Wilco (2012) Palacio Vistalegre. Madrid

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Lugar: Palacio Vistalegre. Madrid
Fecha: 16 octubre 2012
Asistencia: 3.000
Artistas Invitados: The Hazey Janes
Precio: 40 euros

Músicos: Jeff Tweedy (voz y guitarras), Nels Clime (guitarras), Glenn Kotche (baterista), John Stirratt (bajista), Pat Sansone y Mikael Jorgensen (multi-instrumentistas)

Setlist: Ashes of American Flags, Art Of Almost, I Might, At Least That’s What You Said, Spiders (Kidsmoke), Impossible Germany, Born Alone, Side With The Seeds, Hummingbird, Whole Love, Kamera, Box Full Of Letters, Capitol City, Handshake Drugs, Passenger Side, Heavy Metal Drummer, I’m the Man Who Loves You, Dawned On Me, A Shot in the Arm, Via Chicago, Jesus Etc, Hate It Here, Monday, Outtasite (Outta Mind), I’m A Wheel, Hoodoo Voodoo

Sea cual sea tu ánimo, sea cual sea tu verdadera opinión, sea cual sea tu motivación para ir un martes cualquiera tan triste como cualquiera pero peor por infinitos motivos a ver a Wilco, estás obligado de antemano a decir a todo el mundo que es la mejor banda sobre la faz de la tierra, que son unos músicos acojonantes, que los solos de Nels son apoteósicos, que Jeff es un pequeño duendecillo genial, que tocan temazo tras temazo, que su directo es la perfección echa decibelio. Que te quieres arrodillar ante todos y cada uno de ellos y hacerles guarrerías por doquier porque sí, vaya, porque a eso es lo que estamos obligados todos, seres indignos de tanto virtuosismo.

Di todo eso quieras o no y serás aceptado en el grupo de la gente que sabe lo que es bueno, la gente que es fan de quien hay que ser fan y puede mirar con condescendencia a todos los demás. Di también que Wilco sonaron razonablemente aceptable para estar tocando en esa mierda de sitio que es Vistalegre. Mal no fue la cosa, y por momentos sonaron prístinos y nítidos, aunque para conseguirlo hipotecaran cierto porcentaje de potencia para evitar crear una bola de sonido inaceptable tanto para ellos como para sus fans, siempre con un exagerado grado de exigencia recíproco. Pero manda huevos que la banda esté tocando en sitios de puta madre en esta gira, con buena acústica y comodidades, y en la capital de España tengamos que tragarnos semejante sapo y no tengamos un local bonito y en condiciones. Manda huevos.

Pero bueno, entrando en la faena, digamos que el ya de por sí fanatizado público estaba absolutamente predispuesto a todo lo ya planteado en el primer párrafo de esta crónica. Los que dudaban, en cualquier caso, rápidamente aceptaron la realidad gracias a ‘Ashes of American Flags’, ‘Art Of Almost’, ‘I Might’, ‘At Least That’s What You Said’ y ‘Spiders (Kidsmoke)’. Hostias, es que tal vez sí que sean la mejor banda de rock sobre la faz de la tierra. El público está noqueado, embelesado, en estado de shock, atiende atento, pretende no perder detalle, diríase que experimentando cierto tipo de aparición mariana.

El silencio reverencial por momentos zumba en los oídos de los presentes. Acaban los temas más pausados y pareciera que el público ha necesitado al menos un par de segundos antes de asimilar lo que llega desde el escenario y sentirse digno para aplaudir. Pero es entonces, cuando recupera el pulso y la respiración, cuando estalla en una sonora ovación cerrada. No es éste un público fácil de convencer: sabe a lo que ha venido y ha escuchado mucha música hasta dar con una banda como Wilco, capaz de colmar todos sus anhelos y expectativas. Son como dos amantes que se encuentran después de decenas de desengaños y saben que ahora que se han descubierto el uno al otro ya no tienen opción.

‘Impossible Germany’ nos salva la vida a todos, por supuesto. Se espera su masturbatorio solo como agua de mayo y Nels, teleñeco atrapado en una telaraña de pedaleras, se deja llevar mientras el personal poco a poco va experimentando cómo la euforia sube poquito a poquito por sus piernas hasta la gran eclosión final en la que la vida misma se nos escapa entre los brazos. Si no te sientes liberado en este preciso instante es que eres un eyaculador precoz al que nadie le ha enseñado que en realidad las cosas no son siempre un pim pam pum de aquí te pillo y aquí te mato.

Por eso, con el respetable ya moldeado al antojo de los músicos y el viento claramente a favor, el resto del concierto fluye con delicadeza y elegancia, así como con una inusitada contundencia. Siempre tejiendo con sentimiento, teje que te teje, entre la tradición y la vanguardia. Wilco te apuñala y te desangra mientras te arroja a sus brazos y te susurra al oído que todo está bien, que no hay nada que temer. La muerte dulce electrificada en una noche cualquiera tan solitaria como las demás por muy acompañados que estéis.

