la habitación roja

La Habitación Roja: «Todo el mundo está mintiendo todo el rato diciendo que es más de lo que es»

Entrevistas
La incomunicación y la distancia son los dos ejes principales de ‘Años luz’, el nuevo disco de La Habitación Roja, que tendrá segunda parte en otoño. Con ya más de 25 años de carrera en sus piernas y una docena de discos, la banda valenciana ha decidido no parar y disfrutar del camino con todas sus consecuencias. Sobre eso y mucho más charlamos con Jorge Martí (vocalista y guitarrista) y Pau Roca (guitarrista).

Hola chicos, qué tal. ¿Cómo va el verano?
Pau: pues aquí estamos retomando sin parar
Jorge: bien dentro del shock inicial de la pandemia, que lo mandó todo al traste. No pudimos hacer la gira 25 aniversario, en un año que parecía que por primera vez íbamos a ganar dinero, jaja, pero se fue todo a la mierda. A partir de ahí, nos fuimos rehaciendo un poco, fuimos sacando como singles las canciones que teníamos grabadas y al final decidimos juntarlas en un disco. Grabamos también tres canciones en el confinamiento y nos vimos un montón de canciones. La idea inicial era sacar un disco doble, pero luego decidimos sacar primero uno, este ‘Años luz’, y después grabar la segunda parte, que es lo que estamos haciendo ahora.

Mucha actividad
Jorge: Es que si hubiéramos esperado a tener los dos discos esto se hubiera retrasado hasta noviembre. Ahora mismo, además, las fábricas de vinilos están hasta los topes, así que tenemos el deadline de finales de julio para poder editar en noviembre la segunda parte. La primera parte sería como la entrada en la pandemia, y la segunda esperemos que sea la salida. Tenemos la idea de hacer una especie de caja donde vayan los dos vinilos… muchas ideas y mucha actividad dentro de que no ha habido demasiada actividad.

Pero poco a poco se va reactivando todo y habéis tenido ya un buen número de conciertos
Jorge: sí, hemos tocado y tal. La verdad es que tampoco nos podemos quejar. Pudimos hacer el 25 aniversario en el Teatro Principal de Valencia aunque fuera con el cincuenta por ciento de aforo. Somos un grupo que siempre se ha intentado adaptar a las circunstancias y aquí estamos peleando a la contra como siempre con nuestras canciones. Oye, te he contado todo ya, jaja.

Jaja. Está bien, tú sigue. Pero, antes, os quiero preguntar si ‘Años luz’ es un disco sanador. O catárquico. Cuando lo escuchas de primeras podría parecer melancólico, pero cuando acaba no te quedas con esa sensación
Pau: bueno, de momento es sanador para nosotros por poder estar ocupados en medio de todo este parón. Hacer un disco no es solo ir a grabar y mezclarlo. Del diseño me he encargado yo, pero Jorge está siempre a mil cosas. Nos ha mantenido muy entretenidos porque de lo contrario nos hubiéramos vuelto un poco locos
Jorge: siempre decimos que lo malo de un grupo es mirar al horizonte y que no haya nada. Es como Joaquín Reyes en el testimonio ese que hizo de Robert Smith, eso de ‘¿ves esa luz? es mi talento que se apaga’, jaja. Pues eso un poco eso, cuando ves el horizonte y no tienes nada delante es cuando te dices ‘ostrás’. Pero el grupo ha tenido siempre retos por delante y eso nos ha mantenido activos. En ese sentido, sí que es un disco catártico. En 2018 sacamos ‘Memoria’, hubo una salida un poco traumática de un miembro del grupo, yo tuve un tromboembolismo pulmonar bastante grave, se fue al traste la gira y palmamos bastante pasta… salimos de Mushroom Pillow y de Artica… Pasaron muchas cosas y luego nos dimos de bruces con otro tsunami que nos ha arrasado a todos. Fue bastante frustrante ver que te dicen que tu profesión no se puede ejercer ya. Creo que hemos reflexionado sobre el valor de la música grabada, de ser músicos y grabar canciones, no fiarlo todo al directo, que es lo que habíamos hecho inconscientemente tantos años. De cara al futuro estamos ilusionados por dar valor a lo que hacemos y queremos que todo lo que hagamos tenga ese valor, de ahí que hayamos hecho unas ediciones bastante chulas de los discos.

