‘Justicia en Spotify‘ es una nueva campaña respaldada por más de 4.000 músicos y trabajadores de todo tipo de la industria musical que reclama urgentes y drásticos cambios en el modelo de negocio de la plataforma de música en streaming.
Agrupados dentro de The Union of Musicians and Allied Workers (UMAW), los firmantes se organizan para «tomar colectivamente los recursos y el poder de las empresas ricas» que marcan la pauta en la industria de la música del siglo XXI.
Secundan la campaña nombres como King Gizzard and The Lizard Wizard, Thurston Moore, Ted Leo, Downtown Boys, Zola Jesus, Deerhof o Guy Picciotto de Fugazi, entre muchos otros.
La iniciativa exige un sistema de pago de royalties centrado en el usuario y de al menos un centavo por reproducción. Además, reclama más transparencia en los contratos con los sellos, eliminar la payola -arreglos de pago para aparecer en listas de reproducción seleccionadas-, que se acrediten todos los trabajos en las grabaciones y acabar con las batallas legales que solo empobrecen a los artistas.
El cambio al modelo centrado en el usuario es importante porque permitiría la distribución de beneficios directamente a los titulares de derechos en función de cada reproducción.
Una transformación de peso, pues Spotify actualmente no paga royalties directos por reproducción, sino que utiliza un sistema prorrateado para asignar partes del montante total de esos royalties (generado por las suscripciones de usuarios de pago e ingresos publicitarios) a los titulares de derechos en función de la parte de las reproducciones totales que el trabajo de su propiedad genera.
Tal medida requeriría, sin embargo, la aprobación de los mayores titulares de derechos –Sony BMG, Universal Music Group y Warner Music Group-, que utilizan los derechos de sus catálogos masivos para asegurar anticipos mensuales de Spotify, con acuerdos completados en secreto que dividen el grupo de royalties mucho antes de que un artista o sello independiente publique una canción, tal y como resume Pitchfork.
