Foo Fighters (2011) Palacio de los Deportes. Madrid

Crónicas Sin categoría

Lugar: Palacio de los Deportes. Madrid
Fecha: 6 julio 2011
Asistentes: 15.000 personas
Precio: 45 euros
Artistas Invitados: The Gaslight Anthem y Dinero
Músicos: Dave Grohl (voz y guitarras), Nate Mendel (bajista), Chris Shiflett (guitarras y coros), Taylor Hawkins (baterista y coros), Pat Smear (guitarras y coros)

Setlist: Bridge Burning, Rope, The Pretender, My Hero, Learn to Fly, White Limo, Arlandria, Breakout, Cold Day in the Sun (Taylor Hawkins vocals), Long Road to Ruin, Stacked Actors, Walk, Dear Rosemary, Monkey Wrench, Let It Die, These Days, Generator, Best of You, Skin and Bones, All My Life, Wheels (Dave solo), Times Like These (Dave solo for the start), Young Man Blues (Mose Allison cover), This is a Call, Tie Your Mother Down (Queen cover), Everlong

[Crónicas de El Mundo, El País y ABC, por ese orden]

Al contrario de lo que sucede con las canciones de Nirvana, las de Foo Fighters provocan ganas de vivir (y sí, ya hemos nombrado a la icónica banda de Seattle, en la primera línea). Ganas de vivir gracias a nuestro colega Dave, ese tipo que tanto nos mola, que a todos nos une en una misma y energética dirección y que sería nuestro vecino compañero de juergas ideal. Imaginen abrir la puerta y encontrarse al otro lado a este payo con su amplia sonrisa, su vieja camiseta, despeinado y levantando un par de paquetes de cervezas, uno en cada mano. Los grillos suenan atronadores, el calor es sofocante al otro lado de la puerta ¿Puedo pasar, tronco? Oh dios Dave, otra vez no, siempre terminamos metiéndonos en problemas. No, esta vez no, te aseguro que no. Trece horas después seguís jugando al Pro Evolution Soccer de turno, ya hay incluso dinero de por medio y todo tipo de bolsas de aperitivos por el suelo. Algún reality de dudosos valores morales en la MTV. ¿Te acuerdas de cómo molaba la MTV al principio del os noventa, tío? Auuuuh oh sí, aquellos años. Lo malo es que es miércoles en la noche y el resto del bloque no se lo está pasando tan bien con los aullidos procedentes del 5º1. Ah, pero es que está Dave aquí, ¡qué sabréis vosotros, malditos loosers!

¿Por qué está de nuevo Dave en la ciudad, más de una década después? Pues para presentar su séptimo disco de estudio al frente de sus Peleones Foo, el cual lleva por título ‘Wasting Light’ y que es, sin duda, lo mejor que han parido desde ‘The Colour and the Shape’. Y eso es mucho porque eso fue en 1997. Hay esta noche entre el público chavales con menos de catorce años para quienes Nirvana no significa nada pero para quienes los Foo representan todo un amplio abanico de ideales, todos ellos rockeros y vitalistas, de infranqueable autenticidad. Son una panda de la que te puedes fiar, que contra cualquier adversidad siempre tendrá preparada una avalancha de guitarras y un montón de videos la mar de cachondos, que te da exactamente lo que necesitas, cuando más lo necesitas. Como ‘Walk’, su más último y reciente sencillo, una canción capaz de inyectar esperanza al más acabado de los mortales, una melodía pop revestida de una infalible musculosidad rock… Oh vaya, ya ha quedado desvelado el secreto de la banda, cachis.

Una banda que a pesar de cierta irregularidad en sus álbumes (a partir del tercero sobre todo), nunca, nunca, y nunca significa jamás, ha dejado de facturar en cada entrega al menos un par de jitazos incontestables. Con el paso de los años eso hace de sus conciertos una sucesión de certeros puñetazos directos a tu línea de flotación. En realidad son manotazos de amigo, como esas peleas de broma en las que si acaso se escapa alguna hostia un poco más fuerte de lo esperado, pero que siempre acaban con todo dios tirado por el suelo partiéndose el culo. Partiéndose el culo pero sudando a mares, vacíos después de una batalla que por momentos parece más real de lo que es. Una batalla con los contendientes escogidos, no cualquiera puede participar. En este caso han sido 15.000 los que durante casi tres horas han intercambiado mamporros mientras progresivamente perdían capacidad auditiva. Con las fuerzas diezmadas al final sólo quedan los abrazos propios del ultrafondista que cruza la meta. Exhaustos pero felices.

