El WiZink Center amonesta a Travis Scott por superar los límites de sonido establecidos en sus dos conciertos ante más de 30.000 seguidores.

WiZink Center amonesta a Travis Scott por superar los límites de sonido

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El enorme éxito de Travis Scott en sus dos conciertos en Madrid se ha visto «gravemente empañado por su incumplimiento de las normas en materia de emisión de sonido que tiene establecido el WiZink Center para no afectar a los vecinos de los edificios próximos». Es por ello que la sociedad que gestiona el recinto, después su primera actuación, le advirtió de tomar medidas en el caso de no atender las limitaciones, y ha decidido ahora amonestarle.

El WiZink Center tiene establecido por contrato con los promotores que alquilan el espacio un máximo de emisión de sonido de 102 dB en las bandas hasta los 100 Hz y un máximo de 105 dBA, que el artista ha incumplido alcanzando cotas de 120 dB en los subgraves. Esto ha sido así «a pesar de las repetidas advertencias que el personal del recinto le hizo llegar a través de sus promotores e, incluso, directamente a sus técnicos de sonido», informa el recinto madrileño: «Estos límites están calculados para minimizar al máximo la emisión de sonido al exterior. Con los conciertos ya en marcha y casi 17.000 fans llenando completamente el WiZink Center, cualquier medida drástica hubiese podido provocar un efecto de seguridad imprevisible».

Limitación por contrato

El pabellón capitalino, cuarto del mundo en actividad y referencia en el sector deportivo y musical, del que es titular la Comunidad de Madrid, ha alcanzado un «alto nivel de aislamiento acústico después de importantes inversiones ejecutadas por sus actuales gestores con el objetivo de que sus actividades tengan el mínimo efecto en su entorno vecinal». «Pero, en todo caso, impone por contrato a todos los eventos que recibe una limitación en la emisión de sonido en el interior, que se controla con un sonómetro en la mesa de sonido del concierto que el técnico está obligado a observar para no superar los máximos establecidos», explican.

De la misma forma, el WiZink Center tiene instalados otros dos sonómetros en el exterior, en las calles Goya y Fuente del Berro, para «conocer instantáneamente el efecto en el exterior del sonido que se produce dentro y poder actuar en consecuencia». Unas medidas importantes, que el recinto utiliza desde hace largo tiempo, y que son necesarias en estos tiempos en los que estamos viendo incrementadas las quejas vecinales por los grandes conciertos en el Iberdrola Music de Villaverde o el Santiago Bernabéu.

Después del primer concierto, el WiZink Center trasladó a los responsables de la gira mundial de Travis Scott la «gravedad de su incumplimiento en materia medioambiental por las posibles molestias que se podría causar a los vecinos cercanos». Tanto es así que en el segundo concierto se decidió que un notario levantaría acta con mediciones efectuadas por una empresa independiente de ingeniería acústica «ante un posible nuevo incumplimiento para tomar medidas de todo tipo».

Imagen de irresponsabilidad

«En la misma comunicación se añadía que es lamentable que un artista del nivel de Travis Scott, al que siguen millones de fans en todo el mundo, capaz de crear un espectáculo de brillantez como el que hemos vivido con la Gira Utopía-Circus Máximus, no cumpla las normas medioambientales de las ciudades que visita y ofrezca una imagen de irresponsabilidad en el mundo de la música que puede perjudicar gravemente a todo el sector”, destacan desde el WiZink Center.

Como recinto urbano, el WiZink Center ha asumido su responsabilidad de «minimizar el efecto de sus eventos en el vecindario aislando acústicamente el recinto con constantes inversiones, adelantando la hora de finalización de los conciertos y distribuyendo por todas sus puertas las entradas y salidas de los usuarios para diluir las aglomeraciones, entre otras acciones». «Pero es necesaria la colaboración de los artistas y bandas reduciendo la emisión de sonido, especialmente en las bajas frecuencias, para no afectar al exterior. Lo que también estaría justificado por los nocivos efectos que el impacto de un volumen demasiado elevado puede provocar en los propios fans», añaden.

¿Y si quiere volver Travis Scott al WiZink Center?

De esta manera, la amonestación del WiZink Center a Travis Scott supondrá que, previamente a una futura nueva actuación en el recinto madrileño, deberá asumir «garantías extraordinarias de cumplimiento de las normativas internas«. Pero, además, quiere representar una llamada al sector musical para que los conciertos, festivales o cualquier tipo de actuación musical, tanto en espacios cerrados como abiertos, y especialmente si son urbanos, sean «respetuosos con el entorno» y se hagan los mayores esfuerzos para minimizar su impacto en el vecindario «adaptando los espectáculos a las normas medioambientales que sean de aplicación en cada ciudad».

«La actual tecnología de sonido permite conseguir los efectos deseados por los artistas con niveles de volumen adaptados al entorno y así evitar que las actuaciones musicales puedan identificarse como actividades molestas», concluye el comunicado.

El WiZink Center es actualmente el cuarto recinto del mundo por actividad, con 214 eventos anuales entre deportivos, musicales y sociales y casi 2 millones de asistentes. Su posicionamiento internacional y nacional ha contribuido a que la Comunidad de Madrid este considerada actualmente como referencia en el mundo de la música en vivo.

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