Miguel Campello: "Estamos perdiendo el respeto por nuestra cultura"

«Somos un país de pandereta que lee poesía cuando se muere el poeta»

«Es vergonzoso lo que hay que pagar para sonar en una radiofórmula»

Miguel Campello continúa su camino en solitario con un nuevo trabajo, ‘Chatarrero2 – Pájaro que vuela libre’, un disco que deambula entre el reggae y el rock, pasando por la bulería y cualquier otro estilo recicable, siempre abriendo camino con corazón y honestidad, al margen de modas y los dictados de una industria exclusivamente preocupada en el dinero. «Es vergonzoso lo que hay que pagar para sonar en las radiofórmulas», denuncia el que fuera líder de ElBicho, con el que charlamos en La Paca Café Bar.

– ¿Qué tenemos entre manos con ‘Pájaro que vuela libre’?
El título no es una metáfora, son los pájaros que veo cuando abro la puerta de mi casa. La libertad en su máxima expresión la tienen muy pocos seres vivo. Los seres humanos nos montamos cada vez jaulas más pequeñas.

– Has mezclado muchos estilos, sin prejuicios.
He intentado que la rumba no sea rumba, que el rock no sea rock, pero al final es que todo sale. Me gusta todo tipo de música, desde Led Zeppelin a King Crimson, pasando por Bambino o Jimi Hendrix, ahí cabe todo lo que está hecho de verdad. No soy fan de nadie específicamente, pero en algún poro de la piel se te queda algo.

– ¿Cómo te sientes en solitario, al margen del éxito de ElBicho?
Me gusta la soledad cuando yo la quiero, pero esto no es un disco en solitario, es un proyecto personal si acaso, yo no estoy solo en realidad.

– ¿Tus planes inminentes pasan por tocar en directo?
Que esto llegue al público es lo más bonito, pero es complicado. No debería ser tan complicado expresarnos a día de hoy, pero cada vez hay menos garitos abiertos para poder tocar. Lo que me apetece es volver al estudio y seguir grabando, pero tendremos presentaciones por ahí.

– ¿Noto cierto desencanto en tus palabras con el panorama?
Es que estamos perdiendo el respeto por la cultura española. Perdemos el respeto por todos esos músicos, poetas o cineastas que han estado por la labor de luchar en un tiempo en el que era imposible expresarse, en tiempos en los que te podían fusilar, por ejemplo, y ahora da igual lo que se haga.

– ¿No se valora la cultura?
Estamos perdiendo el respeto a nuestra cultura, no porque no la consumamos, sino porque no queremos pagarla. Pero así a mi me van a quedar dos días porque la discográfica va a cerrar. A todos nos gusta que nos paguen las horas que hemos trabajado, pero en esta sociedad enriquecemos a los ricos. Yo siempre he preferido tener lo necesario y lo justo para no pasar hambre.

– ¿Cómo demonios hemos llegado a esta situación?
No sé, pero ahí están las putas radiofórmulas que nos machacan la cabeza una y otra vez sin un sentido claro, sólo para generar dinero. Tendría que haber una radio pública donde verdaderamente se escuche de todo, como sucede en Francia, por ejemplo, donde aluciné con la variedad.

– Pero ahora mismo llegas de visitar Radio3…
Sí, yo tengo esa suerte de que me hagan caso, pero ¿por qué no suena Extremoduro en la radio? Si ya no digo yo, que a mi me suda la polla Miguel Campello, digo Extremoduro, que vende miles de discos. ¡Y no suenan porque no quieren soltar el dinero para estar en esas radios! Una auténtica pasta, es vergonzoso lo que cuesta salir en una radiofórmula.

– Pagar incluso para ser el número 40, eh.
El que paga por el número 40 es para pegarle una pasada de hostias, encim, jeje. Que ganas de morirme me da con esa gente que paga por ser el 40. El 1 hasta lo entiendo, pero a partir del 5 ya es que incluso da igual todo. Habría que pagar para que no te pusiesen nunca ahí, yo ni gratis en el 35 ni nada. Me resulta curioso que la gente de a pie siga apoyando eso, y no apaguemos el dial, como habría que hacer un par de días sin mover el coche.

– Sea como sea a ti no te va nada mal.
No me va mal pero aunque me encanta Madrid, me tuve que marchar fuera para poder materializar el tipo de vida que yo quería, con mi estudio y mi espacio. Yo soy un privilegiado y me doy cuenta de muchas cosas gracias a tener tiempo. Nos estamos quitando la cultura y nos estamos metiendo en el súper sistema capitalista que ni tan siquiera conocemos. Pero es que cuanto menos te gastas más barato tienes que pagar, como decía mi padre

– Lo que nos queda es tirar hacia delante y defender lo nuestro con honestidad, ¿te parece?
Yo recomiendo no encender la televisión a ciertas horas del día, con esos programas de mierda que no hacen otra cosa que engañar a la gente. Somos un país de pandereta que lee poesía cuando se muere el poeta. Pero hay que vivir de los que están vivos e intentando levantar la cabeza. ¿O hay que ponerlos en un paredón para prestarles atención?