Greta Van Fleet estrenan ‘Broken bells’, nuevo avance de su segundo álbum de estudio, ‘The Battle at Garden’s Gate’, que llega el próximo 16 de abril a través de Lava/Republic.
Una canción emocionante de tono acústico, que arranca desde el intimismo para ir paulatinamente creciendo hasta convertirse en un mastodonte de rock setentero. El guitarrista Jake Kiszka, con su solo, es en buena parte responsable de la mutación.
Y vale. Que ya lo sabemos. Ocurre con ‘Broken bells’, como en otras muchas ocasiones de la banda estadounidense, que si te la ponen y te dicen que es una grabación perdida de algún gran grupo, te lo crees.
No es así y, en última instancia, eso es lo bueno: que está ocurriendo. Llámalo revivalismo, copia o inspiración. Pero Greta Van Fleet está pasando y la banda gana empaque con cada nueva composición. Y está llevando el buen rock a toda una nueva generación.
«‘Broken Bells’ es lo que hace la sociedad para impactar a un alma pura e inocente. Nuestra intención es eliminar la obligación de las expectativas sintéticas generacionales; derribar estas paredes y no construir otras nuevas», explica Sam Kiszka.
THE BATTLE AT GARDEN’S GATE
El segundo disco de la banda, ‘The Battle at Garden’s Gate’, reflexiona en gran medida sobre el crecimiento personal y espiritual de los miembros individuales durante su rápido ascenso.
Pasando de recorrer los bares de rock sombríos de Detroit y Saginaw a encabezar espectáculos en los cinco continentes y vender más de un millón de entradas en sólo tres años.
El álbum fue grabado en Los Ángeles con el productor Greg Kurstin (Paul McCartney, Foo Fighters, Adele). «Hubo mucha autoevolución durante la escritura de este álbum que fue impulsado por experiencias que tuve, experiencias que todos tuvimos», explica el vocalista Josh Kiszka.
Formándose en Frankenmuth (Michigan) en 2012, Greta Van Fleet está formada por tres hermanos: el vocalista Josh Kiszka, el guitarrista Jake Kiszka, el bajista y teclista Sam Kiszka, así como el baterista Danny Wagner.