Es que hay que darle valor a las canciones que nos salvan cada día y que se quedarán ahí cuando no estemos nosotros
Jorge: pues sí. Nosotros somos conscientes de que estamos en nuestra madurez ya. 26 años son muchos para un grupo, los que nos gustan han durado cinco, seis o siete años, jeje. Esto es finito, pero nosotros queremos dejar ahí un legado, todas esas canciones que esperemos que nos puedan sobrevivir. Por eso estamos en este punto muy proactivos de no mirar atrás y sacar canciones, porque resulta que las tenemos.
Pau: lo bueno de que estemos un poco al margen del mercado es que podemos hacer lo que queramos. Tenemos una forma de producir casi más de los sesenta que del ahora. Nosotros hemos decidido sacar muchas cosas y que la gente escuche lo que quiera.
Jorge: tampoco queremos hacer cosas que no nos gustan. Somos músicos y hacemos canciones. Hoy en día está el yugo de las redes sociales, que hay que estar todo el tiempo anunciando cosas, pero nosotros hemos decidido no ir por ahí. La verdad es que no queremos dar la paliza como se da hoy en día. La gente tiene la idea de que cuanto más se junte con otra gente famosa o vendan que lo están petando la música va a ser mejor, pero yo creo que eso no es así. Nosotros queremos darle importancia a las canciones. Y bueno, pues algún vídeo tendremos que hacer de tal día tocamos donde sea, pero lo cierto es que si pudiéramos nos quitaríamos las redes sociales y volveríamos al misterio de antaño.

Poner el foco en las canciones, que además hablan muchísimo de vosotros. En el caso de ‘Taquicardia’, ahí está la enfermedad que comentaba Jorge antes. Muy autobiográfico, muy honesto, todo en primerísima persona, que yo creo que eso se va acentuando con los años.
Jorge: tengo la impresión de que las canciones son bastante introspectivas, pero eso mismo las hace muy universales. También me he dado de cuenta de eso con mi documental. Cuanto más hablas de tu experiencia personal o la de tu gente, más llegas al resto. Los músicos contamos la realidad desde nuestro punto de vista, pero al final así logras crear algo más objetivo. Hablando de eso, yo volví a tener una embolia pulmonar hace unos meses, y yo creo que esas cosas dejan un poso de urgencia. De decir ‘ostras esto me ha vuelto a pasar y game over’. Por eso quiero hacer canciones y me sorprende que disfrutamos mucho más, también cuando salimos a girar. La pandemia nos ha hecho valorar todos los momentos que vivimos, desde ir en la furgoneta con dolor de espalda hasta comer en un bar de menú. Yo tenía ganas de llegar a un punto de equilibrio, porque cuando eres joven tienes un punto de insatisfacción permanente, pero ahora tengo la sensación de que disfrutamos todo lo que nos viene.

«Es importante reivindicar la cercanía, lo físico. La pandemia nos ha hecho reflexionar sobre la distancia y la incomunicación, algo que nosotros ya veníamos barruntando»

JORGE MARTÍ

‘Años luz’ habla de incomunicación en tiempos de comunicación extrema. Lo de las redes sociales que decíais, ¿no? También habla de distancia, cuando se puede trabajar desde casa e incluso grabar canciones sin juntarse. No deja de tener un punto paradójico todo esto
Pau: al final lo que cambia es el canal y la cantidad de información que se mueve, que es mucho más. Pero va todo tan rápido que no hay tiempo de asimilar las cosas ni estudiar cómo te afectan. Sí que parece claro que esta hiperconectividad no está llevando a un hiperconocimiento, sino que nos está separando de muchas cosas en realidad. Estar conectados todo el día genera incomunicación en el fondo. La sobredosis de información llega a ser no información. Por eso estamos un poco haciendo el ‘back to basics’, que se dice, como efecto rebote.
Jorge: Igual que reivindicamos el vinilo y el formato físico, que hasta hemos editado ‘Años luz’ en casete, esto también lo reivindicamos a nivel personal. Mola ir a conciertos y sudar al lado de la gente, tener contacto visual con tus amigos, mola que cuando hables te escuchen. La sobredosis de información crea desinformación y llega hasta el punto de que puede saltar cualquier escándalo y al día siguiente hay otro. Tenemos una tolerancia brutal a todos los estímulos que nos llegan y eso hace que cada vez tenga que ser más bestia la dosis para que surja efecto. Por eso es importante reivindicar la cercanía, lo físico. La pandemia nos ha hecho reflexionar sobre la distancia y la incomunicación, aunque es algo que nosotros ya veníamos barruntando antes. Por eso hay canciones que aunque están escritas antes de la pandemia, parece que hablan de esto. Todas las grandes crisis se parecen, ya sea una pandemia, una depresión o una crisis personal.

Se nos olvida la importancia de lo cotidiano
Jorge: Ahora es que se tiende a la hipérbole totalmente en todo. Y se vende el éxito. Yo estuve unos años trabajando de enfermero haciendo guardias porque en ese momento lo necesitaba y me decía Jose, nuestro batería, que eso daba impresión como de que no nos iba guay. Y Pau todo lo contrario, me decía que eso es la realidad. Al final, ocurre que todo el mundo está mintiendo todo el rato diciendo que es más de lo que es, y por eso es importante conocer la cara b de la vida de la gente que parece lo más y no es así. Los que estamos criando hijos vemos la insatisfacción que les genera todo, porque ellos piensan que el éxito es lo que venden las redes sociales, que todo el mundo triunfa y es guapo, cuando esa es una gran mentira muy nociva.

