Bien, pues la buena noticia es que Jaz ha aparecido nada menos que en el Sáhara Occidental, asegurando que no sabe a qué se debe tanto revuelo, que él no escribió el mencionado funesto mensaje de la discordia, y que estaba tranquilamente trabajando en dos nuevos proyectos, un libro y un disco en solitario, según leemos en la edición estadounidense de Rolling Stone.
Jaz reconoce que después de la que se ha montado ya no tiene sentido seguir adelante con esa gira conjunta, si bien afirma que investigará para encontrar a su suplantador virtual. Bueno, lo importante es que el hombre esté bien, algo de lo que siempre hay que congratularse. Pero si pensaba darse un pirulo por el desierto al menos podría haber avisado a sus familiares y amigos. Aunque bueno, en realidad no son pocas las ocasiones en las que uno fantasea con sencillamente largarse sin más. Olé tus huevos, Jaz, olé.