No en vano, entre Bridge Burning y Everlong hubo nada menos que 165 minutos de fiereza absoluta con picos como The Pretender, My Hero, Learn to Fly, White Limo, Breakout, Long Road To Ruin, Monkey Wrench, Best of You, All My Life o la iniciática This is a Call. Lo dicho, un temazo detrás de otro, con tiempo incluso de acercarse al rollito cabaretero en Skins & Bones (más de uno bostezó y algún otro silbó cuando apareció el acordeón) o el alt-country de Wheels. Con el personal pidiendo la hora Dave prometió que tocarían en Madrid todos los viernes, o algún viernes, o al menos un sábado. Todos nos merecemos al menos un sábado. Porque los miércoles no se hicieron para este tipo de excesos. ¿O si? Memorable noche de arrase absoluto, toda una lección de actitud.

Porque lo que en Madrid se vivió la noche del 6 de julio fue una fiesta entre colegas liderada por un tipo grande, más grande de lo que nadie podía intuir cuando sólo era el batería de Nirvana con cara de bobo. Ahora ya hay quien dice que Dave Groooohl nunca debería ser recordado por su trabajo junto a Kurt. Es posible, porque los Foo ya se han convertido en una banda paradigmática del rock del siglo XXI. Gracias a sus canciones, sin artificios, capaces de llenar un pabellón sin pantallas gigantes y sin un juego de luces demasiado pintón (un poquito escaso, de hecho, por poner algún pero). Juegan la baza de que cualquier podría formar parte de su banda, de que estamos todos al mismo nivel, de que no hay más estrellas que todos nosotros unidos. Pero claro, todo ello encauzado por el carisma de rock star de toda la vida que atesora nuestro querido y excesivo frontman.

Y las cosas como son. Dave es el tipo que más rockea del mundo, el que mejor se lo pasa con sus colegas, el que te puedes encontrar en el bar de abajo, comprando birras en los chinos, haciendo footing, comprando oreja en el Mercadona, columpiando a sus hijos en el parque… yo no soy padre, pero sí soy tío y quiero ser como Dave, un tipo molón capaz de vivir todo su éxito con una naturalidad abrumadora. Es un tipo normal y esa es la baza que juega, auténtica, sincera y honesta. Los Foo ya nada tienen que ver con aquella banda que publicó el disco de la pistolita en 1995 y que nadie sabía muy bien hasta donde podía llegar. ‘This is a Call’, su primer sencillo incluído en aquel álbum, sonó a gloria en Madrid, lisérgica y liberadora para una afición entregada al descontrol.

Porque aunque Dave lleve todo el peso y robe todas las miradas, aquí hay una banda sólida que suena a pop, a rock, a Black Sabbath, a Led Zeppelin y, claro, a grunge, y que incluso se atreve a versionar a Queen. Su hábitat natural ha de ser necesariamente cualquier sudoroso club de mala ventilación, pero tienen la fortuna de llegar a miles de personas de una tacada. Ese batería loco que pensábamos que estaba desnudo (para nosotros siempre lo estará), ese guitarra que se arroja al público porque sí, ese Pat Smear sólido desde su perfil bajo, y ese Nate que se paseó por la pista durante la actuación de los Gaslight Anthem (no sólo le vi, sino que le hice una foto con gente del público a la que no conocía y que me pidió ese favor). Es todo tan terrenal que es absolutamente rock. Las que se montaron con White Limo, Monkey Wrench u All My Life fueron de escándalo.

Mezcla de James Hetfield y de Angus Young, Dave se tiene muy aprendida la lección y sabe lo que todos queremos de él. Que nos hagas menear de arriba a abajo, sentir las guitarras penetrándonos y cantar coros de estadio agarraditos de la mano. Abusa un poquito de los parones a mitad de canción, pero es innegable que eso logra un efecto aún más épico en la parte final, cuando todo crece hasta desbordarse sin control (lo de The Best of You fue… fue… uf, eso). ¡Eso es exactamente lo que queremos, así, bien, sigue, nos gusta, no pares ahora, un poco más! Ya da igual que sea miércoles porque es saturday party night en nuestros corazones. ¿Y ahora qué hacemos? ¿Y qué hago con el dolor de cervicales? Dave no te vayas, no nos dejes así. Bueno, casi mejor vete y déjanos rumiar todo esto. Pero vuelve pronto, eh, que lo has prometido. ¡Jo, qué bien lo pasemos!


Antes del vendaval del grupo principal de la noche, por el Palacio de los Deportes pasaron dos bandas muy a tener en cuenta. Primero Dinero, que hicieron su set de media hora repasando las canciones de su más que recomendable debut homónimo, recomendadísimo desde aquí para todo seguidor que se precie de los Foo. La pega es que no sonaron todo lo bien que se merecen, pero es lógico si se tiene en cuenta que salieron a llenar el pabellón con su propio equipo, algo más que complicado. Pero ay, lo disfrutaron y después se pudo ver a sus tres miembros siguiendo el concierto final desde las escaleras de la parte izquierda de la pista y cantando como los que más. Estos también son de los nuestros, está claro.