Esta forma de ver las cosas, que compartimos absolutamente, creo que es la que os lleva a tener una relación muy cercana y muy potente con vuestros seguidores
Pau: puede ser que como damos sinceridad, obtenemos sinceridad. Sí que es verdad que se producen historias muy bonitas de padres que vienen a los conciertos con sus hijos, por ejemplo. Creo que tenemos un grado de fidelidad muy grande. No llegamos al nivel del heavy, pero muy grande, jeje.

«Las canciones están ahí para siempre y pueden ser descubiertas como tesoros en cualquier momento»

JORGE MARTÍ

Nada se puede comparar con la fidelidad del heavy, jaja
Jorge: en nuestro caso, noto ese sentimiento de pertenencia, de camino juntos, que es bonito. Una de las mejoras cosas que tenemos es que nuestro público es súper atento, civilizado, jeje, y muy pasional. Al final, nos han acompañado y nosotros a ellos durante tantos años que es una relación muy bonita. Oye, y que seguimos siendo un grupo desconocido para mucha gente, y eso hace que pasen cosas como la de ‘Indestructibles’, que de repente se hace viral por una serie y un montón de gente nos descubre. Eso me parece otra pasada porque es lo que decíamos, que las canciones están ahí para siempre y pueden ser descubiertas como tesoros en cualquier momento. Sientes que no estás siempre predicando en el desierto y que queda mucha gente por ahí que te puede descubrir.

También os pueden descubrir en los conciertos. Tenéis una buena agenda
Pau: hemos decidido tocar como terapia, como decíamos antes. A pesar de las restricciones y de las limitaciones. Hemos decidido tirar para delante con nuestras canciones una vez más.
Jorge: las condiciones son las que son, pero todo el mundo ha intentado arrimar el hombro y eso me ha parecido bonito en el sector de la música. No puede ser como era, pero vamos a intentar no parar la actividad, porque esto es como mantener al enfermo con vida. Esa cierta actividad transmite cierta esperanza.

La música nos ha hecho mucho bien en el último año y medio. Sin saberlo, en muchos casos
Jorge: cuando empezó todo esto, con tanta gente muriendo, te decías ‘qué pinta la música en todo esto’. Pero luego te das cuenta de que necesitamos la música, la cultura y el arte para no volvernos locos. Y te das cuenta de que es importante lo que haces, que eres músico y aportas pues lo que puedes aportar, ni más ni menos. Eso te hace sentir mejor.

Eso es algo positivo de todo esto
Jorge: a los que nos gusta la música, el arte o la cultura, ya tenemos mucho ganado en nuestra vida. Es difícil aburrirte o sentirte solo. Por eso intento inculcar a mis hijas esto, porque les va a proporcionar cosas buenas solamente.

26 años después, ¿ha cambiado mucho lo que imaginabas que podría ser el éxito tocando en una banda? ¿Qué es el éxito en 2021 para La Habitación Roja?
Jorge: hemos vivido las mieles del éxito relativamente, no ha estado mal, jeje. Pero creo que al final, con los años, lo importante es que los discos funcionen para poder hacer más discos. No es conformismo, pero me conformo con poder seguir desarrollando mi profesión. Creo que los quince minutos de gloria como que ya los hemos tenido y eso es liberador, no creas. Que ya estuvimos en lo alto de las listas de ventas, nos han dado algunos premios, nos han reivindicado en algunas críticas… todo eso ya lo vivimos y ahora nos interesan otras cosas mucho más profundas, creo. Es liberador sentir que el éxito para nosotros es poder estar hoy hablando contigo, estar grabando otro disco y salir por ahí a tocar nuestras canciones. En la música, además, hay un excesivo culto a la juventud, pero nosotros nos fijamos en artistas que envejecen con aplomo y dignidad. Nosotros, desde hace mucho, nos fijamos en los clásicos, y creo que se puede estar sobre un escenario hasta que uno se muere. Para mí, lo más importante es hacer las cosas con ilusión, que es algo innato que aparece con cada nueva canción. Nosotros eso lo tenemos de base y por eso seguimos aquí. Con ese punto de inocencia que te hace levantarte después de cada desengaño. Eso nos hace seguir creyendo siempre y es necesario para seguir viviendo en un mundo a veces tan hostil.

El romanticismo siempre por encima de las escuchas y los números y todo ese aburrimiento total
Jorge: Veo muchos grupos que van a por el estrellato con una ambición que está muy bien, pero es que se hacen merchandising y campañas de promo y tal antes de tener un buen puñado de canciones memorables. A veces, hay grupos súper conocidos que arrastran un montón de gente que no tienen ni una canción que me conmueva. Cuando uno escribe y publica una canción debe aspirar a que sobreviva al paso del tiempo y las modas, ¿no? Hay muchas cosas que nos cuelan, pero no sé si resistirán el paso del tiempo. Lo descubriremos, jeje. Cuando nosotros hicimos el concierto 25 aniversario en Valencia tocamos canciones de todos nuestros discos y sentí que, bueno, oye, no están mal. Que todavía podía tocarlas sin avergonzarme y eso ya es bastante.

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