El recital transcurre oscilando del desenfreno a la calma y de la emoción intimista a la euforia colectiva con un simple chasquido de dedos. Los asistentes aúllan, mugen, maúllan, ladran, rebuznan, pían, patalean y dan palmas con las orejas. La batería de Glenn Kotche machaca y lleva el ritmo de unos músicos que probablemente no erraron ni una maldita nota en las dos horas de actuación. Y una cosa os digo, la perfección casi siempre termina siendo repelente, eh. No es el caso en esta ocasión, pues casi sin darnos cuenta pasamos el ecuador de la velada con ‘Heavy Metal Drummer’, ‘I’m the Man Who Loves You’, ‘Dawned On Me’, ‘A Shot in the Arm’, idónea pieza de rock para las masas antes de los bises. Pero otra cosa te digo: si vas a disparar no te conformes con el brazo, apunta a la cabeza y acierta de una vez, vida hija de la gran puta miserable.

Llegados a este punto la banda ya se suelta la melena, Jeff quiere hablar y se refiere a Vistalegre como un «crazy place», según sus propias palabras referidas al bull fighting. Esa locura que es ‘Via Chicago’ deja boquiabiertos a los que hasta ahora no habían tenido la suerte de vivirla en directo, con esas distorsiones dementes que aparentemente están fuera de sitio y que se desbordan en torno a un Tweedy que se aferra a su melodía y su guitarra en el mismísimo maldito centro de la tormenta perfecta. El adorable pop de ‘Jesus Etc’ nos acuna y nos hace ganar algo de esperanza de cara a los días que vendrán, antes de ponerse abiertamente rockeros casi en plan Kiss en una recta final con ‘Outtasite (Outta Mind)’, ‘I’m A Wheel’ y ‘Hoodoo Voodoo’.

Fueron en total algo más de dos horas de de rock, pop, country, folk y retazos de funky y electrónica. Siempre con la vista puesta en un futuro escurridizo aún por descubrir, pero sin dejar de apoyarse en un pasado en el que creer sin fisuras. Siempre tejiendo entre tradición y vanguardia. Siempre tejiendo su leyenda de mejor banda de rock del mundo en directo, que lucha contra sí misma en busca del más difícil todavía, de la perfección definitiva que de tan sublime termine por asesinarnos a todos. El reto de Vistalegre, calabozo inmundo donde muchos otros confiados pasaron a mejor vida, lo aprobaron con nota alta. Como era de esperar, como siempre, como no tienes más remedio que contar a tus amigos. Sé todo lo condescendiente que puedas, que se note que sabes de qué va esto. Hoy tienes ese poder, es de ley.

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4 thoughts on “Wilco (2012) Palacio Vistalegre. Madrid

  1. "No es éste un público fácil de convencer: sabe a lo que ha venido y ha escuchado mucha música hasta dar con una banda como Wilco, capaz de colmar todos sus anhelos y expectativas". Gran frase, pero me es familiar, ¿no la habías usado antes?

    Vistalegre se está creciendo con la crisis porque muchos artistas que antaño tenían tirón palaciego (de Palacio de Deportes, digo) buscan otro sitio más barato y pequeño donde la reducción no se note tanto. Y ahí entra la inmundicia esta, donde no me cabe duda que algún día sucederá una tragedia.

  2. Jo, suscribo cada palabra. Ellos oscilan entre el clasicismo y la experimentacion. Como buscando ese momento perfecto que seguramente ya tienen. Nosotros entre el alucinamiento, el desprecio al fan de nuestro lado y la condescendencia con los profanos. Son los mejores. Si. Lo son. Aunque la primera vez sorprende mas que la segunda, la segunda mas que la tercera y asi sucesivamente …. Vistalegre es indigno, pensando que venian del Palau de la Musica. Muy propio de un pais de peineta y mantilla y visitas al papa vestidos de folcloricos. Me niego a pensar que es lo que somos. Me niego a pensar que no podemos escuchar a Tweedy en un sitio mejor.

  3. La cifra de asistencia no es correcta ya q solo con el publico de la pista llenas 2 Riviera , si ademas le sumas q habia tendidos y una pequeña parte de gradas entonces se queda en unos 5.500 asistentes, casi el doble de lo q has puesto.Con respecto a el tema del sitio lo mas grave no es q tenga una acustica horrible, q lo es, sino, lo mas terrible es como dice jota78, q algun dia va a ocurrir algo gordo, y la prueba es el tapon q hubo a la salida(una unica salida) en la q estuvimos parados algo mas de 15 minutos para salir.

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