Tras ellos fue turno para The Gaslight Anthem, banda a la que ya por definición amamos por ser de New Jersey y amiguitos de nuestro queridísimo Bruce Springsteen. Gustaron con esa mezcla de punk, soul y rock. Debe ser que en la Jersey shore o haces esta música o te lanzan al mar, pero hay que ver lo bien que les sale y lo bien que se tienen aprendida la lección. ¡Suenan como Bruce! Grita una que pasaba por ahí y no los conocía. Nosotros sumamos que incluso tienen un toque a The Killers, pero es que claro, ya los de Brandon avisaron que quisieron sonar como El Jefe en su ‘Sam’s Town’, de manera que blanco y en botella. Tienes que seguirles la pista. Ponte ‘American Slang’ o ‘The 59 Sound’ y luego nos lo cuentas.

OTRAS CRÓNICAS (SI QUIERES QUE AGREGUEMOS ALGUNA, DÍNOSLO)
Vavel
ABC
Rolling Stone
Histéricas Grabaciones
Crazy Minds
The Lost Dreamer
Bad Blog Boogie
La Casa con Ruedas
Duczen
20 Minutos
Sur
Mira Que Noticia
La Vanguardia
RTVE
Feiticeira
Rock Rock Radio
Binaural
Slithersmusiczine

Comparte
Tagged

16 thoughts on “Foo Fighters (2011) Palacio de los Deportes. Madrid

  1. SETLIST

    Bridge Burning
    Rope
    The Pretender
    My Hero
    Learn to Fly
    White Limo
    Arlandria
    Breakout
    Cold Day in the Sun
    Long Road to Ruin
    Stacked Actors
    Walk
    Dear Rosemary
    Monkey Wrench
    Let It Die
    These Days
    Generator
    Best of You
    Skin and Bones
    All My Life
    Wheels
    Times Like These
    Young Man Blues
    (Mose Allison cover)
    Tie Your Mother Down
    (Queen cover)
    Back in the Doghouse
    (Seasick Steve cover)
    This is a Call
    Everlong

    Fueron 2 h 45 minutos de atronador directo.
    Rock & Groooohl!!!

  2. Conciertazo hasta el dolor de 3 horas!! Geniales y grandes. Carisma y actitud. Noooooooo, no se le puede recordar como el batería de Nirvana, eso ya está superado!

    Sude y me pegue al suelo como nunca!
    Gran crónica

  3. Debería mejorar muchiiiiiiiiiisimo la voz en directo, aunke weno, el palacio de los deportes es una puta mierda para conciertos!!! eso tb tiene culpa. Pero el concierto estuvo muyyyy bien!

  4. Esta es la carta que Kurt Cobain ha escrito a David Grohl (líder de Foo Fighters y ex Nirvana) despues de haber asistido al concierto.

    "Hola Dave.

    Soy Kurt. Sí, soy yo. Te escribo para decirte que anoche hiciste historia en Madrid. De lo más grande que se ha podido ver en un recinto con casi 18.000 personas, todas ellas entregadas, durante dos horas y media. Incluido yo. Fue increíble.

    No diste respiro. Arrancaste tu poderoso directo a las 22.05 con Bridge Burning, Rope y The Pretender de forma consecutiva, para proseguir con las antiguas My Hero y Learn to Fly. Una puesta en escena sencilla para evitar la tentación de perderse música entre el decorado. Un comienzo único, sin complejo ni reivindicación. ¿Qué querías demostrar?

    YO, por mi parte, tengo muy pocas cosas que decir. Tu actuación fue sublime, brillante. Fue tuya. Caminas con la losa de emular al muerto más vivo (yo) y lideras a una banda de moda (tú) con los altibajos necesarios para coronaros como estrellas del rock. Sí, superbanda, con siete álbumes a cuestas, siendo el último, Wasting Light, probablemente el mejor. Un disco que supisteis exprimir a la perfección, continuando con White Limo y Alandria. Quizá haya sido el concierto más intenso al que he asistido, vivo y muerto. Me pusiste en órbita con un frenético Breackout cuando ya sólo se apreciaban manos al aire y luces de cámaras digitales que sufrían por grabar ese momento. Habían transcurrido 30 minutos y me tenías entregado.

