FCinco: el nuevo portal los que no saben vivir sin recargar constantemente

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Unidad Editorial, empresa editora del diario El Mundo, prosigue en su más que loable empeño por mostrarnos la realidad con los filtros más límpidos posibles. O bueno, a poder ser, a pelo, en carne viva, sin cocinar y sin edulcorar. Por eso, después de las revistas impresas Papel y Zen, ahora llega FCINCO.

FCinco es una tecla pequeña en ese universo mastodóntico de la información, en el que todos permanecemos en perpetuo e inevitable ahogamiento ante el tsunami diario de datos, historias y vidas que van y vienen con todo tipo de vicisitudes. Pero es una tecla que sabe lo que debe tocar para provocar la respuesta interesada de su público potencial.

De ni-nis a mileuristas, de la ‘generación y’ a los millennials, individu@s que aún no han cumplido treinta años (bueno, alguno se pasa ya) y ven la vida en alta resolución a través de todo tipo de pantallas de diverso tamaño. La generación más preparada de la historia de España pero también la que menos ganas tiene de madurar y asumir responsabilidades porque la realidad se ha encargado de arrebatarle las aspiraciones de una vida adulta.

Pero se trata también de una generación con el ímpetu necesario para que las circunstancias adversas de la dichosa y omnipresente crisis no le haya robado del todo la esperanza, la curiosidad, ni el espíritu libre que empapa FCinco, esa web que nos mira a los ojos sin mentirnos, que nos habla de sexo sin censura y de música, moda o videojuegos sin ataduras, que se ríe de todo y contra todos, que se arrastra por las cloacas del periodismo callejero y por el mainstream deluxe de las redes sociales, de Twitter a Periscope, del vine al GIF, de la novela gráfica a los vídeos virales.

Una publicación, en definitiva, que nos habla de tú a todos los que poblamos las redes sociales, esas en las que todos somos tan especiales como alarmantemente irrelevantes. Pero al menos somos y, en esa consciencia de existencia, encontramos reposo. Lo cual, por otro lado, no evita que le cojamos cierto gusto a despeñarnos reiteradamente por culpa de la maldita misma piedra. Pero bueno, nada importará mientras tengamos el glorioso Control+Z y, oh bendita maravilla, la posibilidad de recargar las pilas y volver al principio con FCinco. La pequeña gran tecla de las oportunidades infinitas.


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