The Weeknd ha cumplido justito, por los pelos, en su actuación en el intermedio de la Super Bowl, celebrada esta madrugada en el Raymond James Stadium de Tampa.
A ver. Como espectáculo televisivo está bien chulo. Pero le falta pues la tensión de una actuación en vivo con público como en ediciones anteriores. Las rumoreadas colaboraciones no aparecieron y quizás hubieran aportado color y trascendencia.
El montaje escénico estuvo a la altura. No en vano, Abel Tesfaye puso 7,5 millones de dólares de su bolsillo para que la cosa fuera histórica. Aunque se quedó en molona.
Porque lo cierto es que su actuación queda lejos de la de Jennifer Lopez y Shakira en 2020, sin ir más atrás en el tiempo. Ya si comparamos con Prince, Michael Jackson, U2 o Madonna, palidece muchísimo.
Como es habitual, el espectáculo fue un medley apresurado. En est caso con ‘Starboy’, ‘The Hills’,‘Can’t Feel My Face’, ‘I Feel It Coming’, ‘Save Your Tears’, ‘Earned It’, ‘House Of Balloons’ y ‘Blinding Lights’.
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Precisamente esta última, la canción más escuchada de 2020, elevó el tono general con el cuerpo de bailarines repartido por todo el terreno de juego. Ahí la propuesta sí que se desbordó y salió de la frialdad generalizada.
Porque el intermedio de la Super Bowl mola por esa intención de traspasar la pantalla del telespectador y llegar a más de cien millones de personas. Algo que The Weeknd no terminó de lograr salvo en ‘Blinding lights’.