  5. Eres un esclavo del riff, siempre hipotecas tu tiempo en deslices y nailon Coqueteas con otras bandas y demuestras tu talento con las baquetas, aunque, he de decirlo, sabes lo mismo o más a las cuerdas. Tus punteos coronan a virtuosos y a simples. No son brutalmente ágiles, pero sí pegadizos. Dejaste constancia de ello con Cold day in the sun, Long road to ruin y Stacked Actors. Fue el primer momento en el que pude aprovechar para descansar los brazos.

    Pero también eres un esclavo del riff y siempre hipotecas tu tiempo en deslices y nailon, en acordes y sueños. Tienes tu vida. Posees tu sonido, tu estilo. Lo dejaste claro con una de las invitadas a tu setlist de la noche, Dear Rosemary, directa y bonita, seguida de tu segundo hit, Walk, con la que se escucharon los primeros "oe, oe, oe…". Vives de ello y escribes con recelo para que se note. Además, sabes galopar sobre el metal y tu modelo está hecho para el directo, como la larga pasarela que recorriste una y otra vez en solitario, demostrando que eres uno más y que llegas a todos. Ya lo tenías, sólo tenías que dejar correr Monkey Wrench. Un momento apoteósico.

    De ahí en adelante, diste rienda suelta al espectáculo, intercambiaste solos de guitarra con Chris Shiflett a lo 'Cruce de caminos' y escuchaste la intensidad de un público entregado al escuchar These days, Best of you o All of my life, imprescindible para dar paso a los bises.

    No puedo engañarte, necesito ser breve porque ya no me queda mucho tiempo. Vivo del aniversario y del recuerdo, y ante todo de mis temas tristes. Tú tienes la fuerza, el ritmo y la pegada. Eres el popular que sueña con mi aura de mártir. Eres el rey que juega a ser plebeyo. Pero lo que no sabes es que este miércoles, a esas alturas de la noche, ya habías conquistado la ciudad a la que no regresaste en diez años. Coreaste, y simplemente lideraste. Fuiste tú, fuiste Dave. No Grohl, no Cobain. Fuiste Foo Fighters.

    Pero lo que sí sabes es cerrar un concierto. Yo no supe cerrar el mío, simplemente disparé. A la vuelta del silencio, regalaste Wheels, una memorable Time Like These y una versión de Mose Allison, Young Man Blues. El círculo se cuadraba solo cuando decidiste recurrir a This is a call de vuestro primer disco, vuestro primer tema, para despedir prácticamente a todos contentos. Tú la cantaste, pero seguro que yo la grité más. Estábamos abatidos (YO el primero), pero supiste reconsiderar el cierre y coquetear con un guiño a Queen –Tie your mother down–.

    A sabiendas de que no tocarías Exhausted, estaba todo dicho. Para muchos una desconocida; para otros, el susurro desgarrador necesario para despedir cualquier día. Pero éste no era mi concierto, sino el tuyo, y faltaba uno de tus temas estrella –Everlong–. Música sin más. Todo bruto, sí. Cierto es que te dejaste la voz por el camino, entre los poderosos cañonazos de tu batería, Taylor Hawkins, y la estridencia de Pat Smear, pero no hay castigo posible. Diste un recital de entrega, variedad y temas (26, en concreto). Lástima que cuatro años atrás pasó un conocido tuyo por aquí, un tal Vedder, para desvirtuar la realidad y discutir algo tu grandeza. Él también me conquistó, igual que tú. Un concierto eterno, que se hizo muy corto.

    Gracias Dave. Hoy, muchos descansamos en paz".

  6. El concierto absolutamente brutal. Los vi en Canciller en el 1997 (the colour and the shape) y flipe, con Tylor y Dave a duo con dos baterias … los vi en Wembley (junio 2008, 85.000 personas) y flipe, con jimi page y john paul en los bises … y esta tercera vez … he vuelto a flipar. GRANDES.

  7. Conciertazo de la hostia.
    Comparto contigo que son un grupo que dan ganas de vivir, buen rollo a tope, nada de esos autodestructivos. Creo que espero que durarán muchos años.
    Me ha hecho gracia eso de que Dave es una mezcla de Angus y James Hetfield, ¡pero tienes razón!
    Felicidades por el magnífico blog, que no conocía (imperdonable).

  8. Que buena crónica. Digna para guardar e incluso enmarcar junto a mi entrada. En mi caso, donde estaba situado, el sonido no fue muy bueno. Se notaba cómo la batería rebotaba atrás con un eco bastante incómodo. Una lástima. Por cierto no sé si alguien se fijó pero, junto al batería, había un niño tocando una batería de mentira!!! supongo que desde abajo no se veía pero desde la grada sí. Estuvo todo el rato mamporreando como nadie. Se ve que le quieren enseñar sí o sí…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *