevos desafíos.

    Un gran show, espectacular, no he vuelto a ver algo igual y un montaje al que el tiempo hará justicia histórica. Sólo por ver/vivir Please-Streets en esa pantalla ya justificaba la entrada.

    Grandes momentos y grandes emociones, U2 en directo, eso lo resume todo.

    Bye

    DOL!

  5. Hola, he llegado a este blog buscando referencias al escupitajo de Bono al fan que le rompió la manga de la chaqueta… Yo estaba casi en medio de donde pasó todo eso y lo cierto es que con el paso de los años he llegado a pensar que lo había medio soñado… Fue todo bastante raro

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