Cala Vento: «No aspiramos a llenar estadios, pero queremos tener un público fijo en todas las ciudades»

CALA VENTO. FOTO: ANNA INZQUIERDO

Tienen algo menos de un lustro de vida pero Cala Vento defienden ya en vivo su tercer disco, Balanceo, con el que abandonan BCore y se pasan a la autoedición con su propio sello, llamado Montgrí. Y su primera decisión de mercadeo del dúo fue lanzar este álbum primero en formato físico y posponer el streaming para un par de semanas después.

«Lo hicimos para dar valor al objeto del disco en sí, ya sea vinilo o CD, y para intentar que la gente se tome la música de una manera menos efímera ahora que todo es tan inmediato», plantea a Mercadeo Pop la mitad del grupo, Joan Delgado (batería y voz), para aún proseguir: «Es un riesgo, pero se trataba de que lo compraran antes de escucharlo entero».

Asiente su compañero Aleix Turon (guitarra y voz) antes de tomar la palabra: «Nos apetecía generar esa provocación en la gente, porque cuando sale un disco todo el mundo presupone que lo va a encontrar en Spotify y en todos los lados. Se trata de que la gente fuera a Spotify y, al no encontrarlo, se diera cuenta de que si lo quería tenía que comprarlo sin escucharlo antes entero».

Más allá de esta forma desde luego nada habitual de abrir esta etapa, ambos se muestran encantados de haber conseguido el objetivo de «sonar más gordos» sin perder su «personalidad». Para eso, se tomaron tiempo para trabajar y grabar sin prisas. «Lo que marca la diferencia ha sido grabar bajo. En anteriores discos lo que hacíamos era octavar la guitarra para que pareciera un bajo, pero en este hemos puesto ese colchón», explica Joan.

Aleix coincide y plantea que el «tratamiento al sonido en los otros dos discos era más crudo y noventero», pero ahora tenían otros referentes en la cabeza -entre los que citan a unos Prefab Sprout inimaginables hace tan solo unos meses-. Eso fue lo que trasladaron al productor Santi García y todos se fueron al estudio Gismo7 en Motril.

«Queríamos sacarnos a nosotros y a Santi García y Eric Fuentes de nuestra zona de confort, lejos de casa. Encontramos el estudio de Motril, que era un estudio residencial, y eso es genial porque son 24 horas concentrados todos a la vez. Un poco como unas colonias de verano, un campamento del rock», rememora divertido Joan.

Conceden los dos que todo este proceso les ha llevado a dar un «paso importante» en la profesionalización del grupo, al tiempo que Aleix defiende que precisamente autoeditarse va en esa «línea de intentar construir algo que a corto y medio plazo nos dé para vivir y hacer de la música nuestra profesión». «Mucha gente lo ve al revés, como si autoeditarse fuera menos profesional, pero esto hace que sea nuestro proyecto vital», apostilla Joan.

VISIÓN DEL MUNDO

Con este salto cualitativo generalizado, apuesta también Cala Vento por lanzar en sus canciones mensajes y reflexiones sobre este mundo en el que nos ha tocado habitar y convivir. Así, se tratan asuntos como el consumismo, el individualismo, las redes sociales y la forma de relacionarnos, entre otros muchos.

Para Joan, «si tienes un poco de sentido crítico, es imposible que no acabes hablando de todo lo que pasa a tu alrededor porque pasan cosas que no te las crees». Y tercia Aleix: «Llevamos ya muchos años de sistema capitalista y cada vez está mostrando más sus carencias. El reto de nuestra generación es buscar alternativas al sistema capitalista».

«No tenemos soluciones, solo hacemos canciones», continúa, para entonces ahondar un poquito más: «Pero una de las soluciones sí puede ser intentar pensar más en los demás, no solo pensar en uno mismo. Intentar pensar, en lo mínimo cada uno de nosotros, qué consecuencias tiene lo que hacemos en la vida de los otros. El sistema capitalista pone al individuo en el foco y por eso creo que eso sería interesante».

En cualquier caso, ambos coinciden en que el tono de Balanceo no es «derrotista», pues afrontan asuntos «preocupantes desde una perspectiva con cierto optimismo». «Es hablar de la tragedia sin estar todo el rato triste porque eso no sirve de nada»,remacha Joan, cediendo la palabra a Aleix: «Cada uno que escriba de lo que quiera, pero nosotros escribimos de lo que nos afecta. Somos catalanes y ha sido un año complejo. Nos hemos visto casi obligados a escribir sobre lo que nos rodea».

PLANES DE FUTURO

Con el disco ya en la calle y la gira en marcha, los planes de Cala Vento pasan por tocar y tocar tanto como sea posible. Tanto por España, donde están haciendo festivales y después una «gira de salas con unas treinta fechas«, como otra vez por México, donde incluso editarán Balanceo en casete con el sello de aquel país Un buen día Records.

«La gira por salas es lo que más nos cunde y nos gusta a los dos», afirma Joan, quien añade que «la idea es echar toda la leña al fuego», por lo que están totalmente «motivados y confiados». «El disco ya está hecho, nos flipa. Seguramente nos aburriremos en unos meses, pero ahora mismo estamos llenos con él», agrega entre risas.

Aleix completa el discurso de su compañero asegurando que para ellos el éxito sería que la gira de salas fuera «bien», más aún teniendo en cuenta que se atreven con recintos tan renombrados como la Sala Apolo de Barcelona y el Teatro Barceló de Madrid, ambos con un aforo que sobrepasa las mil personas.

«El objetivo total del grupo es conseguir ir a ciudades con menos habitantes que Madrid y Barcelona y tener un público fijo», admite Joan, para que luego Aleix remache la jugada con sonrisa pícara: «Si puedes ir sacando discos y haciendo tus giras por salas de provincias, qué más quieres. Que le den a los festivales».

Y entonces vuelve a reflexionar en voz alta Joan: «Nosotros no somos un grupo que aspire a llenar estadios, pero queremos tener un público fijo en todas las ciudades. Y ya está pasando eso, porque vas a tal lugar y más o menos sabes quien puede que vaya y te está esperando gente. Hemos crecido muy rápido y nos está yendo bien».

«Si Cala Vento se terminara hoy, ya hemos hecho todo lo que teníamos que hacer a nivel personal, hemos cumplido un sueño. Hemos tocado muchísimo, hemos hecho discos y hemos obtenido cierto reconocimiento. Hemos cumplido todos los pequeños objetivos de nuestros sueños adolescentes, así que todo lo que venga a partir de ahora va a ser bueno», termina Joan, no sin antes una última aportación entre risas de Aleix: «Pero sería una pena que se acabara, eh».