La última canción buena de Bon Jovi fue

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Joder los putos Bon Jovi macho. Pero qué desparrame de hits. Una vez que veías el ‘Runaway’ se te subían las pelotas al cuello y ya no podias cesar de reclamar más y más rock de estadio. Porque es verdad que llamar a esta gente A.O.R. es un insulto al A.O.R. Que lo han intentado y tiempo han tenido eh, pero qué va: los putos Bon Jovi son un género en sí mismo, esto es, rock de estadio fulano.

Pero que me flipan hasta morir. Siempre fue así y no les voy a negar porque por suerte no soy un puto acomplejado. Eso sí, eh, eso sí, qué jodida es la vejez. Pero detengámonos un ratillo y tiremos de recuerdos. Porque el primer disco de Bon Jovi es incontestable: puede ser ochentero y flojeras pero, a ver, ¿acaso no es eso Bon Jovi? Pues ya lo eran. El segundo es la polla también.

Luego pasaron de aspirantes a banda de rock a estrellas del pop. Cuando el ‘cuidado que resbala’, el ‘New Jersey’ y, bueno, vale, hasta U2 y Bruce Springsteen sobrevivieron a ese lapso de tiempo. El problema que yo siempre le vi a Jon concretamente es que no estaba dispuesto a abandonar ese estatus a todas luces pasajero para cualquiera.

O sea, él era el pavo de ‘Livin’ on a prayer’ y no quería ser otro. La existencia misma de Joey Tempest fue una de sus peores pesadilas -es coña pero mola pensarlo así- pero, por lo que fuera, porque él era de New Jersey y el otro sueco, pues ya está, supongamos que ganó. Nadie ganó, todos ganaron. Se me calló un diente de leche viendo un vídeo de ‘Carrie’ un verano en El Espinar. Richie Sambora y John Norum pero por el amor de Jimmy Page.

Bon Jovi se hicieron luego tan grandes que el mito se comió al grupo y el cambio de década fue traumático de pelotas. Tanto que cuando regresaron con ‘Keep the Faith’ nadie comprendía el pelo liso de Jon. ¿Pero qué cojones está pasando si era rizado? Bueno, pues horas en la pelu, lo normal. El caso es que les fue que te cagas en medio del desfase de Nirvana, Pearl Jam y toda esa basca.

Porque Jon Bon Jovi, el muy cabrón, ha sobrevidido a un porrón de modas. Con ‘Keep the Faith’ lo hizo muy bien y con ‘These days’ lo remató. Pasa que, efectivamente y aquí queríamos llegar, este fue su último gran disco. A ver, pensemos en cualquiera de nosotros: son once años a plenitud en tus veinte y tus treinta. No quisiera sonar apocalíptico, pero esos son los verdaderos años locos.

Hemos venido a jugar y a trazar una línea. Y la línea la trazo, cual arbitrucho, exactemente en el ‘These days’ de 1995. Joder qué fácil es al final. Me va a costar que alguien me lleve la contraria porque esto está tan hablado que es imposible. Son muchas horas en muchos bares respondiendo a este tipo de preguntas en plan ‘Alta fidelidad’, solo que ahora me ha dado por ahí.

Pero a ver, que es que es así: Todo lo que hizo Bon Jovi después de 1995 es una continua pedrada. Que el ‘Crush’ tenía su punto, que ‘Bounce’ mola, que ‘Have a nice day’ es un pedazo de single, que ‘The circle’ es un buen álbum. No voy a seguir detallando porque en realidad en el siglo XXI todos confundimos las canciones y los discos de Bon Jovi. Porque tienen todos los mismos ingredientes y bueno, es como comer macarrones con salchichas: siempre bien pero siempre desaconsejable. Algo así.

Nos plantamos así en este 2020, después de ver el pasado año a todo un estadio entregado aunque ya ni canta, pero levanta esos brazos musculados y la peña lo flipa. Pero sabes lo que pasa: que cualquier cosa ya se hizo. Ya se hizo. Se tenía que hacer y se hizo. Y lo vivimos. Y la última puta buena canción de Bon Jovi es ‘My guitar lies bleeding in my arms’. Y compruebo con agrado que ‘Hey God’ me sigue poniendo berraco.

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