Lugar: Palacio de los Deportes de la Comunidad. Madrid
Fecha: 28 diciembre 2006
Asistencia: 15.000 personas (sold out)
Artistas Invitados: Zodiac
Precio: 27 euros
Músicos: Adolfo ‘Fito’ Cabrales (voz y guitarras), Carlos Raya (guitarras), Joserra Senperena (piano y acordeón), Javi Alzola (saxofonista), Candy ‘Caramelo’ Avello (bajista), Jose ‘Niño’ Bruno (baterista)
Setlist: Un buen castigo, Viene y va, Por la boca vive el pez, Whisky barato, Sobra la luz, Toda la vida, Para toda la vida, Me equivocaría otra vez, Como pollo sin cabeza, Quiero ser una estrella, Cerca de las vías, Rojitas las orejas, Quiero beber hasta perder el control, Callejón sin salida (versión de Barricada), El funeral, Deltoya, 214 Sullivan Street, A la luna se le ve el ombligo, La casa por el tejado, Soldadito marinero
Bis acústico: Abrazado a la tristeza, Medalla de cartón, Acabo de llegar
Bis: Esta noche, Donde todo empieza
Hay conciertos de muchos tipos: cañeros, románticos, moviditos, sositos, alcohólicos, pastilleros, coñazo, metaleros, cardíacos, prescindibles, olvidables, desastrosos, rockeros, poperos, suavecitos, tralleros, espectaculares, cutres, pregrabados, mastodónticos, dinosáuricos, técnicos, fríos, sobrios, candentes, batallantes… y familiares.
Porque este concierto fue familiar, con un público de lo más heterogéneo, con niños, preadolescentes, adolescentes, jovencitos, jovenzuelos, niños mayores, adultos jóvenes, adultos, adultos mayores, abuelos y terminales. Esta capacidad de reclutamiento es el gran éxito de Fito, por eso los pabellones se llenan sólo con mencionar su nombre. [La siguiente foto es de la agencia EFE]
Un concierto apto para todos los públicos, al que yo mismo asistí con sobrinos, amigos de sobrinos, hermanos, amigos de hermanos, cuñados, amigos de cuñados, pareja y amigos de pareja, compañeros de trabajo… y podría seguir tipificando, pero ya es un poco coñazo. Para resumir, diré que allí estaba todo el mundo y termino antes.
Claro que, como mi familia es peculiar, me hicieron beber unas cuantas latas de cerveza en la cola de entrada, a toda velocidad. Una vez dentro, la opción más clara aprovechando el mogollón fue pedir minis de cerveza -a precios abusivos, por supuesto- y no pagarlos. El procedimiento es sencillo: como en este sitio te ves obligado a partirte la cara para conseguir una cerveza fría, lo recomendable es pedir la bebida entre dos o tres, ir cogiendo los minis y desaparecer entre la marabunta después de un frío giro sobre ti mismo. Creedme, funciona. Eso sí, funciona sobre todo si pide los minis una mujer adulta y respetable, de esas de las que crees que te puedes fiar… pero no. [Aqui una foto de Claudio Álvarez, del diario El País]
Esta dinámica la repetimos varias veces en varias barras del Palacio, con bastantes buenos resultados. Mientras, Fito le daba a su Rock de estadio (pabellón en invierno) para todos los públicos, ese que suena tan pulcro como Dire Straits, que toma prestadas poses del Bruce Springsteen más festivo, y cuyas guitarras recuerdan por momentos al Chuck Berry más clásico, escasito de distorsión. Rocanrol del bueno, eh. El que pisaba el pedal del rock más duro por allí era, como siempre, Carlos Raya, quien ha abandonado a M-Clan durante una temporadita para ganarse los cuartos con este chiquitito. [Otras fotos de EFE]
– Los40
– 20 Minutos
– Canedo Rock
– El País
– El Mundo
– El Almacén del Rock
– MTV (fotos)
La web oficial de la banda:
http://www.fitoyfitipaldis.com/
Como siempre el señor Cabrales a un nivel más que aceptable, soberbio, con un Carlos Raya magistral en la guitarra.
Un buen concierto, trabajado para sacar una buena gira de un disco por debajo del nivel de los anteriores (Lo mas lejos a tu lado, A puerta cerrada, Sueños Rotos).
Lagrimones afloraron a mis orejas con ese deltoya en acustico, snf canción para el recuerdo, de lo mejor para mi, junto con «sobra la luz» y «a la luna se le ve el ombligo».
Anecdota: que caros eran los minis vendían en el palacio…
Salud